Hay un límite: Aleste y la historia oral de un hit eterno

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Un carrete en La Serena fue el punto de origen para uno de los mayores hits de la música popular chilena, cuya historia es desglosada por Lito Zerené y Ricardo Viancos para Culto. Hoy, la banda se alista para dar un concierto con su formación original en el Teatro Oriente.


Lito Zerené (batería): Hay un límite, la compuso Alfredo [Alonso] con el tecladista [Juan Pablo Nieto]. Nació en un carrete de pendejo en La Serena, en el verano del 91′. Ahí salió el coro con una guitarra de palo. Después, se fue terminando el resto del tema.

Ricardo Viancos (bajo): Estábamos en la playa, en La Serena. Nos habíamos ido con guitarra, con bajo, con todo para allá. Un día llega Alfredo [Alonso] y me dice ‘mira este ritmo’, y empieza con un chasquido de dedos. Después empieza a guitarrear y ahí sale el coro, luego la estrofa, y ahí ya empezó a tomar forma.

Lito Zerené: Siempre nos gustó el tema, entonces lo grabamos por nuestro lado antes de entrar a un sello. Entonces un programa juvenil del Canal 11 lanzó un video con esa grabación. Ese fue el primer video de Hay un límite, bastante precario.

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Ricardo Viancos: grabamos una maqueta con otra letra. Había un programa que nos hace un videoclip con la letra antigua. Después ya la grabamos profesionalmente. Ahí el productor musical de la Polygram, Juan Andrés Ossandón, nos dice: ‘chiquillos, cambiémosle la letra a la estrofa para que queda más pegajosa’, y ahí le hizo unos cambios a la letra. Así quedó como la conocimos.

Lito Zerené: Cuando firmamos con el sello [Polygram], creían que ese tema no iba a ser un éxito. No le dieron bola, entonces salimos con otro tema que se llamaba Como la primera vez. Eran singles en vinilo, y en la cara B tenía un tema llamado Palabra de amor. Pasó un tiempo y nosotros insistimos en Hay un límite, pero el sello no quería. Entonces como teníamos buenas migas con todos ahí, logramos, sin que el jefe lo supiera, incorporar el tema a un compilado que se enviaban a las radios. Eran los primeros CD’s. Entre medio de Bon Jovi, y todo lo que sonaba, ahí metieron a Aleste. Cuando el gerente general se enteró, armó un escándalo. Pero cuando el tema pegó, se le pasó.

Ricardo Viancos: Uno tiene un disco en la mano y apuesta a que algo va a salir de ahí, pero no había como saber que iba a ser un éxito, sino quizás no dejábamos que nos cambiaran la letra ajajaja (ríe). Era un temazo, si es una de las canciones más tocadas de la música chilena.

Lito Zerené: En esa época las radios ponían lo que querían, no lo que la gente quería. Nos costó un montón que nos tocaran, porque no la encontraban pegote o lo que fuera. Insistimos y mandábamos cartas que escribíamos nosotros mismos. Habían unas niñas de colegio que eran como nuestro primer fan club y no nos conocía nadie, pero les pedíamos que mandaran cartas. Y así poco a poco nos empezaron a invitar a los programas. “Miren todas las cartas que nos llegaron”, nos decían.

Ricardo Viancos: Cuando salió Hay un límite, yo tenía 22-23 años. Era una canción que si bien nos ayudó y nos colocó donde queríamos estar, no la podíamos sacar de encima. Al principio la tocaban muy a regañadientes, pero empezamos a sonar, pasamos a las radios latinas, después a las anglos. Luego hubo otro intento de single, no salía, íbamos a Venezuela, y vuelta al Hay un límite, otro intento de single, no salía, íbamos a Ecuador, y a tocar de Nuevo hay un límite. Pero todo músico sabe que una canción es como un hijo y uno a los hijos los quiere igual. Con el tiempo, y esta es sabiduría de padre que no teníamos ese tiempo, uno a esa canción la quiere, la ama. La quiero como un hijo.

Lito Zerené: Llegó un punto en que nos empezaron a tocar en varias radios, pero la clave fue cuando la Rock & Pop nos puso en parrilla. Era la radio más importante en ese entonces. En las otras radios lo mismo, y así empezamos. Poco a poco el tema empezó a agarrar vuelo y ya después pasó a ser de la gente. Matrimonio al que voy, sé que van a tocar el Hay un límite. Esa canción se comió todos los titulares y los otros temas quedaron un poco de lado, salvo un tema lento, Nadie como yo, que tuvo una llegada, aunque no como el Hay un límite. Pero en los conciertos nos dábamos cuenta que la gente sí escuchaba y conocía los otros temas. En provincia tocaban todos los temas del disco, en La Serena y en Concepción, por ejemplo, la gente las cantaba todas.

