Las víctimas del “Carnicero de Milwaukee”: las historias reales de los 17 hombres asesinados por Jeffrey Dahmer
Gracias a la producción de Netflix encabezada por el actor Evan Peters, el asesino serial ha vuelto a convertirse en una obsesión para ajenos y familiarizados con su caso. Con resultados que han generado opiniones dispares, la miniserie Dahmer – Monstruo: La Historia de Jeffrey Dahmer intenta otorgar una voz a los hombres y adolescentes a los que les quitó la vida. Esto es lo que vivieron en la realidad Steven Hicks, Errol Lindsey, Anthony “Tony” Hughes y otros.
La negligencia y los sesgos de las autoridades permitieron que Jeffrey Dahmer extendiera su seguidilla de asesinatos durante años. Es la tesis que desde la ficción intenta desplegar Dahmer – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, la miniserie de Netflix que se ha convertido en comentario obligado durante los últimos días.
Cocreada por Ian Brennan y Ryan Murphy, la producción comienza por el final, cuando en julio de 1991 Tracy Edwards -quien estuvo cerca de transformarse en su víctima número 18- logró escapar de su departamento y dar aviso a la policía, provocando su detención y posterior sentencia a 15 cadenas perpetuas.
Luego, en sus restantes nueve episodios, la miniserie se adentra en su infancia y juventud, y en las escabrosas circunstancias que rodearon sus crímenes a lo largo de 13 años. En ese desarrollo también aparecen algunos matices, en particular en relación a las vidas de los 17 hombres y adolescentes que asesinó entre 1978 y 1991 (detalles sensible a continuación).
El primero de ellos fue Steven Hicks. Tenía 18 años (misma edad que su victimario) cuando fue recogido por Dahmer en la carretera y atraído para que fueran a su casa familiar, en la que estaba solo en ese momento.
En el lugar compartieron cervezas, conversaron y escucharon música, hasta que Hicks intentó abandonar el inmueble. En ese momento fue golpeado en la nuca y estrangulado. Posteriormente, se masturbó sobre su cadáver, diseccionó su cuerpo y enterró sus restos. Su historia aparece hacia el final del tercer capítulo.
Según su propia confesión, concretó su segundo crimen nueve años después, en 1987. Conoció a Steven Tuomi (25) en un bar y fueron juntos a la habitación en la que Dahmer se estaba hospedando, en el Ambassador Hotel en Milwaukee. El asesino contó que al despertar encontró a su acompañante con el pecho “aplastado” y con sangre saliendo por su comisura. De acuerdo con lo que relató, no tenía intención de matarlo, sino que quería drogarlo y explorar su cuerpo.
Abandonó la escena del crimen y llevó el cadáver de Tuomi hasta la casa de su abuela, en West Allis, Wisconsin, donde vivía en esa época. Días después, lo desmembró y se deshizo de todos sus restos, a excepción de su cráneo, que decidió conservarlo durante dos semanas.
A partir de ese año, y hasta su detención a mediados de 1991, Dahmer completó otros 15 asesinatos en contra de varones entre los 14 y 32 años, los que la miniserie de Netflix aborda sin seguir un relato lineal.
Una de sus víctimas del año 1991, Konerak Sinthasomphone (14), era hermano de Somsack, un adolescente al que conoció en 1988 y al que atrajo a su departamento ofreciéndole dinero a cambio de que posara en fotos desnudo. En su casa lo drogó y abusó de él, por lo que Somsack lo denunció ante la policía. Aunque Dahmer fue acusado de agresión sexual en segundo grado, en rigor sólo pasó una semana en la cárcel.
Todavía estaba en libertad condicional cuando la realizó una invitación similar a Konerak, quien aceptó. Luego de que fue drogado y recibió una inyección de ácido clorhídrico en el cerebro, el joven logró salir del departamento, gatillando que tres mujeres contactaran a la policía.
Dahmer explicó la situación asegurando que él era su novio, que era mayor de edad y estaba borracho. De ese modo logró sortear a la autoridad y asesinó al adolescente durante la misma madrugada. Conservó su cabeza y se deshizo del resto del cuerpo.
Dahmer – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer dedica un episodio completo (el sexto, llamado Silenced) al caso de Anthony “Tony” Hughes, un joven sordo que tenía 31 años al conocer a Dahmer en un bar gay. Seguía una carrera como modelo y estaba visitando a su familia cuando su destino se cruzó con el del “Carnicero de Milwaukee”.
Comunicándose mediante notas escritas, lo convenció de ir a su casa bajo la excusa de que posara en fotografías. Su final no fue diferente al de otros: el asesino serial lo estranguló y dejó su cuerpo en el piso durante tres días, antes de desmembrarlo y guardar su cráneo.
La indignación de la familia de Errol Lindsey
Errol Lindsey, un joven de 19 años, fue la segunda víctima de Dahmer en el año 1991 y el primero con el que practicó experimentos.
Tras invitarlo a su departamento, lo drogó y le inyectó ácido clorhídrico en el cerebro. Según la investigación, se despertó, pero su victimario lo estranguló y desmembró su cuerpo. Como en varios otros casos, mantuvo su cráneo, el que fue encontrado por la policía a mitad de ese año.
Isbell Lindsey, hermana de Errol, mostró su indignación con la miniserie de Ian Brennan y Ryan Murphy, en particular con la manera en que se aproxima a su testimonio durante el juicio.
“Cuando me vi a mí misma, cuando vi mi nombre en la pantalla y esta señora diciendo palabra por palabra exactamente lo que dije”, señaló al medio Insider. “Me trajo de vuelta todas las emociones que estaba sintiendo en ese momento. Nunca me contactaron de la serie. Siento que Netflix debería haber preguntado si nos importaba o cómo nos sentíamos al hacerlo”.
“Podría entenderlo si le dieran parte del dinero a los hijos de las víctimas. No necesariamente a sus familias. Quiero decir, soy mayor. Estoy muy cómoda. Pero las víctimas tienen hijos y nietos. Si la serie los beneficiara de alguna manera, no se sentiría tan duro y descuidado”.
Anteriormente, Eric, primo de Errol Lindsey, aseguró que “significa retraumatizar una y otra y otra vez. ¿Y para qué? ¿Cuántas más películas, series y documentales necesitamos? Recrear a mi prima teniendo un colapso emocional en el juicio delante del hombre que torturó y mató a su hermano es salvaje”.
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