Del folclor al rock: el legendario sello Alerce renace en tiempos digitales
La señera casa discográfica chilena retoma sus actividades con una serie de iniciativas; dispone su catálogo en las plataformas digitales, rescatando títulos del Canto Nuevo y el Nuevo Rock Chileno que en su momento solo estuvieron disponibles en casete. Asimismo, presentan un proyecto de difusión de cantautoría popular en un tríptico que reúne una selección paritaria de 48 artistas, que se extiende a podcast en plataformas y un show agendado este sábado en el Teatro Municipal de La Pintana.
Con casi medio siglo de actividad, el sello discográfico Alerce (”La otra música”) alista una serie de proyectos orientados a reposicionarse en la industria musical chilena, a tono con las exigencias propias de la era digital. La compañía, fundada por el hombre de radio Ricardo García en 1976, se volvió una referencia de la canción popular y de raíz, en especial por su relación con el Canto Nuevo, la Nueva Canción Chilena, entre otros. Su reputación fue tal, que incluso le permitió abrirse a géneros como el rock, con discos de Chancho en Piedra e incluso, el debut de Los Tres.
Los proyectos, que incluyen reediciones y lanzamientos, le han dado un nuevo aire a la discográfica tras algunos años en que poco se supo de esta. Pero desde el interior ofrecen otra perspectiva. “La idea es dar cuenta de que nunca hemos estado sin actividad -comenta Viviana Larrea, hija del fundador, a cargo del sello junto a su hermana Mónica-. Ha habido una sensación en el ambiente de que no estábamos haciendo cosas, como que habíamos dejado de crear proyectos y eso no es así.
Sin embargo, Larrea señala que sí hubo un tiempo de para, aunque por otras razones. “Hemos tenido un período de receso para replantearnos cómo continuar de aquí en adelante, porque el mercado de la música es muy diferente, la industria ha tenido problemas”.
Una de las iniciativas ya en marcha, es la de disponer en las plataformas digitales buena parte del catálogo de la discográfica, que originalmente salió a la venta en CD y en cassette. Una labor que recae fundamentalmente en Mónica Larrea. “Estamos revisitando nuestro catálogo para digitalizar y poner a disposición de los seguidores del sello Alerce todo lo que no habíamos podido hacer en este momento”, detalla Viviana Larrea. “Hay muchas producciones que se editaron únicamente en cassette y ahora las vamos a digitalizar”.
La novedad es que se incluyen piezas de la era del Canto Nuevo y del Nuevo Rock Chileno que nunca llegaron al formato disco compacto. Entre estos se cuentan títulos como Nuevo Orden (1992), el segundo álbum de Profetas y Frenéticos, proyecto del guitarrista Claudio Narea tras su primera salida de Los Prisioneros; Pozzeídos por la ilusión (1993), el debut de La Pozze Latina; Somos gente de la tierra (1992), álbum en vivo de Sol y Lluvia, entre otros. Estos quedarán disponibles para el público en plataformas como Spotify, donde el sello tiene un perfil (se encuentra como Sello Alerce Oficial).
En el área del rock, también se cuenta la reedición de La dieta del lagarto (1997), el célebre segundo álbum de Chancho en Piedra que incluye clásicos como Hacia el ovusol, Edén, Da la claridad a nuestro sol, entre otros. Eso sí, no incluye el juego que traía la edición original. “Es una reedición que se hizo para los 20 años, lo volvimos a reeditar en formato original”, explica la directora.
En la línea histórica, se cuentan algunos rescates. Allí están las grabaciones de Semilla, olvidado dúo de Jorge Venegas y Donaldo Silva formado a mediados de los setentas, en pleno régimen militar, cuyo único álbum Hombre de arcilla (1981) fue uno de los primeros registros de la discográfica. A este se le suma otra iniciativa, como la digitalización de la discografía de Carmen Prieto, destacada intérprete chilena de boleros. “Eso no lo hicimos nosotros, ella trabajó de manera independiente en un momento y ahora hemos retomado la relación con ella, entonces publicaremos cuatro de sus discos”, detalla Viviana Larrea.
Una vuelta al canto popular
Pero desde la discográfica aseguran que su gran proyecto es el tríptico del canto popular, el que han estado desarrollando en los últimos dos años, en plena pandemia. “Es una expresión musical que ha sufrido de invisibilización y marginación de los grandes medios, entonces hemos querido aportar al conocimiento y darle el lugar que se merece”, explica Viviana Larrea.
Se trata de una recopilación histórica en tres volúmenes que reúne a una selección paritaria de 48 exponentes de la cantautoría, del pasado y el presente, entre los que se cuentan nombres tan diversos como Eduardo Yáñez (autor del tema Nuestro Cobre), Patricio castillo (uno de los fundadores de Quilapayún), el grupo ochentero Transporte Urbano, además de Sol y Lluvia, Francisco Villa, Cecilia Concha Laborde, Rául Acevedo, Tata Barahona, Cecilia Astorga, hasta nombre más recientes como Araceli Cantora.
El proyecto incluye un podcast cuyo primer capítulo saldrá al aire este viernes en el canal de Spotify del sello. Se trata de una serie de entrevistas a los 48 artistas que integran el tríptico. “La idea es visibilizar este canto y sus exponentes”, detalla Viviana Larrea.
La iniciativa además se extiende a una serie de presentaciones en vivo. Este sábado 27 de agosto será el primero, llamado La gran noche del canto popular, en el Teatro Municipal de La Pintana desde las 18.00 horas con entrada liberada. En esa ocasión se presentarán 16 de los artistas del tríptico, entre los que destacan Sol y Lluvia, Romina Núñez, Los Puntúos, Francisco Villa, Eduardo Yañez, entre otros.
Para Viviana Larrea, es un motivo de real satisfacción el mantener a flote un proyecto musical que ya se acerca a los 50 años de existencia. “Es un gran orgullo habernos sostenido durante tanto tiempo y con tantas dificultades que hemos tenido que sobrellevar -reflexiona-. En una época muy oscura sobrellevamos el peso de la vigilancia, la censura, después tuvimos que sobreponernos al mercado que ha tenido gran impacto en compañías como la nuestra y después, al cambio en la forma de consumir la música en los últimos años. Son desafíos tremendos, y creo que Alerce es una marca muy importante en la cultura chilena, sostenerse y agarrar un nuevo impulso para sostenerse de una manera muy digna, como fue la herencia que nos dejó Ricardo García”.
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