Isabel Parra no tiene dudas, o al menos eso transmite cuando responde el teléfono y dice de un modo categórico:
-La Violeta se va a la Católica.
Presidenta de la Fundación Violeta Parra, la hija mayor de la compositora selló un acuerdo con el rector Ignacio Sánchez para trasladar a la UC el legado de su madre, hoy resguardado por el Museo Violeta Parra (MVP). Luego de los tres incendios sufridos en 2020, en noviembre del año pasado ella anunció la disolución del museo y el nuevo destino del legado de Violeta: el Campus Oriente.
Pero a seis meses de su anuncio, el MVP no tiene planes de disolverse: el museo confirma su misión en torno al legado de la compositora de La jardinera y adelanta nuevos proyectos. Su directora, Cecilia García-Huidobro, dio a conocer un acuerdo con Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, para exhibir las obras en el MAC de Quinta Normal mientras se recupera el edificio de Vicuña Mackenna 37:
-Vamos a reconstruir el museo. Después de años nos pagaron el seguro y en junio vamos a llamar a un concurso público. Mientras tanto vamos a funcionar en el MAC, pero el museo continúa en alianza con la Universidad de Chile -dice a La Tercera PM.
La noticia sorprendió a Isabel Parra, quien envió una carta al diario El Mercurio el sábado.
“Quisiera aclarar y recordar -ya que lo hemos informado hace varios meses- que la voluntad de la Fundación Violeta Parra y de la familia a la que represento es que la obra de Violeta quede a resguardo de la Universidad Católica”, escribió. “Este es el lugar en que quedará cerca del 90% de la obra artística que mi madre realizó durante su vida, junto con los objetos más preciados por ella, como lo fueron algunos instrumentos musicales y enseres domésticos”, agregó, y concluyó que “la nueva casa del verdadero legado de Violeta Parra será la UC”.
Controversial, la carta de Isabel Parra le restó autoridad al trabajo del museo, del que se alejó definitivamente en enero y luego de expresar públicamente sus diferencias con la conducción de Cecilia García-Huidobro. La directora del MVP evita referirse a ello y destaca la tarea en la que se encuentran:
-Yo no creo que haya un solo legado o un solo depositario de Violeta Parra. Encuentro fantástico que existan muchos espacios para recordarla y honrar su memoria. Las obras, hoy depositadas en el MAC de Quinta Normal, fueron entregadas legalmente en dominio al museo. Hay que esperar qué va a pasar. Nosotros vamos a seguir con la misión del museo que ya cumple 9 años.
El proyecto de la UC
Fundado en 2014, el museo se constituyó con un patrimonio inicial de obras entregadas en dominio por la Fundación Violeta Parra. En los últimos años, el MVP adquirió y recibió donaciones de obras que enriquecieron la colección. Hasta diciembre del año pasado, Isabel Parra ocupaba la vicepresidencia del directorio. Para entonces ya había hecho pública su molestia con la gestión del museo, así como con el rol que cumplió durante el estallido social.
“Personalmente, no tengo interés en reconstruir ese lugar. Fue marcado por la muerte, por la represión y me cuesta mucho imaginarme la reconstrucción en ese mismo sitio”, dijo a Culto en septiembre de 2021. Luego, a través de una entrevista en The Clinic, confirmó: “Nos vamos con todas las obras de la Viola a la Universidad Católica. Y para irnos, es necesario disolver el Museo Violeta Parra. Y estamos en eso”.
En enero la Fundación Violeta Parra salió del MVP y comenzó a tomar forma el acuerdo con la UC. La primera actividad conjunta fue la muestra Violeta Inédita, 10 obras en papel maché que se exhibieron en abril en el Centro de Extensión.
El proyecto de la UC es abrir una sala de exposición permanente en Campus Oriente, organizar muestras itinerantes, incentivar estudios e investigaciones. En sus primeros comunicados se hablaba del “nuevo Museo Violeta Parra”. Pero en el último, difundido el viernes pasado, hablan del “Espacio Violeta Parra”.
La colección estará al cuidado de Milena Rojas, hija de Isabel Parra, quien cumplió las mismas funciones en el MVP hasta diciembre. Además de la conservación y difusión, “se realizará una investigación para rescatar otras obras en manos de privados o en otras instituciones, tanto en Chile como en el extranjero. Obras que implicarían material inédito para el público masivo”, dice Milena Rojas.
Desde el departamento de Comunicaciones UC confirman que “al finalizar los trámites legales que están avanzando, la nueva casa del legado de Violeta Parra estará en el nuevo Centro de Extensión de Campus Oriente”. Por ahora no hay fecha de apertura, depende de la agilidad del proceso, pero se espera que eventualmente sea durante el segundo semestre.
