Es probablemente uno de los momentos icónicos de la cultura pop. La noche del 19 de mayo de 1962, Marilyn Monroe, el mito sexual de Hollywood revivido recientemente por la película Blonde (disponible en Netflix), subió al escenario del Madison Square Garden enfundada en un ceñido vestido de Jean-Louis (el mismo que Kim Kardashian se empeñó en lucir para la Met gala este año) para cantar el cumpleaños feliz más sensual de la historia al presidente John F. Kennedy. Un instante tan breve como una canción, pero legendario por reunir a figuras claves del siglo XX.
En ese momento, la carrera de la actriz se iba por el despeñadero. Por entonces trabajaba en Something’s Got to Give, la que iba a resultar su última película. Un proyecto inconcluso que la enfrentó con 20th Century Studios por sus constantes ausencias y su mal desempeño en el plató que la llevaba a olvidar sus parlamentos, lo que complicaba el rodaje. En esos días, la bomba rubia estaba ahogada en una espiral de alcohol, pastillas y drogas que volvieron aún más complejo su habitual carácter voluble y su personalidad insegura.
Pero sobre todo, Marilyn subrrayaba su vínculo con el poder. De alguna forma su particular saludo al presidente Kennedy reveló que entre ambos había una poderosa tensión sexual, que tras las muertes de ambos, se acrecentó en la leyenda. Lo cierto, es que para el momento del ese particular Happy Birthday, ambos no solo ya se conocían sino que habrían mantenido un particular romance, todo, claro, a espaldas de la acongojada Jacqueline Bouvier, quien soportaba como podía las constantes infidelidades de Jack (como le decían sus amigos y cercanos).
Un encuentro con Jack
Hay varias versiones respecto a cuando y cómo se conocieron Marilyn y Kennedy. Según Jason Spada, biógrafo de la estrella de Niagara, fue el actor Peter Lawford quien los presentó en 1954. Por entonces ella estaba forjando su estrellato y él, era un político prometedor. Incluso se habrían topado con los años en otros eventos sociales, pero el momento clave habría ocurrido en 1962, cuando Jack ya era presidente. Habría sido en una cena en honor al mandatario cuando se habría producido el acercamiento a instancias de Frank Sinatra, uno de los cercanos a JFK.
En charla con People, uno de los amigos de Sinatra, Tony Oppedisano, detalló que la actriz se sentía atraída por el presidente. “Ella lo respetaba, lo admiraba”, dice. “A ella le encantaba lo que él estaba haciendo con el país, y luego al tener una relación física con él, lo encontraba atractivo y viceversa”.
Más aún, tras encontrarse en esa cena habrían pasado una noche juntos en la mansión de Bing Crosby en Palm Springs. Así al menos, lo recuerda en sus memorias Susan Strasberg, una de las confidentes de Marilyn e hija de Lee, el director del afamado Actor’s Studio, quien fue el mentor artístico de la rubia.
“Estaba bien acostarse con un presidente carismático”, señaló Susan a Vanity Fair. “A Marilyn le encantaba el secreto y el drama, pero Kennedy no era el tipo de hombre con el que quería pasar su vida, y lo dejó muy claro”. Habría sido en esa noche cuando JFK le pidió a Marilyn que estuviera en su fiesta de cumpleaños y recaudación de fondos en que cantó el Happy Birthday más famoso de la historia.
“Obviamente fue algo sexual, y esperaría que hubiera sentimientos de su parte”, señala Oppedisano en la misma entrevista con People. “Solo con echar un vistazo a las imágenes de ella cantando su ‘Cumpleaños feliz’, eso habla por sí mismo”, dice.
Por venganza con Bobby
¿Cuan lejos habría llegado la relación de Marilyn y JFK? pese a su imagen pública de rubia distraída (muy explotada habitualmente), ella era sagaz y comprendía rápido que lo suyo con Kennedy no podía pasar más allá de un affaire. “No es que no hubiera nada allí, pero seamos sinceros: era el presidente de los Estados Unidos, era un hombre casado y padre -dice Oppedisano-. Ella no estaba dispuesta a romper el matrimonio [del presidente], así que no dejaría que llegara tan lejos, incluso si lo sentía tan profundamente”, .
Esa habría sido la explicación para la aventura con Robert “Bobby” Kennedy, el hermano menor de JFK, a la sazón Fiscal General. “Cuando las cosas terminaron con Jack, ahí fue cuando ella recogió a Bobby, y no creo que duró tanto o fue tan profundo como lo fue con JFK. Bobby tenía una mentalidad diferente”, aseguró Oppedisano a People.
“Según Frank nuevamente, se sintió un poco traicionada y, una vez más, aprovechada cuando terminó”, agrega el mismo personaje. “Y hasta cierto punto, tal vez su relación con Bobby fue para vengarse de él, y no se trataba tanto de Bobby como de tal vez clavar su pulgar en el ojo de JFK: ‘No vas a estar conmigo, así que tal vez me ocuparé de tu hermano”.
Pero hay otras versiones. Según James Spada, lo que pasó es que Jack se aburrió del carácter voluble de Marilyn, por lo que simplemente le confió la relación a su hermano, quien era su hombre de confianza. “Estaba bastante claro que Marilyn había tenido relaciones sexuales con Bobby y Jack”.
Como sea, meses después de ese Felíz cumpleaños, el 5 de agosto de 1962, Marilyn fue encontrada muerte en un incidente que hasta hoy desata teorías conspirativas de todo tipo, que por supuesto han terminado involucrando a los Kennedy sin mucho en concreto. “Lo que le pasó a Marilyn Monroe es uno de los grandes misterios del siglo XX”, dice Spada en People. Según él, la relación con los Kennedy no necesariamente los hace sospechosos de asesinato. Admite que pudo haber encubrimiento, pero no de un homicidio. “Los Kennedy no podían arriesgarse a que esto saliera a la luz, porque podría haber derribado al presidente. Pero el encubrimiento que fue diseñado para evitar que alguien descubriera que Marilyn estaba involucrada íntimamente con la familia Kennedy ha sido malinterpretado como un encubrimiento de haberla asesinado”.