Crítica de discos de Marcelo Contreras: Juan Gabriel, Megadeth y Blondie tienen algo en común

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Héroes del pasado remecen el presente y renuevan el panorama de novedades discográficas para esta semana. Todos bajo el mismo destino: brillar en base a lo que los hizo grandes. Blondie reluce con un box set, Juan Gabriel hace suya una entrega de duetos y Megadeth vuelve de una zona oscura con un título demoledor.


Blondie - Against the odds

Esta edición de 52 cortes resume un generoso box set que abarca los seis álbumes de Blondie entre 1976 y 1982, junto a tomas y mezclas alternativas, demos, piezas instrumentales y rarezas, instantáneas de una fase inigualable de la banda neoyorquina liderada por Debbie Harry y Chris Stein, uno de los nombres centrales de la new wave.

Desde el primer corte, una versión algo rústica de Out in the streets, original del influyente grupo vocal femenino The Shangri-Las, se instauran las pasiones retromaniacas de Blondie, parte del espíritu del primer punk rock en ambos lados del Atlántico, con The Ramones, The Clash y Sex Pistols alimentando cancioneros con el tipo de música que habían escuchado de niños. A la vez, la manera de encarar la pieza establece distancias con sus contemporáneos. Los integrantes de Blondie eran infinitamente más diestros y versátiles como instrumentistas y compositores -Clement Burke es un capo subvalorado en batería-, mientras cuesta imaginar una vocalista más carismática y guapa que Debbie Harry en ese periodo.

El compilatorio relata la rápida evolución del grupo abrazando tendencias distintas en una mezcla de pasado, presente y futuro, fusionando disco, el incipiente rap, sonidos del caribe, y la nostalgia por el pop chicle.

Juan Gabriel - Los dúo Colección completa Vol.1 + Vol.2

En 2015 Juan Gabriel lanzó en dos tandas un ambicioso proyecto de duetos. En febrero publicó diez clásicos y luego en diciembre otras 16 canciones junto a estrellas como Juanes, Ana Gabriel, Marco Antonio Solís, Isabel Pantoja, Luis Fonsi y Marc Anthony. Ambos discos son los últimos trabajos en estudio del extraordinario astro mexicano fallecido en agosto de 2016, generosamente reconocidos de manera póstuma con distintos galardones en los Premios Billboard de la música latina. Sin embargo, este compilatorio suma otras colaboraciones completando 32 cortes que se extienden por dos horas y 27 minutos, como una muestra de la capacidad para abordar distintas vetas más allá de la balada profundamente lacrimógena y afectada, como el pop de ambición góspel de Pero qué necesidad junto a Emmanuel, Caray envuelta de rock junto a Alejandra Guzmán, o el barniz tex mex de Te recuerdo dulcemente junto a Andrés Calamaro.

Hay algunos ligeros tropiezos como Abrázame muy fuerte junto a Laura Pausini, una especie de competencia por quien ejecuta más acrobacias vocales (gana la italiana), pero esta colección resume perfectamente la máquina de éxitos imperecederos que encarnó Juan Gabriel.

Megadeth - The sick, the dying… and the dead!

A seis años de Dystopia, la pausa más extensa entre discos en el historial de estos soberanos del thrash metal, Megadeth regresa con uno de los discos más accidentados de su carrera. Demoraron dos años y medio en producir este material que coincidió con la pandemia, junto con requerir el reemplazo de las partes grabadas por el bajista David Ellefson, apartado del grupo tras unos videos de índole sexual publicados en Twitter. Es también el primer trabajo posterior al cáncer de garganta del líder Dave Mustaine.

Toda la carga negativa es oro puro para el genio enfurecido que comanda Megadeth. Su voz delata el paso del tiempo y el desgaste -como buen cantante de thrash, su tono no es precisamente relajado-, pero la calidad compositiva sigue siendo de alto nivel, en excelente combinación de técnica y agresividad, con toques de categoría como la alternancia de guitarras acústicas y metalizadas en Dogs of Chernobyl. La velocidad endemoniada persiste como lo demuestran la brutal Night stalkers (con participación de Ice-T), y la contundente We’ll be back, con sus diversidad de tiempos. La violencia tampoco cede, según queda claro en Soldier on!. Con casi 40 años de uso y abuso, esta máquina de metal aún es formidable.

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