Cómo Asesinar a Felipes “No hacemos música para agradar”
El noveno álbum de CAF se estrena hoy en Dolby Atmos, convirtiendo su escucha en una experiencia cinematográfica. “No somos personas masivas ni pensamos en forma masiva”, declaran.
El crepitar de un vinilo captura el espectro sonoro, mientras la campanilla de un viejo teléfono repiquetea desde la derecha. Interrumpe un scratch, emerge el melancólico sonido de instrumentos de cuerdas como flores que despiertan al sol, y se confunden voces en español, francés e inglés. Parecen los créditos de un viejo film en riguroso blanco y negro, la música de una tragedia quizás.
Todo esto sucede en una pequeña sala del estudio La Salitrera en Providencia. El destacado productor e ingeniero Gonzalo “Chalo” González (Mon Laferte, Los Prisioneros), oficia de guía para comprender por qué la experiencia del noveno álbum de Cómo Asesinar a Felipes titulado Luz, Figura y Sombra, estrenado este viernes 7 de octubre bajo la modalidad de sonido envolvente Dolby Atmos -sistema disponible en Apple Music, Tidal y Amazon-, es parte de un cambio histórico.
“Esta tecnología es lo más importante que le ha pasado a la música desde el mono a estéreo”, declara convencido sobre este sistema creado originalmente para el cine. “Ya hay autos con Atmos, restaurantes Atmos. Funciona para museos y exposiciones. Esto es infinito. Es un multiverso de dinámicas y procesos en los que el estéreo se quedó chico”.
“Chalo” presenta otras muestras del disco, en tanto revela entusiasmado que en un futuro cercano escucharemos registros de conciertos en vivo, con la posibilidad de experimentar el sonido desde la perspectiva de los músicos.
DJ Spacio, el responsable de las tornamesas que imprimen una de las características de CAF -diálogos y grabaciones sugerentes de trama y misterio-, cuenta que esta nueva obra se compone de tres composiciones con tres distintas versiones, una orquestada, otra electrónica, y finalmente en formato banda. “Cada tema tiene tres formas diferentes, por eso Luz, Figura y Sombra”, resume.
“Son maneras distintas de ver lo mismo”, agrega.
Escuchamos el corte titulado III Sombra en la versión banda -”banda de rock, jazz, como quieran verlo”, advierte “Chalo”-, y esta vez la sensación es como estar rodeado por los músicos enfrascados en una ejecución de alta definición, coronada por la voz afilada de Koala Contreras, que entre distintos versos dice:
“Búscate tus propias palabras
Tus propias piezas
para el rompecabezas”
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Raimundo Santander es el nuevo bajista de Cómo Asesinar a Felipes tras la partida este año del histórico Sebastián Muñoz, aún cuando el músico actualmente radicado en Brasil grabó Luz, Figura y Sombra.
En rigor, Santander es guitarrista. Tiene su propio proyecto del que habla con orgullo -La Orquesta del Viento-, y del giro que implica salir de su instrumento habitual. Ha sido músico de Ana Tijoux, trabajó con Nano Stern, y tiene su propio material solista donde se revela como un virtuoso de elegante desempeño. Felipe Salas, el baterista y motor de CAF, nunca dudó que sería el elegido para hacerse cargo del bajo. Se conocen desde 2010.
“Siempre fue él”, sentencia.
Koala Contreras cuenta que ensayaban en salas contiguas. Cuando CAF terminaba un tema y la banda de Santander seguía, se quedaban escuchando. “Oye, está bueno”, coincidían.
“Después el Raimundo confesó que a ellos les pasaba lo mismo”, dice Salas.
“Superé la friendzone”, replica el aludido.
“Necesitaba que el músico que reemplazará en el bajo”, continúa el batero y compositor, “fuera alguien que aparte de conocerlo y tenerle cariño, tuviera peso, un personaje importante. Raimundo tiene una carrera larga en la música”.
Felipe Salas reconoce que la partida del tecladista original Marcos Meza fue un golpe -”a mi se me desarmó el mundo”-, pero con la llegada de Gabo Paillao comprendió que la energía seguía intacta.
“Después llegó Marcos Gallardo cuando se fue el Gabo”, evoca, “y así hemos pasado por varias etapas”.
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Felipe Salas muestra un intercambio de WhatsApp donde Billy Gould los felicita por el nuevo trabajo. El bajista de Faith No More ha producido la mayoría de los títulos de CAF, con la excepción de este donde “Chalo” González y él asumieron ese rol. Luz, Figura y Sombra es el primer álbum del grupo con el sello alemán Clouds Hill, especialista en vinilos, la misma discográfica que edita el formato para The Mars Volta.
La etiqueta germana eligió I Luz como single, la versión orquestal. “Se fueron en la volada los alemanes”, comenta “Chalo” entre risas.
