“Si vas a ser famoso, sé útil”: lo que dicen las memorias de Bono
Surrender, 40 canciones, una historia, se llama el libro en que el cantante de U2 repasa su vida a partir de algunas de las canciones de la banda. Un texto en que más que detalles musicales, se explaya en reflexiones, las vivencias de niñez en la Irlanda jalonada por la violencia, la muerte de la madre, los inicios y el crecimiento del grupo, hasta su labor como activista, reuniones con presidentes incluidas.
A la manera de un relato en perspectiva, la historia arranca en la navidad de 2016, con el momento en que Bono, la estrella de rock cuya voz define a U2, está tumbado en una camilla de un hospital de Nueva York, a punto de morir. Tras algo más de 660 páginas, todo acaba con un nacimiento, el del propio artista en mayo de 1960 en un hospital de Dublin, Irlanda.
Entre ambos puntos críticos corre la historia que Bono despliega en Surrender, 40 canciones, una historia, libro ya disponible en tiendas vía Reservoir Books. Se trata de las memorias del célebre cantante, articuladas en torno a una selección de las canciones del grupo. Entre estas, pasan clásicos como Sunday Bloody Sunday, Bad, With or Without you, Pride (in the name of love), Beautiful Day y varias otras.
Pero no se trata de un relato tradicional y cronológico en su sentido más estricto, menos de un making off. Es decir, más que detalles precisos sobre estudios de grabación, jornadas de composición o discusión de arreglos musicales (aunque los hay, como la historia de The Unforgettable Fire junto a Brian Eno), el texto es más bien un relato honesto y personal en que las canciones se articulan a momentos específicos. De alguna manera, lo que busca Bono es evidenciar cómo la música de la banda respondió a ciertas coyunturas.
Así, abundan las reflexiones, las citas de autores, fragmentos de poemas y canciones, que parecieran ser más elocuentes a la hora de ilustrar cómo se articuló la vida de un muchacho criado en el número 10 de Cedarwood Road. Hay detalles sobre el seno familiar que replicaba la tensa realidad de la Irlanda de los 70′s, en medio de la violencia, con madre protestante y padre católico.
Un chico, que tal como Lennon, McCartney, Madonna, y otros tantos antes que él, perdió a su madre durante su infancia. Un dolor que aborda con total honestidad, y sobre el que se ha explayado en canciones como I Will Follow, del álbum debut Boy (1980), e Iris (Hold Me Close), del controvertido Songs of innocence (2014), del que por cierto, hace alguna autocrítica por la cuestionada decisión de cargarlo de manera gratuita para los clientes de iTunes.
La misma honestidad con que el músico ahonda en otros detalles en los que antes fue particularmente reservado. Por ejemplo, el vínculo con su esposa, Alison Stewart, a quien conoció en la escuela secundaria. Por esas coincidencias difíciles de explicar, la primera cita ocurrió en la misma semana en que él respondió a un aviso de Larry Mullen Jr, para formar una banda que acabó convirtiéndose en U2. De allí a que le dedique varios pasajes a su compañera de vida y ruta, en variados momentos; como una fan en los primeros shows de la banda, a sus viajes juntos por lugares tan diferentes pero igualmente complejos, como la Centroamérica convulsa de los 80′s, a la Etiopía jalonada por el hambre, que acabó por inspirar Where the streets have no name.
En el texto, además pasan algunas historias de los inicios que detallan cómo la banda se forjó el estrellato a punta de trabajo y una fuerte confianza en sí mismos. Hay detalles sobre las influencias musicales, desde el punk a Dylan. También algunas escenas como la primera vez tocando en la cocina de la casa de Larry Mullen Jr, así como los arrebatos de furia de Bono con sus compañeros por no ser suficientemente buenos, además de los primeros viajes a Londres para intentar hacerse un nombre y repartir cintas de la banda a los periodistas musicales. Y por cierto, perfila a sus compañeros de grupo, en particular al templado talento del guitarrista The Edge (“Edge es minimalista por naturaleza. Yo no. Yo soy maximalista”, lo define).
Buena parte del texto, en particular desde su tercera parte, nos muestran al Bono activista y con compromiso por las causas humanitarias. “Si vas a ser famoso, claro, sé divertido, sé irreverente -detalla-. Pero sobre todo, sé útil”. Allí pasan las reuniones con presidentes como Bill Clinton y George Bush, así como sus esfuerzos por erradicar la deuda externa del Tercer Mundo y sus esfuerzos en pro de las víctimas del VIH. El libro se despliega entonces en los rincones del poder, desde el punto de vista de una estrella de rock. Una historia que perfila a un artista tan honesto, como ampuloso.
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