Apuntes de un Constituyente, de Agustín Squella (UDP)
No pretenden ser documentos para historiadores futuros; son solo apuntes de un año de trabajo de un convencional independiente, afirma. Naturalmente, son algo más que eso: son un pasaje al interior del proceso constituyente. Con ironía, humor y distancia, Squella narra sus vivencias en la Convención: desde el único voto que recibió cuando se escogía la primera mesa directiva, la insatisfacción que sintió a menudo, los excesos de los convencionales activistas y el diálogo que logró con otros, especialmente en la Comisión de Armonización. El caso Rojas Vade, el rol del PC y la actitud beligerante de sectores de derecha conviven con lecturas de Žižek, Byung-Chul Han, Stephen King e Irene Vallejo en este notas con alma de ensayo, donde Squella admite derrotas y afronta preguntas sobre la plurinacionalidad, el Estado ecológico y social y la dificultad de levantar una “casa de todos” que realmente contente a todos.
Hija Ilustre, de Bernardita Olmedo (La Pollera)
El pueblo se fundó después de 300 años de resistencia mapuche. En sus calles una roca recuerda a 14 españoles muertos, pero ninguna hace memoria de “los mapuches caídos”, dice la narradora. La identidad, el pasado, la pregunta por la familia y las raíces atraviesan estas páginas minimalistas, a veces nostálgicas y siempre introspectivas. “Ser de provincia. Ser sureña. Ser de acá”, anota. “Pero siempre me quise ir”. Esa tensión está en el centro de este conjunto de recuerdos y escenas en torno a un pueblo que alguna vez tuvo cine, fábricas y estación de trenes, un pueblo olvidadizo y cuyo mayor orgullo es una actriz que llegó a ser famosa. La inquietud de la narradora también se vuelca hacia la intimidad familiar: “¿Cuándo llegará el giro sorprendente que ponga algo de gracia en esta mesa llena de pan amasado y buena gente?”, se pregunta.
1000 años de Alegría y Penas, de Ai Weiwei (Debate)
En chino, Neruda se transcribe “Nieluda”, le contó Ai Qing al autor chileno en Pekín en 1951. Ai Qing, uno de los poetas más destacados de China, amigo de Mao, fue el encargado de acompañar al vate de Canto general durante su visita. Tres años después, cuando cumplió 50 años, Neruda lo invitó a Isla Negra, donde Ai Qing recogió conchitas de colores. Al volver a China, el poeta cayó en desgracia: se volvió sospechoso porque sus poemas no expresaban suficiente entusiasmo por el nuevo régimen. No tuvo otra alternativa que mostrar arrepentimiento: “Como poeta de la nueva China, siento la mayor de las vergüenzas. He fallado”, dijo. Ai Qing fue enviado a un campo de trabajos forzados, cuando su hijo menor, el artista Ai Weiwei, era un niño. En estas memorias Weiwei recupera la historia de su padre, su propia historia vinculada al arte y la política, y una parte de la historia de la China moderna.
Se Busca Corazón, de Gabriela Squadritto y Carlos Denis (Zig-Zag)
Paulina disfrutaba jugar con Mónica y Esteban, su mamá y su papá. Los tres eran muy unidos. Ellos no solo se preocupaban de sus tareas como padres sino que también eran verdaderos compañeros de juegos. Pero Mónica comenzó a perder las energías y a visitar con frecuencia a los médicos. ¿Qué le pasa a máma?, preguntó Paulina. Necesita un corazón nuevo, dijo Esteban. Entonces Paulina dibujó coloridos corazones y carteles que decían: “Se busca corazón trabajador y comprometido. Y con ayuda de su papá salió a pegarlos a la calle y los subió a Instagram. Esa es una parte de la historia que recoge este libro que se lee en dos sentidos: por el otro, cuenta la historia de un corazón entusiasta que de pronto se queda sin cuerpo. Con alegres ilustraciones y un lenguaje emotivo, esta edición forma parte de la colección Las Dos Miradas y busca acercar a los lectores más jóvenes de la casa al tema de las donaciones de órganos.