Si algo recuerda el colombiano Juanes de la noche del jueves 20 de febrero de 2003, son los nervios. A primera vista, no tenía mucho de que temer; esa noche llegaba a la Quinta Vergara como uno de los números más esperados del Festival de Viña, gracias al éxito en la programación radial de los sencillos de Un día normal, su segundo álbum solista, como A Dios le pido, Es por ti y Fotografía (junto a Nelly Furtado), los que le volvieron el sabor del momento.
Pero Juanes, un melómano empedernido, sabía muy bien a lo que venía. “A mí todo el mundo me hablaba del Monstruo de Viña y que esto y aquello -cuenta en charla con Culto vía Zoom-. Yo era un niño y estaba muy aterrado porque había que estar ahí. Estaba muy emocionado, pero asustado”.
Pero fue solo el susto. Esa noche el medellinense despachó una actuación contundente. Logró tal conexión con el público (y los televidentes, al superar los 50 puntos de rating promedio), que tras cantar el hit A Dios le pido, que cerraba el programa, el Monstruo insistió para que cantara una más. Así, tuvo que volver e hizo Luna, ante una Quinta totalmente entregada. “Yo recuerdo que en esa época Chile fue como el último país en que entró el álbum Un día normal -cuenta-. No sé la razón, pero fue como el último país donde las cosas empezaron a funcionar con el álbum”.
“Y cuando yo llego a este festival y encuentro la muy buena respuesta de las personas…yo quería llorar, ¿eh? estaba muy emocionado -agrega-. Era como un sueño muy especial. Recuerdo con cariño inmenso y todas las veces que estaba ahí, siempre desde ese momento creo que ha sido muy especial para mí. Es un lugar donde me siento muy cómodo con el público de los conciertos que hemos tenido hasta ahora”.
Juanes se apresta a su reencuentro con el público chileno, luego de tres años, el próximo 13 de diciembre en el Movistar Arena con el Origen Tour. “Es muy especial, porque creo que después de la pandemia y de todo lo que nos ha pasado, el volver al escenario para los shows es una oportunidad de sentirme bien. La última vez que estuve ahí fue en el Lollapalooza; fue brutal ese festival, el cariño, la gente, lo que pasa ahí. Entonces regresar ahorita a este lugar me emociona mucho y más en este momento en donde siento que he estado más preparado”.
-Su regreso a Chile coincide con los 20 años de Un día normal, el álbum que lo acabó catapultando a la fama a nivel latinoamericano, ¿Cómo recuerda ese trabajo con el paso de los años? ¿Cuánto marcó su vida ese trabajo?
-Pues la verdad yo lo veo con una gratitud inmensa. Fue un momento muy, muy hermoso en lo personal, en donde yo cambié de la oscuridad, la depresión y la tristeza muy horrible a encontrar a mi esposa, la que es la mamá de mis hijos, a empezar a desarrollar mi sueño de ser artista, viajar por todo el mundo. Recuerdo muchísimo la grabación en Los Ángeles, con Gustavo Santaolalla y Aníbal Karpel. Es un álbum muy honesto, muy hecho con el alma, yo diría. Y lo que más me gusta de todo es que han pasado los años y digamos que sigue ahí, la gente lo sigue apreciando. Celebrar sus 20 años es increíble, parece que fue ayer, pero realmente han pasado 20 años.
-¿Tenía confianza en el disco?¿Pensaba que le podía ir bien o le sorprendió la reacción de la audiencia?
-Creo que todos los artistas pensamos igual, siempre pensamos que tenemos el mejor disco. Pero en mi caso sí, estaba convencido, pero no de que iba a triunfar de esa manera. Estaba muy contento con lo que había hecho, lo escuchaba mucho y estaba muy obsesionado con que quedara lo mejor posible. Tenía mucha, mucha fe, pero uno nunca sabe realmente lo que puede pasar, siempre hay algo de sorpresa también. Pero uno siempre tiene que creer en lo que hace porque si no, pues no tiene sentido.
-Este álbum destacó sobre todo por sus singles, ¿alguno le sorprendió?, ¿alguna historia en particular?
