Bandalos Chinos: “Nos gustan mucho Astro, Yorka y Mon Laferte, que tiene una voz increíble”
El exitoso sexteto pop argentino regresa al país con tres fechas, tras un auspicioso debut en abril pasado en el marco del Festival Ritual. En charla con Culto, repasan las claves de su nuevo álbum El Big Blue, la relación con su productor Adán Jodorowsky, la huella de la música de Charly García y Spinetta, así como sus vínculos con la escena chilena.
Probablemente, eran uno de los números más esperados en el Festival Ritual, que en abril pasado reunió en el Estadio Santa Laura-Universidad SEK, a una pléyade de artistas chilenos y extranjeros. Aunque llevan más de una década de carrera con cinco discos publicados, los argentinos Bandalos Chinos debutaron en el país en esa ocasión con un memorable show en que repasaron hits como Vámonos de viaje y temas de su nuevo álbum El Big Blue.
Para los oriundos de Beccar, zona norte del gran Buenos Aires, aquella vez todavía les resuena por la positiva recepción del público que siguió buena parte de sus canciones de pop directo y bailable. Una conexión con el país que parece bien encaminada al agendar una serie de fechas en solitario en Santiago (23 de septiembre, Teatro Coliseo), Quilpué (25 de septiembre, sala Trotamundos) y Concepción (27 de septiembre, Teatro Biobío). Es decir, un regreso auspicioso en menos de un año enmarcado en la gira promocional de El Big Blue, lanzado en mayo pasado.
Desde el otro lado de la pantalla, vía Zoom, el bajista Nicolás Ramírez del Pozo recuerda el debut en los pastos de Plaza Chacabuco. “En la primera visita había mucha expectativa, teníamos pendiente Chile hace rato nos venían pidiendo. Se pospuso por muchos motivos, pero finalmente se logró a principios de año y la vara quedó muy alta para las fechas que tenemos ahora”.
Una opinión que comparte el baterista Matías Verduga. “El Ritual fue increíble, fue hermoso. La sensación de estar tocando en un estadio repleto es inigualable para un músico. Fue algo más cortito de lo que vamos a hacer ahora que es mostrar de pe a pa el álbum Big Blue. El show está inclinado a ese disco, aunque vamos a sumar temas de BACH y Paranoia Pop también, para que sea bailable y consistente. Nos encantó Santiago, nos encantó la gente y ahora venir dos veces en el año es espectacular”.
En esa primera ocasión, el grupo vino solo por un fin de semana, por lo que no hubo mucho tiempo para muchas actividades. “No tuvimos la ocasión de recorrer tanto, así que hicimos una pequeña caminata por un barrio muy pintoresco, con calles angostitas, cerca de una avenida, no recuerdo el nombre”, cuenta Verduga.
Formados casi al inicio de la década del 2010, Bandalos Chinos es un sexteto que llamó la atención por su propuesta que mezclaba synthpop y ritmos de vocación pistera. Tras un prometedor álbum debut, el paso decisivo vino con BACH (2018), el que les permitió posicionar hits como Demasiado, El club de la montaña y Vámonos de viaje. Eso les abrió las puertas al mercado internacional e incluso ser parte de la edición 2019 de Vive Latino. “Entre 2018 y 2019 comenzamos a trabajar de manera mucho más profesional, giras más serias e internacionales, pudimos entrar a festivales -recuerda Verduga-. Entonces ahí pudimos generar un esquema que nos permitía repetir esos lugares, repetir giras en México, hicimos un Teatro Metropolitan, que es un hito para la banda. Es un trabajo de repetir, no es algo exponencial, es un trabajo de años y mucha dedicación que está dando sus resultados”.
Tarot y pop en el estudio
Si bien, el álbum El Big Blue fue trabajado durante la pandemia, sus canciones de pop sin complejos como Una propuesta y Mi Fiesta, hablan más de un futuro en que la realidad ha ido superando el encierro. “En las letras se nota que hay una temática más de encierro por decirlo así -dice Ramírez-. Pero al fin es un disco más post pandémico, también tiene la euforia de poder salir, ahora ya hemos podido salir a girarlo y tener fechas por muchos lados sin parar”.
Este álbum fue titulado por el estudio del mismo nombre dentro del complejo Sonic Ranch en Texas que fue levantado durante la pandemia e inaugurado por la banda. Al igual que los anteriores BACH (2018) y Paranoia Pop (2020) contó con Adán Jodorowsky (Adanoswky) en el rol de productor musical, además de ser una suerte de mentor para el grupo. “Adán es a quien le encomendamos la tarea de definir a donde vamos, porque entre seis nos cuesta más decidir -explica Verduga-. En la parte humana nos sentimos cómodos con él, entonces fue como una suerte de decir ‘equipo que gana no se toca’. Lo dejamos al mando de la producción porque tiene una cabeza espectacular, es una biblioteca musical”.
