Si hay una canción que puede reclamar un lugar como un clásico de los ochentas, es Running Up That Hill (A Deal With God), de Kate Bush. Una canción muy popular en Reino Unido, lanzada en 1985 y que marcó la carrera de la artista. Pero no solo le gustó a los jóvenes ochenteros, también es la canción favorita de Max Mayfield, personaje de la serie Stranger Things, que en su cuarta temporada incluye el tema en su banda sonora.

Que la canción haya sonado en una serie popular, le dio un nuevo impulso. Ya no en jóvenes que buscan comprar un cassette, sino en las plataformas digitales. Según datos de Spotify, el lunes 30 de mayo, apenas tres días desde el estreno, hubo un aumento de más del 8700% en los streams globales del tema. Solo en Estados Unidos, se registró un aumento de más del 9900% en las reproducciones.

No es todo. Desde el estreno hubo un aumento de más del 1600% en las reproducciones globales del catálogo de Kate Bush en la plataforma. Asimismo, desde el 30 de mayo, se registró una subida de un 1784% en las transmisiones globales de la playlist oficial de Stranger Things.

Para Jeremy Erlich, Global Head de Music en Spotify, la situación reúne una serie de variables. “Es increíble ver redescubrir canciones icónicas y tener momentos globales con nuevos oyentes. Running Up That Hill (A Deal With God) es uno de esos ejemplos de ‘tormenta perfecta’. Es una canción clásica que se ha introducido a un amplio fandom y ahora ha tomado un significado completamente nuevo. Hemos visto cómo la canción creció enormemente a lo largo del fin de semana que muestra el impacto cultural masivo de Stranger Things y el poder del streaming para compartir y descubrir música al instante”.

Un trato con Dios

La canción fue escrita por la misma Kate Bush con un sintetizador digital Fairlight para su quinto álbum Hounds of love. Según detalló en entrevista de la época “se trata de una relación entre un hombre y una mujer. Se aman mucho, y el poder de la relación es algo que se interpone en el camino. Crea inseguridades. Está diciendo si el hombre podría ser la mujer y la mujer el hombre, si pudieran hacer un trato con Dios, para cambiar de lugar, que entendieran lo que es ser la otra persona y tal vez aclararía los malentendidos, ya sabes, todos los pequeños problemas”.

Originalmente, la canción se llamaba Trato con Dios, pero los ejecutivos del sello EMI le obligaron a cambiarlo por el definitivo, para evitar cualquier problema al momento de programarla en las radios. Aunque la artista en principio se negó, finalmente accedió, para así tener mayores posibilidades de éxito en las listas, considerando que a su anterior disco, The Dreaming, no había conseguido buenos resultados a nivel comercial. Y la apuesta funcionó: en el UK Singles Chart, la canción trepó hasta el lugar número 3, y le dio un empujón de popularidad.

El tema tuvo un célebre videoclip, en que Bush baila una coreografía acompañada por el bailarín Michael Hervieu, ambos vistiendo hakamas japoneses. Según ella, la idea era diferenciarse de otros videos de la época, en que solían mostrarse jóvenes bailando de forma más desenfrenada y festiva. Ella quiso devolverle la seriedad al asunto. “Sentimos lo interesante que sería hacer un baile muy simple. rutina entre dos personas, casi clásica, y muy simplemente filmada. Así que eso es lo que intentamos, realmente, hacer una pieza de baile seria”, explicó la misma artista en una entrevista con Good Rockin ‘Tonight de Canadá.

No es primera vez que la canción suena en una producción audiovisual; ha sonado en películas como La guerra del chocolate (1988), El círculo (2015) y en series como Big Little Lies y The OC.

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