Y entre tanto, el Museo Violeta Parra afina sus propios planes y ya tiene una estrategia para ampliar su patrimonio.
“Más Violeta”
Creado con una inversión de $ 1.680 millones de parte del Estado, más $ 185 millones del gobierno de Ile de France, el MVP depende del Ministerio de la Cultura y cuenta con un presupuesto de $ 467 millones anuales.
-Es un museo que la gente adora y que ya ve como parte de la institucionalidad cultural -dice Cecilia García-Huidobro-. Ahora tenemos esta alianza tan fructífera con la Universidad de Chile. De hecho, aquel noviembre de 2019, cuando vimos el peligro para la colección, fueron ellos quienes nos ayudaron a sacar las obras para guardarlas en un depósito de la universidad. Y como son nuestros vecinos y hace tiempo queremos hacer algo en conjunto, ahora lo vamos a hacer.
El proyecto busca crear un espacio común en Vicuña Mackenna 37-39 donde funcione el MVP y el nuevo MAC que reemplazará al de Parque Forestal. Y fortalecer el polo cultural de Plaza Italia, donde también se levantará Vicuña Mackenna 20, futura sede del Centro de Extensión Artística (CEAC).
“Lo que está ocurriendo es que el legado de Violeta se está dividiendo”, dice el musicólogo Juan Pablo González, miembro del directorio del museo. “Una parte importante del legado va a estar resguardado por la Católica y otra parte quedará en el futuro museo con la Universidad de Chile, gracias a este acuerdo que comenzó a gestionarse con el rector Ennio Vivaldi cuando estaba Isabel. El proyecto con la Universidad de Chile lo conoció Isabel, pero ella estaba muy decidida a no continuar en ese lugar”, dice desde España, donde trabaja en el cuarto tomo de su Historia Social de la Música Popular en Chile.
“Durante este tiempo el museo ha adquirido obras, ha recibido donaciones y las ha restaurado. El museo cuenta con una colección propia interesante y nuestro compromiso público es continuar a cargo de ella”, dice. Integrada por óleos, arpilleras y obras en papel maché, la colección supera el medio centenar de piezas y alrededor de una quincena han sido adquiridas o recibidas por el museo.
Juan Pablo González es uno de los directores que permanece en el MVP tras la salida de la Fundación Violeta Parra. El directorio actual lo completan la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler; el escritor Roberto Guerra, designado presidente en reemplazo de Carmen Luisa Letelier por la ministra de Cultura, y el director subrogante del Servicio del Patrimonio, Javier Díaz. A ellos se sumarán tres personas en representación de la Universidad de Chile. Uno de los nombres que se baraja es el del músico Angel Parra.
En abril, el MVP recibió los archivos de Ángel Parra padre, gracias a la donación de su viuda, Ruth Valentini. Este material incluye manuscritos, pinturas, fotografías y objetos personales que se encontraban en Francia y que el museo ayudó a ingresar al país. “Me gustaría que Violeta y Ángel estén en el mismo lugar. Que una mujer chilena tenga un museo casi no existe. Es muy importante que este museo siga existiendo”, dijo entonces Ruth Valentini.
En esta nueva etapa, el museo apuesta a incorporar al resto del clan Parra, según adelanta Juan Pablo González: “Una de las propuestas que me atrae mucho es la idea de Violeta y su familia. El museo comenzaría a enriquecerse con el legado de sus hermanos y sus hijos. Ya hay conversaciones avanzadas con la viuda y los descendientes de Roberto, Eduardo e Hilda. Nicanor también tiene obra importante de Violeta. Estamos viendo la posibilidad de que Violeta esté acompañada de su familia”, dice.
Junto con eso, el museo impulsa mesas ciudadanas para la elaboración de un nuevo guión. “Nosotros no podemos dejar de ser y no podemos no llamarnos Museo Violeta Parra, eso está legalizado. Y las actividades continúan. La maleta de Violeta Parra anda de viaje por Chile y acabamos de hacer una muestra en el Museo de la Memoria”, subraya.
¿No es extraño que el legado de Violeta finalmente esté dividido en dos espacios expositivos?
No es raro en el ámbito museístico. Piensa en Van Gogh, Leonardo o Dalí, hay obras en distintos museos. Lo mismo con Picasso, está repartido por todo el mundo. Y en nuestro caso hay más Violeta, hay más lugares donde encontrarse con Violeta.