Un millón de usuarios en fila, tres shows y un Nacional vendido en una hora: qué hay tras la locura por Daddy Yankee

En una cartelera de conciertos que incluye a nombres estelares del mundo anglo como Dua Lipa y Coldplay, la esperada despedida de Daddy Yankee del público chileno, agendada el 29 de septiembre, es probablemente el evento musical que ha generado mayor interés y es probable que acabe como el evento del año. Más aún con la reciente confirmación desde la plataforma Spotify, donde indican que Santiago es la capital donde más se escucha reggaetón en todo el planeta.

Para muestra, lo ocurrido el miércoles 18 de mayo con la fallida preventa de 6.000 tickets dispuesta en exclusiva para clientes de la plataforma virtual Tenpo. Para ello, había que bajar la aplicación y cargar dinero en esta misma. Sin embargo, la demanda fue tal, que ocasionó el colapso de los servidores empleados por la empresa, lo que derivó en la posterior suspensión del proceso.

En una declaración pública, junto con pedir disculpas a la audiencia, la compañía explicó que las intermitencias se generaron por “problemas técnicos fuera de nuestro control”. Además, aseguraron que durante la próxima semana “se realizará una venta exclusiva para clientes de Tenpo, con 12 mil entradas garantizadas” y que los detalles respectivos se anunciarán en los próximos días. Contactados por Culto para esta nota, desde la empresa se remitieron a lo informado en el comunicado ya difundido.

De todas formas, desde la productora Bizarro dan a entender que la alta demanda por entradas fue la principal causa del colapso. “Solidarizamos con ellos, porque no hay plataforma que aguante tener a un millón de personas de una sola vez, haciendo transacciones bancarias, eso tiene una complejidad mayor que vender un boleto, fue por ahí. Lo concreto es que los servidores de ellos comenzaron con intermitencias debido a la alta demanda de los usuarios para obtener los seis mil cupos, iba a ser complicado”, cuenta el promotor Daniel Merino, parte de Bizarro, organizadores de la venida del hombre de Gasolina al país.

Fuentes de la productora comentaron a Culto que fue tras una llamada entre ambos involucrados, la productora y la plataforma, cuando se tomó la decisión se suspender la preventa del primer día. Una decisión, dicen, a tono con la idea de entregar una buena experiencia para la audiencia.

Sin embargo, hoy, en el segundo día, la situación mejoró. La venta general comenzó, como estaba fijado, a las 10.00 horas en Puntoticket, y rápidamente hubo una masiva concurrencia. “La plataforma funcionó bien, la gente ha podido esperar su turno, no hay muchos reclamos en las redes sociales, más allá de algunos casos puntuales de problemas de internet”, evalúa Daniel Merino.

Desde Bizarro detallan que en esta ocasión había 1,2 millones de personas en la fila esperando por un boleto, y hasta poco antes de las 11.00, solo quedaban 500 tickets, los que se agotaron rápidamente. En total, se vendieron los 50.000 boletos disponibles en 60 minutos.

Ahí el puertorriqueño marcó un récord directo para la historia: nunca antes un artista había vendido la totalidad de los boletos para un espectáculo en el Estadio Nacional en tan solo una hora de venta. Por ello, pasadas las 11.30 la productora anunció un segundo concierto para el día 28 de septiembre, una posibilidad que la entidad manejaba, a consideración de la alta demanda -tal como ocurrió en Perú y Argentina-, y que se cerró en los últimos días.

Mientras los fans esperaban en la fila, durante esta jornada la productora además cerró un tercer show. Este se agendó para el día 27 de septiembre, es decir, con antelación a los dos ya anunciados previamente. Una marca total para un artista latino, ya que además de Daddy Yankee, solo Coldplay tenía en agenda tres shows en el coloso de Ñuñoa (los próximos días 21, 23 y 24 de septiembre).

¿Y que sucedió? Lo esperable: durante la tarde, se agotaron las localidades para la tercera fecha. O sea, en un día despachó casi 180 mil boletos, tres estadios Nacional, lo que ningún otro artista había hecho. Una jornada para la historia, digna del adiós de Big Boss del reggaetón.

Y también digna de análisis: ¿qué hay tras una devoción irrefrenable hacia el puertorriqueño? La primera razón es coyuntural: su adiós de los escenarios, anunciado en marzo y parte del tour La última vuelta, ha hecho que su audiencia quiera ir a darle un hasta siempre. Quizás ya no habrá más opción de tenerlo nuevamente cara a cara.

Segundo: la consolidación del género urbano como la banda sonora de nuestros días. Hoy el reggaetón y sus derivados vive una era de gloria, sonando por todos lados y bajo los más diversos nombres, por lo que resulta natural que al público se le abra el apetito por ver el hombre que puso la primera gran piedra de aquella tendencia.

Y tercero, su estatus de clasico. El hecho de que desde 2004 venga cosechando un listado abultado de éxitos lo hace un número transversal, que ya abarca a distintas generaciones, desde aquellos que superaron los 40 y lo descubrieron en tiempo real en la primera década de este siglo, hasta quienes lo han podido conocer recién hoy, hace poco, como una auténtica leyenda del cancionero en nuestro idioma.