Pese a los achaques propios de sus 79 años, la voz de Cecilia, la incomparable, se resiste al silencio. Más bien se ha dado el tiempo para escuchar y sobre todo disfrutar, el reconocimiento. En el último tiempo, una serie de iniciativas han levantado un interés sobre la artista, una de las fundamentales de la música popular chilena.

En el plano de la creación, se pueden contar el musical Una historia incomparable, estrenada en el teatro Biobío, a cargo de la directora Paula Barraza. También la serie sobre su vida, Bravura Plateada, Cecilia La Incomparable, que comenzará a rodarse en septiembre, bajo la dirección de Vane Miller, con la participación de Paly García y Daniela Benítez encarnando a la cantante en diferentes momentos de su vida. A ello, se le suma la reciente iniciativa del colectivo La Matria, para postular su nombre al Premio Nacional de Artes Musicales, tal como ya se impulsó hace dos años.

“Lo encuentro maravilloso”, responde la misma Cecilia, al teléfono con Culto, sobre el interés que ha despertado su figura. Sobre la serie, apunta: “Espero que salga todo muy bien. Es bonito que te hagan eso en vida, ojalá pueda verla jaja (ríe)”. Eso sí, no es una seguidora habitual del formato (que ha llevado a la pantalla las historias de íconos como Luis Miguel o Raphael), ya que, como una hija de su tiempo, prefiere ver películas.

Pero al hablar sobre la postulación al Premio Nacional, prefiere la cautela. En general los ganadores son artistas vinculados al mundo docto, salvo contadas excepciones como Margot Loyola en 1994. Por eso, cuando se le pregunta si espera ganarlo, asegura que “no espero nada, porque para mí estos premios siempre han sido una sorpresa, no lo sé. Esperamos llegar a un final feliz, por las mujeres que han puesto mucho empeño conmigo”.

En esa línea, desde su círculo se está trabajando en un proyecto como homenaje a sus 60 años de trayectoria artística. La idea es recuperar una canción inédita de la artista y luego, iniciar el proceso para postular a los Premios Grammy Latino del próximo año (para esta temporada, la postulación cerró en abril). Hasta ahora, se manejan cuatro canciones, pero la decisión final, la tomará la misma cantante.

“La idea surgió desde Master Media, la casa discográfica que maneja a la Cecilia, como una forma de homenajearla y que ella lo pueda ver en vida, por eso también lo de la serie, porque en este país se hace todo póstumo -explica Yasmín Bau, representante y asistente personal de la artista-. La Cecilia tiene mucho material inédito que grabó entre los sesentas y los ochentas que nunca mostró. Entonces estamos eligiéndolos para hacerlos más modernos antes de mostrarlos. Pero la última palabra la tiene ella”. Asimismo, no se descarta que ese material pueda publicarse más adelante, pero todavía no hay mayores certezas al respecto.

La posibilidad de postular al premio no es una quimera. La clave está en Ramón Madrid, gerente del sello discográfico Master Media, quien cuenta con una certificación como productor por la Academia de los Grammy Latino, lo que le permite postular artistas al certamen, aunque eso no significa, necesariamente, que acabe incluida entre las finalistas.

“Queremos grabar una canción y postularla, ahora estamos en su búsqueda junto a la mánager y la misma Cecilia. No descartamos grabar algún videoclip también de sus temas emblemáticos, una vez que mejore el tiempo y la salud de Cecilia lo permita”, cuenta Madrid a Culto.

Madrid tiene un vínculo de años con la artista. Cuenta que a fines de los noventas, mientras trabajaba en EMI Odeón, se la presentó el fallecido productor Rubén Nouzeilles, hombre clave en la difusión del folclore en Chile, y además uno de los impulsores de la carrera de Cecilia, a quien la nombró con el apodo de la incomparable. Se conocieron, cuenta en una oficina de la calle Carlos Antúnez. “Pasé por la oficina de Don Rubén, me llamó y me dijo ‘yo tengo que ausentarme, ¿se puede quedar con Cecilia?’. Ahí la conocí y fue una pena, porque ella me dijo, ‘quiero volver a la EMI, que me den una nueva oportunidad de grabar’, yo canalicé la inquietud con la gerencia, y me dijeron que no”, cuenta.

Sin embargo, el lazo quedó establecido, y tras la salida de Madrid de la compañía y la posterior creación de Master Media, es quien se ocupa de manejar la parte discográfica de la artista. Con ella publicó el disco Mi historia en vivo, el registro de un show de comienzos de la década de los 2000 en la Sala Master, en que interpretó temas clásico de su repertorio como Dilo calladito, Aleluya, Un compromiso y la inmortal Baño de mar a medianoche.

Ese álbum está disponible en las plataformas digitales, pero en lo sucesivo, se espera publicarlo en formato vinilo el próximo año. “Estamos viendo la fecha con la fábrica, porque los plazos se han retrasado mucho por la pandemia”, explica Madrid.

Entre la guitarra y YouTube

En estos días, Cecilia vive acompañada por un círculo muy reducido de familiares y amigos. Durante la pandemia evitó al máximo las salidas, debido al EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) que padece, una condición que la afectado con fuerza en los últimos años; en 2018 tuvo que ser hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de San Antonio debido a una crisis. Por ello cuenta que la cuarentena “la pasé con mucho cuidado porque no me podía resfriar, caería muy fuerte y esa no es mi intención”.

Fue en esa condición que se enteró de la muerte de Rubén Nouzeilles, en mayo pasado. “Me dio mucha pena, tengo mucho agradecimiento por él porque me guió. Fue en gran parte mi mentor para salir adelante”.

Pero ese tiempo en casa no es ocioso. La artista toma con frecuencia la guitarra y asegura que se mantiene tocando y componiendo. “Compongo muchas veces en una semana, canciones, melodías, letras, me dedico a esto. Cuando me inspiro ahí empiezo a tocar la guitarra, eso no cambia. Solo espero hacerlo bien”, asegura.

Además, en esos días descubrió las plataformas digitales; se hizo usuaria de WhatsApp, lo que le permitió contactarse con gente que no veía hace tiempo y ha mantenido la conexión con artistas más cercanas a ella, como Mon Laferte y Carolina Soto. También, junto a Bau, maneja su cuenta de Twitter en la que ya suma más de 18 mil seguidores. “Todos los días me siento unas dos horas con ella para ver solamente eso -cuenta la mánager-. Le leo los mensajes y ella me dice lo que le contestamos, yo lo escribo, porque en eso ella es obviamente más lenta”.

Pero la favorita es YouTube. Así ha aprovechado al máximo sus posibilidades, como la de escuchar los discos disponibles. “Escucho de todo, pero sobre todo música italiana que me encanta, siempre han salido temas hermosos. También norteamericanos, en general todo tipo de música”, asegura.

Y por cierto, aprovecha la plataforma para disfrutar el cine de antaño. Según sus cercanos suele ver películas de las décadas de los cincuentas y sesentas, de las que conoce al detalle a sus actores. “Veo muchas películas de John Wayne me encantan las películas de cowboys, las de Clint Eastwood”, cuenta.

Sin embargo, no pierde la esperanza de volver a subir a un escenario, aunque de momento no hay un evento cerrado. “Siempre hay necesidad de volver y estar con la gente, pero hoy en día por todas estas cosas de la pandemia no se pueden hacer muchas cosas para evitar el contagio”. Aunque sí tiene una cosa clara; el retiro, como anunció Phil Collins hace un tiempo, no es una posibilidad. “No, uno no se puede retirar. En mi posición no me puedo retirar. Más encima, no debo, uno le pertenece a la gente”.

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