Basta escuchar la introducción de 56 segundos, para comprender que There’d Better Be A Mirrorball, la primera canción inédita de Arctic Monkeys en cuatro años, supone un paso desde el hito marcado por la banda con el álbum Tranquily Base Hotel & Casino (2018). En el primer adelanto de su nuevo disco, The Car (a publicarse el 21 de octubre), la banda de Alex Turner ha derivado hacia una propuesta con los decibeles más contenidos y la interpretación más sentida, que a ratos parece moverse hacia un plano más cercano al jazz.
En un comunicado, la banda detalló que este sencillo muestra al grupo “corriendo salvajemente en un paisaje musical nuevo y suntuoso”. Nada raro para una banda que ha reinventado su sonido casi a cada álbum; de los adolescentes de canciones pisteras de sus primeros discos, al cancionero más pop de Suck it and see (2011), pasando por AM (2013) y sus temas cargados de sensualidad sostenida en retazos de rock clásico, a los temas más reposados de Tranquily Base Hotel & Casino.
Ese cambio es todavía más profundo en su nuevo material. Lejos de las ráfagas de guitarra eléctrica de Brainstorm, lo nuevo del grupo de Sheffield se sostiene en la interacción de los teclados y las cuerdas, sobre el pulso firme del baterista Matt Helders. El mismo músico había advertido que el nuevo material “es como continuar donde el otro [Tranquility Base Hotel & Casino] lo dejó musicalmente. Quiero decir, nunca va a ser como ¿RU Mine? [sencillo de AM] y todo eso de nuevo, ya sabes, los riffs pesados y esas cosas. Pero hay riffs allí y [es] un poco más rápido, aunque no es fuerte”, agregó. “¡Es dificil de explicar!”
Respecto al nuevo material de la banda, el líder del grupo, Alex Turner explicó el concepto. “Creo que con este disco nos hemos acercado a una mejor versión de un sonido general más dinámico”, le dijo al portal The Big Issue. “Las cuerdas de este disco entran y salen de foco y eso fue un movimiento deliberado y, con suerte, todo tiene su propio espacio. Hay un momento en que la banda pasa al frente y luego las cuerdas pasan al frente”. Aunque marcó una diferencia con el espacial Tranquility Base Hotel & Casino. “En este disco, la ciencia ficción está fuera de la mesa. Estamos de vuelta a la tierra”.
Al menos desde 2020 circularon las noticias sobre la actividad de la banda. En diciembre de ese año, Ian McAndrew, el mánager de los de Sheffield confirmó que el grupo estaba trabajando en nuevo material; incluso se había previsto grabar en el verano boreal esa temporada, pero las restricciones por el covid-19 dijeron otra cosa.
Así, el cuarteto que además de Turner y Helders completan Jamie Cook y Nick O’Malley, entró a trabajar en un estudio en la zona costera de Suffolk hacia julio de 2021. En el intertanto, lanzaron el álbum en vivo Live at the Royal Albert Hall, uno de los templos del rock célebre por afamados shows de titanes como Led Zeppelin, Black Sabbath, Creedence Clearwater Revival, Cream, entre otros. Un diálogo con la traidición rockera, pero que los “monos” han llevado a sus propios términos.
El nuevo lanzamiento discográfico se suma al retorno a la actividad en directo. El grupo volvió a los escenarios el pasado 9 de agosto en Estambul, tras su último show en 2019. Con este se inicia una gira de retorno que incluye fechas en el verano europeo y un tramo por América Latina, el que los tendrá como uno de los números fuertes en el cartel del debut de Primavera Sound en Chile, el próximo 12 de noviembre. Un regreso que ocurre a tres años de su última presentación en el país, en el marco del Lollapalooza Chile 2019. En la región también agendaron shows en Brasil, Argentina, Paraguay, Perú, Colombia, para luego subir a norteamérica.
En sus sets de directo, la banda se concentra en canciones de los discos AM (2013), Favourite Worst Nightmare (2007) y Humbug (2009). Además, ha presentado algunas canciones de The Car en pequeños bocados; por ejemplo, en Suiza interpretaron el tema I Ain’t Quite Where I Think I Am, que mantiene la línea más reposada de sus últimos lanzamientos, como para dejar en claro que este regreso es más bien una continuación.