Nuestros Cuerpos, sus Batallas, de Christina Lamb (Principal)
En el mundo antiguo, la violación y el saqueo eran un modo de recompensar a los soldados, observa la periodista Christina Lamb. Pero no solo en la Antigüedad. “La violación es un arma de guerra como el machete, el garrote o el AK-47. En los últimos años, grupos étnicos y sectarios, de Bosnia a Ruanda, de Iraq a Nigeria, de Colombia a la República Centroafricana, han utilizado la violación como una estrategia deliberada, casi como un arma de destrucción masiva”, escribe la autora, corresponsal de The Sunday Times. Coautora de la biografía Yo soy Malala, Christina Lamb es una destacada cronista de guerra que recogió historias de mujeres violentadas en Europa, Asia, Africa y Sudamérica. Estremecedor y valioso, el libro ilumina un crimen de guerra habitualmente ignorado por la comunidad internacional y la justicia. “Estas historias no son fáciles de contar ni de escuchar, pero a menudo traslucen una valentía y un heroísmo asombrosos”, anota.
Cartas al Mar, de Irene Padilla (Planeta)
¿Qué podía hacer contra todo el poder de Ambrosio?, se pregunta Isabel Riquelme. “Bernardo era una criatura que apenas balbuceaba, y de un día para otro, un contingente de hombres enviados por su padre se lo llevaron”, escribe en 1823, a solo meses de salir al exilio en Perú con su hijo. Cartas al mar recrea desde la ficción la historia de la madre de O’Higgins, narrada por ella a un corresponsal amigo: en sus cartas revive su infancia en Chillán, la relación con O’Higgins, la separación de Bernardo, así como los tensos acontecimientos políticos y personales del general antes del fin de su gobierno, entre ellos la relación con su hijo Demetrio. “La criatura no tiene la culpa de la odiosidad de sus padres y siento que ya entiende del abandono, no solo de su madre, sino también de mi hijo, quien no le ha dado amor como debe”.
Revelaciones, de Daniel Rozas (UDP)
Poco antes de morir, Henri Cartier-Bresson definió la fotografía como “una línea directa entre la mirada, el corazón y el cerebro”, recuerda Juan Domingo Marinello, uno de los referentes de la fotografía en Chile, maestro en el arte y en la enseñanza de generaciones. “Creo que la capacidad de conmoción de una foto pone en acción las emociones que uno siente con esa foto y lleva a la reflexión o al descubrimiento de cosas nuevas”, le dice a Daniel Rozas, conversador atento y sensible que traza un panorama de la fotografía en Chile en este estupendo libro. De Julia Toro y Luis Poirot a Alejandro Olivares y Valentina Osnovikoff, pasando por Jorge Brantmayer y Tomás Munita, el autor indaga en la trayectoria de los autores, en su estética y ofrece también una mirada a la historia reciente en los ojos de quienes la han retratado.
Bestiario de Suralia, de Yuri Soria y Marcelo Paredes (Cojera de Gusano)
A la manera de Borges y El libro de los seres imaginarios, el poeta Yuri Soria y el artista Marcelo Paredes imaginan Suralia, un territorio fantástico en una dimensión paralela o un multiverso de seres extraordinarios. Volcanes que vuelan, sirenas durmientes, teteras espaciales, Meninas del bosque y del mar, osos hormigueros con rayas, la Cabra Hombre y el caracol más veloz del mundo, son algunas de las criaturas imposibles que habitan este álbum. Con imaginación, poesía y humor describen seres de rasgos sincréticos y surreales, lúdicos y contradictorios, como la casa estufa, el caracol hongo o la Menina de los Peces, una ex Miss 17 que cría peces gatos, vive de noche, es bioluminiscente y lee el futuro en hojas de té. El libro es una puerta magnética al mundo de Suralia, que cautiva la imaginación y la risa del lector.