La noche del 24 de noviembre de 1983, The Smiths aparecieron por primera vez en el programa Top on the pops, de la BBC. Una institución de la música popular por la que pasaron desde los Beatles a David Bowie, y que en esa noche -con Morrissey agitando un ramo de gladiolos y Johnny Marr tocando una bella guitarra rickenbacker similar a la de George Harrison- tiene a los de Manchester haciendo playback de su nuevo sencillo, This charming man. Un tema que apenas logró escalar hasta el puesto 25 del UK Singles Chart, pero que de alguna manera marcaba la ambición creativa de la banda liderada por Morrissey y Marr.

Para el escritor español Marcos Gendre, estudioso de la carrera del grupo, aquel fue su hit definitivo en el albor de su particular carrera de apenas un lustro. “Aúna características centrales de sus descubrimientos en una canción perfecta de menos de tres minutos - cuenta vía email a Culto-. La misma en la que somos testigos de su vampirización del funk, su inserción de una base disco y la ambigüedad sexual mostrada por Morrissey a través de unas letras que conllevan a un estimulante juego de interpretaciones”.

...Y el pop cambió para siempre

Marcos Gendre acaba de publicar en Chile su nuevo libro The Smiths 1983-1984 y el pop cambió para siempre, editado por Santiago-Ander y cuyo lanzamiento oficial es este sábado en el marco de la 1ra Feria de Artes Literarias y Musicales, en Boulevard Alameda a las 17.30 horas. Un trabajo que se concentra en el análisis de los años fundacionales de la banda; desde los primeros sencillos, Hand in Glove y This Charming man, al borrascoso proceso tras el primer álbum homónimo, y el posterior compilado Hatful of Hollow. Todo, sazonado con detalles de historias de canciones e incluso, detalles del trabajo creativo, como las múltiples capas de guitarras de Johnny Marr.

“Nunca me han interesado las biografías wikipédicas de los grupos -explica Gendre sobre su marco temporal-. Siempre me ha parecido más interesante enfocar los hechos en etapas determinadas, contextualizadas dentro de una época concreta en la que un grupo alcanza su plenitud creativa. En el caso de los Smiths, dicha plenitud la alcanzan con la publicación de The Queen Is Dead, en 1986. No obstante, los años en los que forjan su estilo (de estilos) es en sus dos primeros años de vida”.

Para Gendre, el caso de The Smiths es de esas bandas que marcan un giro en el devenir de la música popular. A su juicio merecen un lugar al lado de colosos como The Velvet Underground, Joy Division o Miles Davis. “Dentro del mundo pop, aparte de los Beatles, entre 1967 y 1968, jamás vi semejante concentración de ideas, fórmulas y personalidad propia como la expresado por los Morrissey y compañía en estos dos años, lo cual quería resaltar como un fenómeno cultural a través del cual, tal como reza el título, el pop cambió para siempre”.

Fue en esos primeros años, en que el grupo cimentó su propuesta que debía tanto a una lectura muy personal de la música del pasado, como a la cultura pop. Basta ver las portadas de los discos en que Morrissey impuso su fascinación por el cine de antaño, por ejemplo, con el actor Joe Dallesandro, a torso desnudo en el álbum debut. Para Gendre allí radica la fibra de The Smiths. “Fue el hecho de conseguir aunar estilos antitéticos dentro de unas pautas de estilo que borraban sus referencias directas. Su manera de jugar con el rockabilly, de implantar bases rítmicas de música disco, su capacidad para extraer la alegría del funk y convertirlo en melancolía norteña o su capacidad para llevar a cabo canciones como How Soon Is Now?, en la que, en pleno 1984, implantan una base hip hop industrial”.

Más aún, Gendre propone que dicho álbum debut -que trepó hasta el número 2 del UK Albums Chart- es un punto de referencia para el pop de factura, en medio del plástico de la era ochentera. “Lo que el primer LP de los Smiths vino a expresar fue la constitución del pop como arte mayor, tal como en su momento había sido en los años sesenta con Beatles, Kinks o Byrds -señala- Hay más, muchas más razones que, en el caso de este LP, elevan la dignificación del pop a arte mayor que se había perdido por el camino de géneros tan masivos como el soft-rock o debido a la vulgarización que sufrieron escenas como la new romantic en su momento”.

Otro atractivo de la banda radica en su particular dupla creativa, la de Morrissey y Johnny Marr, quienes complementaron sus talentos a la manera de los compositores profesionales de antaño. “A mi entender, dicho tándem funcionó a lo largo de los años de forma instintiva. Muchas de las bases sobre las que cantaba Morrissey eran músicas despreciadas por él mismo como en el caso del hip hop y, sobre todo, la música disco”, explica Gendre. Por supuesto, no esquiva la tensión que se comenzó a abrir entre ellos, y que acabó por destruir a la banda pocos años más tarde. “No creo que haya mucho más que explicar que la personalidad de Morrissey nunca fue fácil para nadie”, señala.

Pese a ser una banda de culto, en una era de spray y teclados chispeantes, la tesis de Gendre es que los de Manchester cambiaron el pop para siempre. “Para mí los Smiths forman parte del eslabón de la cadena evolutiva que comienza en Beatles y Velvet Underground, luego prosigue en David Bowie y Roxy Music, para luego llegar a Joy Division y The Smiths. Formaciones que, a su manera, le proporcionaron renovada semántica al pop; en el caso de los Smiths por medio de una expresión vigorosa de contradicciones llevadas al límite, ya sea desde una sensual forma de describir la asexualidad o por medio de su forma de abordar estilos musicales, en principio, divergentes con pasmosa naturalidad”.

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