Habitualmente presentados como una banda asentada en los vínculos de amistad, amor y música entre sus integrantes, los canadienses Arcade Fire viven un momento de crisis en plena promoción de su más reciente álbum, WE (2022). Cuatro personas han acusado al cantante y compositor, Win Butler, de comportamiento sexual inapropiado.
Las denuncias son particularmente graves para la reputación de Arcade Fire. En su origen, la banda descansa en el matrimonio entre el cantante y guitarrista Win Butler y la talentosa multinstrumentista y también cantante, Régine Chassagne. Es decir, una historia de amor que se ha sostenido en la música y en apoyo a causas humanitarias, de hecho Butler ha reconocido que habitualmente vota por los demócratas en EE.UU, aunque sin comprometerse más allá. Solo el hermano de Win, el también músico Will Butler, dejó la banda a fines de 2021 para dedicarse a sus proyectos personales.
Según la publicación, las denuncias son de tres mujeres y una persona que se identifica de género fluido, fueron consignadas durante el pasado fin de semana por el portal estadounidense Pitchfork. Supuestamente, los hechos habrían ocurrido entre 2015 y 2020, período en que las denunciantes tenían entre 18 y 23 años. Por su lado, Butler tenía entre 36 y 39, en plena efervescencia por el éxito del álbum Reflektor (2013), que apuntaló la popularidad del grupo.
Estas detallaron que el músico, hoy de 42 años, las presionó y las forzó a tener interacciones de alto contenido sexual. Incluso, una de ellas señaló que en 2017 intentó suicidarse tras tener relaciones sexuales con él. En general, se trataba de contactos que se acordaban vía redes sociales, en conversaciones que luego derivaban en intercambios que bien pueden calificar en el sexting. Las denunciantes, por ejemplo, detallan que Butler les enviaba fotos de sus genitales.
Cuando fue requerido por la prensa, Butler optó por responder en un comunicado en que aseguró que las interacciones fueron consensuadas. “Nunca he tocado a una mujer en contra de su voluntad, y cualquier implicación que tenga es simplemente falsa. Niego con vehemencia cualquier sugerencia de que me obligué a una mujer o exigí favores sexuales [...] Si bien estas relaciones fueron todas consentidas, lo siento mucho por cualquiera a quien haya lastimado con mi comportamiento”. El músico añadió: “Cuando tenía 30 años, comencé a beber mientras lidiaba con la depresión más grave de mi vida después de que nuestra familia sufriera un aborto espontáneo -señaló-. Nada de esto pretende excusar mi comportamiento”.
La denuncia trajo repercusiones. Según portales como Consequence of Sound, algunas estaciones de radio canadienses (entre estas, CBC Music FM y Indie88 de Toronto) han optado por dejar de tocar la música de la banda, Asimismo, la cantautora canadiense Feist, quien acompañaba a la banda en su actual gira de WE como número de apertura, decidió bajarse del tour. “Permanecer en la gira simbolizaría que estaba defendiendo o ignorando el daño causado por Win Butler, y marcharme implicaría que yo era el juez y el jurado”, señaló en una publicación en su cuenta de Instagram. “Nunca estuve aquí para representar a Arcade Fire o tocar con ellos -añadió-.Estaba aquí para pararme sobre mis propios pies en un escenario, un lugar al que he llegado a sentir que pertenezco y que me he ganado como propio”, añadió.
En lo inmediato, la banda se encuentra girando por Europa, donde todavía tiene fechas en agenda, pero está por verse cuanto más le va a repercutir el impacto de unas denuncias que han socavado buena parte de la imagen pública de su líder.