-Fotografía, por ejemplo, fue una canción que fue casi de las últimas. Estábamos grabando el álbum y al final aparece la canción que terminó siendo un dueto con Nelly Furtado. Otra muy importante para mí fue Es por ti, por ejemplo, que la compuse para mi esposa cuando vivíamos en Bogotá, en un apartamento muy chiquitico, casi como del porte de este cuarto. Fue una época en que se vivió algo muy hermoso. Estábamos soñando con algo y creíamos en lo que hacíamos, de ahí salieron las canciones, cada una tuvo su momento. A Dios le pido, es la más conectada con mi país, mi familia, mi madre, mi padre. La gente las tomó de manera muy, muy, muy especial y yo muy agradecido por eso.
De vuelta al origen
El regreso de Juanes al país lo encuentra con un nuevo álbum, Origen (2021). Un trabajo que, como indica su título, es una revisión de la música que marcó sus años formativos. Allí pasan versiones muy personales para temas tan variados como el tango Volver, clásicos latinos como El amor después del amor, himnos como Could you be loved de Bob Marley, y hasta La bilirrubina, de Juan Luis Guerra. Una idea que el artista venía masticando desde hace algunos años.
“En muchas ocasiones después de los shows tocaba la guitarra, cantaba esta música popular y como que en ese momento salió la idea -cuenta-. Llegó la pandemia y todo se retrasó un poco. De hecho el álbum lo grabamos casi al principio de todo, antes de que la pandemia empezara”.
Juanes detalla que la idea se inspiró en uno de sus artistas favoritos. “Yo siempre he sido muy fan de Metallica y recuerdo mucho que en mi casa tenía un afiche del Garage Days, que eran canciones de otros artistas, entonces es como si lo hubiera tenido ahí en la mente. En verdad la idea salió hace como unos tres o cuatro años, no fue como últimamente. Tenía como la necesidad de hacer un pare creativo en el contexto de hacer mi propia música y definir muy bien el camino para donde quería irme realmente”.
-¿Qué le generó este reencuentro con sus raíces?
-Para mí fue como un regreso a la infancia y madurar hacia la infancia, recordar un poco más quién soy, de dónde vengo, el por qué algún día decidí dedicarme a la música. Y además fue increíblemente positivo para mi, porque después de que termine este álbum, pues llegó la pandemia y me puse a componer mucha música nueva. Y de hecho esto nuevo que tengo ya terminado ahorita, después de haber hecho Origen, ha sido muy, muy, muy saludable para mí en la parte creativa, haber revisitado todos estos lugares de infancia y la juventud.
-El álbum Origen tiene canciones de registros muy variados, versiones de rock latino, hasta tango y bachata. ¿Cómo se decidió cuáles incluir?
-Inicialmente era una lista muy larga de canciones. Yo tenía como 50 canciones en una playlist y la forma de organizarlo fue un poco irnos por las etapas de la vida. Entonces está la primera infancia, la etapa más temprana de mi vida, donde sonaba Silvio Rodríguez, Carlos Gardel, Julio Jaramillo, era como muy importante la música del sur. Luego la adolescencia que trajo Juan Luis Guerra, el rock en español con Fito Páez. En la adolescencia está la parte de descubrir la ciudad y empezar a salir a la calle, a los conciertos. Y la época más ya más adulta, Sabina, que si bien tiene mucha, mucha carrera, en mi viaje fue descubierto más tarde.
-¿Y en su casa se escuchaba música?¿sus padres eran de comprar discos?¿cómo era la relación de su familia con la música?
-Mi hermano mayor siempre tocó la guitarra y canta, hasta hoy. Todos mis hermanos también cantaban y tocaban la guitarra. Mi papá cantaba también, cuando estaba en la casa. Le cantaba a mi mamá música de los años 40-50, el énfasis muy fuerte en el en el tango, en la música del interior de Colombia, música muy hermosa. Y así fue como que yo me empecé a involucrar con la música porque yo llegaba del colegio con mis hermanos y literal, en la sala de la casa había tres o cuatro guitarras, almorzábamos y todos ellos iban a tocar y cantar. Crecí viendo eso, ni siquiera recuerdo como aprendí a tocar la guitarra, sino que desde que tengo la razón y la conciencia estoy con la guitarra tocando. También hay gusto particular, hay un grupo argentino que se llama Los Visconti, que eran muy populares, también Los Chalchaleros que tocaban chacareras o zambas, muy populares en la zona donde yo vivo en Medellín y obviamente en mi casa. Eso fue como el primer acercamiento que tuve. Luego vino Silvio Rodríguez en la época más adolescente, la trova cubana, luego el rock en español.