Lito Zerené: Cuando entramos a grabar el segundo disco [Aleste del cielo está el paraíso, 1995] , claramente en ese momento lo veíamos distinto, pero hoy mirando para atrás, ninguno de esos temas podría hacerle competencia al Hay un límite. Cuando Rodrigo [Espinoza] se fue lo terminó grabando Alfredo, pero ya la cosa se había desmembrado. La presión llegó hasta ese punto y cada uno tiró por su lado. Pero con todos los años da lo mismo, hoy componemos canciones que nos gustan sin ninguna presión. Hacemos lo que queremos.

Ricardo Viancos: El segundo disco no lo grabó Rodrigo, lo grabó Alfredo en la voz. Ahora cuando grabamos La Máquina del tiempo II, pudimos regrabar algunas de estas canciones que habían sido pensadas para Rodrigo, y que en su momento el Alfredo hizo lo que pudo hacer. Él se siempre se excusa por eso, pero a mí me gusta como quedó ese segundo disco, no tengo nada que decir al respecto.

La máquina del tiempo y un nuevo concierto

Lito Zerené: Yo sigo en la música y tengo un estudio, pero siempre estábamos con el bichito de volver a juntar a Aleste. En algún momento hicimos un intento, pero no se lograba coincidir con los tiempos de Rodrigo. Así que en el verano de 2018, ahí yo tomé la batuta y los llamé a todos por separado para juntarnos de nuevo, no podía ser que no lo hiciéramos. En agosto reservamos un estudio para juntarnos a tocar y armar un nuevo disco. Ahí todos se dieron cuenta que había que hacerlo. Allí empezó un proceso de juntarnos vía telemática porque el tecladista está en Perú y Rodrigo en México. El día de la grabación llegaron todos.

Ricardo Viancos: En verdad siempre estuvimos en contacto con los chicos. Teníamos un grupo de WhatsApp, y ahí empezamos a decir ‘oye tenemos unas canciones’, y la cuestión, hasta que el Lito nos dijo ‘ya ¿vamos a grabar o no? y grabamos con esa expectativa no más. Después ya teníamos 10, y hubo que mezclarlas. Después empezamos con los videos ¡al final hicimos 6 videos! eso es porque simplemente teníamos ganas.

Lito Zerené: Grabamos La máquina del tiempo 1, en agosto del 2018 y lo tuvimos listo el último tercio del 2019. En noviembre de ese año queríamos hacer un show, pero al igual que otras cosas se suspendió por el tema de todo lo que ocurrió en Chile. Se cambió para abril, pero ahí se nos metió la pandemia. Al final quedamos en standby, lo promocionamos en redes sociales. En noviembre de 2020 logramos hacer el concierto.

Ricardo Viancos: En ese show [del 2020] yo me vuelvo a encontrar con el bajo muchos años después de haberlo colgado, para grabar La Máquina del Tiempo. Yo no había tocado con nadie después de tocar con Aleste, no me había subido al escenario en todos estos años. Entonces para mí fue súper lindo y emocionante, si yo les contaba a mis hijos que yo tenía una banda...y mi hija cacha música de animé, poh; les mostraba videos y era como ‘ya, papá’, y de repente te ve arriba del escenario con toda una onda. Ahí ya toma otra connotación la cosa.

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Lito Zerené: Durante todo ese tiempo del encierro estuvimos trabajando en un nuevo disco, La máquina del tiempo 2, que tiene 5 temas nuevos y cinco de los antiguos que fueron regrabados.

Ricardo Viancos: En La máquina del tiempo 2 seguimos con lo que estábamos haciendo con el disco anterior, que son 5 canciones inéditas y a la vez regrabar de forma más modernizada las canciones de los dos primeros discos. Ha sido entretenido, es abrir una caja de pandora de emociones.

Lito Zerené: Tenemos un show el 15 julio en el Teatro Oriente, tocaremos los temas nuevos y el resto son gran parte de los temas antiguos que hemos regrabado. Nosotros no somos Kiss, no nos pintamos ni tiramos fuegos artificiales, a esta edad nos paramos y tocamos nomás. Tenemos un par de sorpresas en el show, pero no somos de mucha parafernalia. Aunque antes, sí.

Ricardo Viancos: Está planificado de manera muy similar al show del 2020, pero claro siempre hay que agregar algo. Entonces vamos a tocar tres canciones nuevas del disco, más Sure Know Something, un cover que hicimos de Kiss, invitados por la Kiss Army de Chile, para el disco tributo Kiss my chilean ass.

Aleste se presentará con su formación original en el Teatro Oriente el próximo 15 de julio a las 21.00 horas. Las entradas están a la venta vía Puntoticket.

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