Fue un encuentro fortuito, el que le dio a Fabián Ciraolo (41), artista e ilustrador chileno, la posibilidad de llegar a trabajar con Los Bunkers. De su pluma salió la nueva gráfica presentada por la banda con ocasión de su regreso a los escenarios; una propuesta estética que retoma al clásico “bunkerito”, el chico con una guitarra al hombro diseñado originalmente por Carlos Cadenas, que hoy luce algunas canas, como dando cuenta del paso del tiempo.

“Conocí a Mauricio Durán acá en Santiago, porque pasó por mi taller y me compró una obra, la de Víctor Jara”, recuerda en charla con Culto. El artista se refiere a una de sus creaciones, en que se ve al célebre hombre de El Cigarrito, luciendo una polera de los íconos punk The Clash, un cruce pop y político que marca buena parte de su obra.

Con algo más de una década de trabajo, Ciraolo ha trabajado para artistas chilenos como Mon Laferte y Denise Rosenthal. Además parte de su trabajo mural ha sido incluido en la edición chilena de Lollapalooza, por ello, trabajar con músicos no le resultaba algo ajeno. “Llevo años trabajando con proyectos musicales como ilustrador y diseñador, entonces ahí se generó un vínculo con Mauricio súper lindo”.

Foto: VÍCTOR SALAZAR M./ AGENCIAUNO.

“Empecé autodidacta, yo siempre sabía que tenía que dibujar. Estudié diseño, pero más tirado a la ilustración, conocí a varios profesores que me dieron muy buenas enseñanzas. Estuve cinco años trabajando en dibujo y ya pasados los 30, empecé a trabajar en mi propia obra, que es lo que hago ahora. Ha sido una trayectoria lenta, pero vertiginosa, siempre me estoy metiendo en nuevos proyectos. Me he metido en pintura, murales, en paste up, mi arte puede estar en varias plataformas y eso me entretiene”, resume el artista. Entre sus referentes, menciona a artistas como Inti, a Caiozzama, Camilo Huinca, Hernán Gana, Jenny Saville, Tom Hopkinson, entre otros.

La casualidad, dice, hizo el resto. “Me tocó ir a México y ellos estaban viviendo allí. Llegué, nos juntamos, se creó una amistad muy linda con los chicos, con Mauricio y Francis. En esos tres meses compartimos ideas, historias, proyectos”.

El primer paso en una colaboración fue en el arte de Lunar, el álbum debut de Francis Durán como solista. De allí vino el siguiente paso; surgió la posibilidad de diseñar el arte para la gráfica del regreso del grupo con sus shows agendados en el estadio Santa Laura en marzo de 2023. “Les dije que sí, me gusta la banda, conocía su música, los conocí bien y se dio una sinergia muy entretenida como para meterme en este proyecto. Tenía muchas ganas de meterme ahí, mi visión de las cosas”.

Repensando a “bunkerito”

En el nuevo diseño, se ve al clásico “bunkerito” ya conocido en la iconografía del grupo, pero rodeado de imágenes que remiten a la cultura pop y a la historia de la banda. Allí se ven las torres de alta tensión de la portada de La velocidad de la luz (2013), parte de los edificios que ilustran la carátula de Música Libre (2010), entre otras. “Los chicos tenían bastante claro lo que querían transmitir, pero me dejaron ser muy libre. Fuimos pimponeando, imágenes, conceptos, ideas, y así fuimos mutando del bunkerito antiguo que tenían, a darle una imagen renovada, hacerlo más humano y más maduro, un poco más canoso; queríamos contar en esa imagen el camino recorrido de los chicos, del hito. Los chicos querían tocar las emociones de los fans”.

También hay otras referencias pop, como el gato que ilustra la portada de Poeta Chileno, la celebrada novela de Alejandro Zambra, quien es cercano a la banda. “Eso lo pidieron ellos -detalla Ciraolo- Conocemos a Zambra, entonces para ellos era importante por la amistad que tienen”.

Asimismo figura la ilustración del Perro Matapacos, uno de los símbolos del estallido social chileno, que bajo la pluma de Caiozzama figuró en las murallas del GAM. “Se lo pedí prestado a Caiozzma, nosotros compartimos taller, somos muy amigos. Creí que en esta vuelta tenía que estar presente lo que pasó en nuestro país en la época del estallido social. Los Bunkers tuvieron una participación muy memorable ahí, entonces con una sola imagen quería representar que los cabros estuvieron ahí, también sufrieron, les pegó como músicos y artistas”.

El artista detalla que el trabajo demoró alrededor de dos semanas. “Íbamos pimponeando un par de cosas que se me ocurrieron, en un par de reuniones armamos el concepto y llegamos a consenso entre lo que quería hacer y lo que ellos querían ver; fueron bastante respetuosos en mis propuestas, y yo fui respetuoso en rescatar lo que ellos querían ver”.

Según Fab Ciraolo, los cruces de personajes pop marcan buena parte de su obra. “Yo trabajo con todos estos personajes, mi obra es muy pop, lo interesante era darle una vuelta. Yo venía trabajando con personajes pop del cine, la televisión, el arte, pero tuve la inquietud de hacerlo con personajes chilenos. Con el estallido pude hacerlo bajo mi ley. Un trabajo bastante pop y masivo”.

-¿Qué tiene que tener una buena imagen para que sea interesante?

-Para mí debe ser simple, mientras menos, mejor. Debe tener pocos conceptos, pero bien amarrados y por lo menos para mí, debe tener un trabajo artístico bonito, representable, que seduzca a la gente, con colores que llamen la atención. Eso combinado con la simpleza, me ha funcionado muy bien desde hace mucho tiempo.

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