Muere Rubén Nouzeilles, productor y nombre esencial de la música chilena
El ejecutivo se quedó trabajando en Chile casi de casualidad, liderando a partir de su cargo en Odeón en los años 50 una verdadera revolución en la industria: grabó folclor cuando pocos lo hacían e impulsó las carreras de nombres tan mayúsculos como Cecilia o Violeta Parra. Falleció a los 95 años en Santiago.
Nació en Argentina, vino desde un pueblo de La Patagonia, llegó a pasar el Año Nuevo, vio a los 25 años un aviso de trabajo en el diario y se quedó.
Así se puede introducir a una de las personalidades más valiosas y trascendentes de la música popular chilena que irrumpió desde el siglo XX: el productor argentino Rubén Nouzeilles, quien a principios de los años 50 se unió al sello discográfico Odeón para luego impulsar algunas de las trayectorias fundamentales de nuestro cancionero. Entre ellas, Violeta Parra y Cecilia.
“El argentino más importante en la historia musical chilena”, califica el sitio Música Popular para resumir y agigantar su huella.
Una herencia artística que empezó precisamente en 1953 en Odeón, donde rápidamente fue ascendido a Director Artístico.
Ahí, según reseña el mismo sitio, creó la serie discográfica El folklore de Chile, que inauguró con los cuatro primeros discos en el país de Violeta Parra, y con la que completó más de 40 títulos, con nombres como Cuncumén o Millaray. También grabó la cueca urbana de Los Chileneros, poemas leídos por Pablo Neruda y fue el artífice del repertorio y el estilo de Cecilia. Él la bautizó, de hecho, como “La incomparable”, la etiqueta explosiva que la acompaña hasta hoy.
Estuvo detrás del histórico disco Música para la historia de Chile, dirigido por Vicente Bianchi, y acogió nombres de la Nueva Canción Chilena, como Quilapayún, Víctor Jara e Inti-Illimani.
En ese recorrido, siempre se mostró como un fiel defensor de las expresiones populares, sobre todo cuando desde circuitos doctos o académicos cuestionaban su aporte al catálogo nacional. Por ejemplo, siempre fue un aliado abosluto de Vicente Bianchi en su faena de hermanar ambos mundos.
En rigor, cuando en los años 50 muy pocos apostaban por el folclor chileno - y por nombres como Violeta Parra-, Nouzeilles puso sus fichas en ese género.
“La única fecha de un contrato que recuerdo claramente entre los cientos de músicos que contraté fue el día en que firmamos con Violeta Parra. Ese día fue el 5 de enero de 1955″, dijo en una entrevista de 2007 con El Mercurio.
Para Neruda también tuvo palabras: “Vino con otra persona, después me llamó por teléfono y me mandó alguna carta. Tuvimos muy buena relación con Neruda. Y le grabé dos veces los 20 poemas de amor, porque me llamó dos años después. Grabé mucha poesía. Con Neruda grabé cerca de cinco LP”.
En 1975 dejó su cargo, pero se mantuvo en la compañía hasta fines de los años 90, en especial como responsable del catálogo. Estuvo también involucrado hasta hace un tiempo en la reedición de muchos títulos que ayudó a grabar, los que fueron lanzados por EMI en años más recientes.
Rubén Nouzeilles cumplía 95 años este lunes 16 de mayo y falleció en su casa en Santiago.
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