Las avalanchas de personas que ingresaron a la fuerza al Estadio Nacional, botando rejas y agrediendo a una funcionaria validadora, durante el primero de los tres shows que Daddy Yankee ofreció en el país a fines de septiembre, pusieron el foco en la seguridad de los eventos masivos. Más aún cuando en el último tiempo se han registrado incidentes en shows como los de Billy Idol y Gojira, que ponen en riesgo tanto a los guardias de seguridad como al público asistente.

Por ello, los shows 2 y 3 del puertorriqueño en el mismo coliseo de Ñuñoa requirieron de un plan coordinado entre la productora Bizarro y la Delegación Presidencial de la RM. Para Jorge Ramírez, gerente general de Agepec, la situación amerita afinar la relación público-privada. “Se requiere un replanteamiento de toda la estructura de los eventos en términos de seguridad, porque estos tienen sus límites. Los únicos que pueden controlar de manera eficaz las inmediaciones de los recintos es Carabineros. La guardia privada solo puede dar un servicio complementario y didáctico dentro de los recintos”.

Asistentes a show de Daddy Yankee fuerzan rejas e ingresan sin ser controlados. Foto de Pedro Rodríguez.

La normativa de los guardias tiene antecedentes como el DL 3.607 de 1981 y ha tenido actualizaciones como el Decreto 261 exento de 2020, que establece el manual operativo. Allí se establece que las personas que ejercen la labor de guardia privado lo hacen exclusivamente “dentro de un recinto o área determinada” y no pueden “poseer, tener o portar armas de fuego”.

Este último punto fue marcado por el director de Bizarro, Alfredo Alonso, en charla con este medio tras lo ocurrido en los shows de Daddy Yankee. Allí aseguró que la ley delimita la acción de la seguridad privada, por lo que “de la reja hacia adentro es nuestra responsabilidad, de la reja hacia afuera es del Estado”.

GUARDIAS DE SEGURIDAD EN CONTROL DE ACCESO A GUNS N' ROSES. FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Para ejercer la función de guardia de seguridad se requiere certificado médico y psicológico que acredite idoneidad para la labor, no haber sido sancionado por actos de violencia intrafamiliar, no haber sido condenado o acusado de un delito, no haber sido sancionado por la Ley 19.327 (que regula los espectáculos de fútbol profesional), no haber dejado de pertenecer a cualquiera de las ramas de las FF.AA. y de orden por sanción disciplinaria.

Además, la ley establece como requisito la certificación del curso de formación para guardias de seguridad OS10, que en la actualidad es ofrecido por varias empresas con precios que en el mercado oscilan entre los $120.000 y $140.000, y duran de 90 a 100 horas dependiendo de quien lo ofrezca.

Respecto a la composición etaria del personal hay algunos detalles. “Hace años se decidió ocupar más guardias mujeres y adultos, porque generaban más respeto frente a una agresión. Si tú tenías tipos muy maceteados, lo que se generaba al final era el conflicto inmediato”, detalló Alonso. Otros productores consultados por este medio detallaron que a raíz de los sucesos de violencia en algunos shows, a las empresas de seguridad se les ha vuelto difícil completar las cuotas de guardias solicitadas, por ello se recurre a adultos mayores.

GUARDIAS DE SEGURIDAD EN CONTROL DE SHOW DE GUNS N' ROSES. FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Pese a ello, desde la industria de los espectáculos remarcan que la violencia sobrepasa cualquier preparación. “Nadie está preparado para el descontrol y el desquicio, nadie -señala Ramírez. Por tanto, no es correcto endilgarle a la guardia de un evento la responsabilidad de lo que pasa. Probablemente se cometieron errores, pero no es posible otra cosa que mitigar”. Y advierte: “Esto va a aparejar una serie de problemas. Las medidas de protección, el control con cientos de personas con sistemas de vigilancia digital van a encarecer la producción de los eventos”.

La cantidad de guardias requeridos por show se determina a partir del aforo esperado. Esta se tramita a partir de la solicitud para evento masivo, como lo regula la circular 28 de la Intendencia de la RM (establecida tras lo ocurrido en el show de la banda Doom en 2015, que dejó tres muertos y cinco heridos graves tras una avalancha), así como las observaciones del OS-10 de carabineros que participa en el proceso de decisión. Respecto del salario de un guardia por evento, fuentes de la industria detallan que en promedio estos rondan alrededor de los $ 25.000 y $ 35.000.

Para Jorge Ramírez, la situación actual amerita un esfuerzo por mejorar la legislación. “Hay que hacer nuevos protocolos para profesionalizar y darles mejores herramientas a quienes ejercen la actividad de guardias privados. Hay que trabajar en conjunto con quienes hacemos los eventos, la autoridad muchas veces suele trabajar a puertas cerradas y no se sienta con quienes tienen la experiencia. Ahora, hay cientos de eventos que transcurren en completa normalidad”.

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