-Y a propósito de Colombia, hace algún tiempo en España dio unas declaraciones debido a la reciente elección presidencial donde triunfó Gustavo Petro. Usted decía: “Colombia necesita conocerse a sí misma, quienes somos realmente y esa inclusión es fundamental para que muchas heridas y dolor pasen definitivamente”. Entonces, ¿siente que era necesario un cambio en Colombia? ¿siente que de alguna forma se abre una nueva etapa en su país?
-Sí, definitivamente creo que el país estaba cambiando. Viene cambiando hace mucho tiempo y creo que lo que se dio ahora es como la respuesta. Llegamos a eso, pero creo que es algo que viene sucediendo hace muchos años y obviamente que la incertidumbre está ahí y no se sabe que puede pasar. Pero lo único que yo deseo es que le vaya bien a Colombia, porque es mi país, es el lugar que yo amo. Entonces ojalá que se tenga la suficiente inteligencia y la claridad y la fortaleza para llevarlo, le deseo solo lo mejor.
-¿Qué le pasa cuando lo cuestionan en las redes sociales por no hablar sobre lo que pasa en su país?¿o porque es supuestamente, muy “blando”?¿lee esos comentarios?
-Los leo a veces. La verdad es que no me meto en las redes sociales, porque es muy loco lo que pasa con las redes sociales porque a veces eres el mejor, a veces soy lo peor. Y mucha gente interpreta cosas que no son ciertas, ¿entiendes? Entonces, dicen que es muy blando o que yo dije esto o aquello. Pero realmente si la gente mira y revisa mi historia en Twitter y las redes sociales, yo siempre he dicho las cosas, las he dicho cuando las he sentido y las digo como se lo diría a mi pareja, no tengo por qué decirlas como si fuera otra persona. A veces me pongo a pelear por Twitter y es imposible. Es imposible porque la gente siempre piensa algo de ti, con una percepción que no siempre es real. Entonces es muy difícil, uno siempre sale perdiendo con ese tema. Pero realmente yo amo a mi país y me importa demasiado todo lo que pasa constantemente, claro que sí.
-¿Cómo ve el rock actualmente? cada cierto tiempo vuelve el debate sobre si el rock está muerto o sobre cómo se reinventa ¿cómo se posiciona en ese debate?
No, para mí el rock no está muerto. Eso es una mentira, no creo que sea así. En el mainstream está sonando más el hip hop o el reguetón o la parte urbana, pero yo creo que el rock está sumamente vivo y yo creo que va cambiando también. Si te pones a ver algunos artistas de trap, tienen algo de rock, pero es como con otros sonidos. El último disco de Muse, por ejemplo, está brutal. Y tienes a Metallica o Iron Maiden todavía llenando a estadios. Ahora claro, son bandas de los de los 80 pero yo creo que eso todavía les permite llegar a nuevos fans.
-¿Ha escuchado música que le llame la atención por estos días? Hace poco también colaboró con Morat, en el sencillo 506
-Sí, hay dos bandas, de Medellín y de Bogotá, que he estado escuchando últimamente y que la verdad me parecen buenas y verdaderas. La Margarita Siempre Viva es de mi ciudad y hay otra que llama Nicolás y Los Fumadores que es de Bogotá. Me parece bastante sorprendente. Y sobre Morat, son súper talentosísimos. Me encanta ver gente joven, tan talentosa que tocan todos los instrumentos y que componen sus canciones. Además ya tienen un fan base muy establecido y son muy, muy, muy juiciosos en eso. Eso me gusta mucho. Creo que hacen un rock diferente. Me han invitado a esta canción 506 que me parece súper cool.