Para Felipe, se trata de mostrar un aspecto que no es el común en el sonido de CAF. En la mirada de Koala Contreras, el álbum reitera una tendencia marcada desde Naturaleza Muerta (2019), álbum del año en los premios Pulsar de 2020. “Hacemos canciones y luego socialmente se ven reflejadas”.
-Una coincidencia.
Felipe: “Sincronismo”.
Koala: “No sé si es una coincidencia”.
Felipe: “Nos sale natural”.
Koala: “A mí me da miedo, porque estamos viendo cosas que pasan en el futuro. Grabamos las cosas antes de que ocurran. Es de temer”.
El cantante que rapea cree que cada miembro de CAF posee una llama interior descifrable como porfía.
“Si es necesario chocar 100 veces contra el muro”, asegura, “vamos a chocar 101″.
“Coincidimos en la música y el respeto”, interviene Felipe. “O sea, yo admiro lo que hace el Koala. Cuando hago la música, se que lo que va a hacer él me va a gustar, ¿cachai? Y eso me ha pasado durante 15 años. La música es nuestro punto de unión fuerte. Cuando estamos tocando, ensayando, girando, ahí volvemos a la vida. La pandemia nos quitó eso”.
Por lo mismo, CAF retoma con todo. El 3 de noviembre estrenarán oficialmente Luz, Figura y Sombra en la reputada sala Trotamundos de Quilpué -”la mejor para tocar en Chile”, asegura el batero-, junto con presentar ese día la cerveza que lleva el nombre del grupo. El lanzamiento en Santiago será en Las Tejas el 12 de noviembre, en el último show cobijado por el centenario recinto de San Diego antes de su cierre. El 15 de noviembre parten de gira a Alemania y luego visitarán tres ciudades de Rumania.
En las instalaciones de Cloud Hill en Hamburgo “grabaremos material nuevo y una sesión en vivo”, cuenta Felipe.
“El disco que viene es justamente la bienvenida a Raimundo”, apunta Koala. “Ya tengo las maquetas en mi poder y están dentro del universo CAF, bien progresivas”.
-Esa es la palabra para ustedes: progresivo.
Koala: “Si”.
Felipe: “Si, es una palabra que tiene varios sentidos, porque hay gente a la que le dices “progresivo” y sale corriendo”.
-Con el tiempo ha tenido aceptación en el verdadero sentido.
Raimundo: “¿Cuál es ese sentido?”.
-El deseo de avanzar. No tiene que ver necesariamente con virtuosismo o canciones de 20 minutos. Norma (2018) de Mon Laferte es progresivo. Se trata de no quedarse en un solo espacio.
Raimundo: “¿Paul McCartney fue un artista progresivo?”.
-Si, totalmente. En ese sentido, AC/DC es anti progresivo.
Koala: “La música clásica es cuadradita. CAF no es eso, sino progresivo. Nosotros tenemos el rap en estructuras donde habitualmente no se rapea. La influencia de cada quién es muy parecida a la hora de meter a la juguera un poco de hip hop, un poco de rock progresivo, un poco de jazz, un poco folclor, de tribal”.
-¿Se sienten como una banda de élite o de gusto entre músicos?
Koala: “Más selectivos, sectarios, que élite”.
-¿Alguna tentación de ser más masivos?
Felipe: “Soy fanático de Portishead y ellos son una banda que si la piensas ¿cómo fueron un fenómeno mundial? Desde que empezamos con los Felipes traté de hacer llegar la música a todo el mundo. Hice todos los esfuerzos y prácticas, trato de mostrarlo a todos. No quiero que lo escuche sólo un grupo de personas, no quiero ser ‘el culto’ o ‘el grupo que tienes que conocer’. Hemos tocado en hueás masivas, de nicho, pero lo que intentamos es que las barreras las pongan las personas, no nosotros”.
Koala: “No hacemos música para agradar, hacemos música para mejorarnos porque necesitamos una libertad tal que nos permita sentirnos valiosos como individuos. Buscamos ser considerados como seres, por eso nos manifestamos de distintas formas. Yo me manifiesto rapeando, escribiendo, y yo dentro del rap tampoco hago un rap masivo. Hoy no sé en qué está el rap. Nosotros escuchamos música antigua que nos vuela la cabeza pensando en el futuro. Lo diferente no es masivo. Es lo que pasó ahora con el apruebo y el rechazo. El resultado fue justamente la idiosincrasia del chileno. La minoría puede creer que todos pueden darse cuenta de ciertas cosas, pero no eres nadie para decirle a la gente que está equivocada. Entonces, la respuesta más concreta, es que nosotros no somos personas masivas ni pensamos en forma masiva”.
*El nuevo álbum de Cómo Asesinar a Felipes se puede encontrar en formato físico en la tienda Needle. Aquí lo puedes comprar en vinilo y aquí en CD. También está disponible en el local de Parque Arauco.
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