Jodorowsky, cuentan los músicos, fue quien propuso la forma de encarar la grabación del disco. “Se decidió grabar todos juntos en vivo, sin el uso de metrónomo ni de herramientas digitales, si alguien se equivocaba, había que volver a empezar -detalla Verduga-. Veníamos de un proceso de grabar en capas y después sumar cosas. Pero había una magia de lo que sucedía en el momento, una cosa viva que sonaba orgánica, eso era lo que Adán quería captar”.
No era solo tocar una y otra vez cada canción, como si fueran los Beatles en algunos días del Álbum Blanco. A menudo los músicos recurrían a ciertas referencias propuestas por Jodorowsky. “Sonaba una playlist de las referencias para cada canción, a veces para sacar el sonido de la tarola o cosas así -recuerda Ramírez-. Mucho Motown, algo de Bee Gees, mucho sonido orgánico. En Paranoia Pop era mucho más amplio, una paleta distinta”.
El grupo fue trabajando varias canciones, pero a veces el tiempo y la presión los llevaban a otro lado. Como una manera de distender algo las cosas, Jodorowsky echaba mano a una particular treta. “Tenía unas cartas de tarot chiquitas con las que a veces tomaba decisiones -detalla Verduga-. Cuando estábamos grabando era como ‘ya ¿qué tema hacemos’ y todos salíamos con uno distinto. Entonces él tomaba una carta del tarot para ver qué nos decían las energías de hoy, ‘salió esto, me parece que nos tenemos que ir por este tema’. Un tipo divino, ese tipo de cosas te van metiendo en un mood único. El estudio estaba nuevo, fuimos la primer banda en hacerlo sonar, por eso el nombre Big Blue”.
¿Y cómo se vinculan con el pasado más inmediato del pop argentino?¿se sienten continuadores de la tradición de Charly García, Soda, Virus?¿o se ven más distantes?
NR: De una forma más o menos voluntaria todos nos criamos escuchando Charly García, el Flaco Spinetta, Calamaro, bandas como Los Redonditos, Los Enanitos Verdes y Soda Stereo. Todos tenemos un bagaje más por un lado que por el otro, pero es una tradición que está presente y nos gusta retomar en algún punto. No sé si para decir que vamos a hacer un tema como uno de ellos, sino que son cosas que van aflorando. A Goyo [Degano, cantante del grupo] le dicen que de repente su voz se parece a la del Flaco o a la de Moura.
Además de ustedes, en Chile han destacado otros nombres argentinos como El Mató a un policía motorizado ¿se sienten la punta de lanza de un movimiento?
MV: Somos parte de una cofradía de artistas que se viene moviendo en paquete desde los últimos 5 años más o menos, con algunas diferencias de crecimiento, pero somos la mismas caras que nos vamos viendo hace tiempo. En un principio nos uníamos para armar ciclos, nos cruzamos más de una vez con Santiago motorizado, fueron años de trabajo conjunto, de estar pendiente de lo que estamos haciendo. Vas formando un esquema que le termina sirviendo también a otras bandas, datos de lugares, personas con las que vas trabajando. Sentimos que vamos ocupando un lugar de referencia para bandas que vienen. Ni hablar de la música urbana y la cantidad de artistas argentinos que se desprenden de ese género y que abren un lugar para la música argentina.
¿Conocen música chilena?¿han generado lazos con artistas chilenos?
MV: Nos gustaba mucho Astro, en 2015 tocaron un par de veces acá en Buenos Aires. Eran una buena referencia de sonidos poperos, mucho sampler. En México conocimos a Francisca Valenzuela, re simpática, vemos que le está yendo increíble. Y bueno, Mon Laferte que tiene una voz increíble…y nos ganó el Latin Grammy ajajajaja (ríe) pero la queremos igual. A mi novia le gusta mucho Paloma Mami. También yo grabé baterías con Alex Anwandter, un capo, pero no he hablado últimamente con él, así que no sé si va a usar esas ideas porque él es muy prolijo con todo lo que hace.
NR: Hay un dúo, súper orgánico, Yorka. Muy buenas vocalmente, las vimos haciendo algo súper mínimo con una guitarra, vocecitas muy limpias. No las conocía.
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