Si hay uno que espera por el fin del año es Morrissey. En el último tiempo, el inglés ha hecho noticia tanto por su obra como por sus declaraciones y polémicas. En noviembre pasado, haciendo gala de su particular temperamento, se retiró intempestivamente de una presentación en el Teatro Griego de Los Ángeles (ciudad en la que reside desde años), cuando apenas llevaba media hora de espectáculo.
En esa ocasión, el ex The Smiths no reveló la razón del desplante. Uno de los músicos de su banda fue el que debió salir a dar explicaciones a la audiencia. “Lo siento, pero debido a circunstancias imprevistas, el espectáculo no continuará. Lo sentimos mucho. Nos vemos la próxima vez. Disculpas.” Por cierto, nada sobre las “circunstancias imprevistas”. El mutismo siguió durante los días posteriores, pese a las especulaciones en las redes sociales que acusaban que el cantante no soportó el frío local.
El episodio solo contribuyó a eclipsar su retorno discográfico. Luego de tres años, Moz se apresta a lanzar un nuevo álbum titulado Bonfire of Teenagers, del que ya compartió un adelanto, la animada canción Rebels Without Applause. Un álbum que el inglés anunció en mayo de 2021, y que calificó, sin medias tintas, como “el mejor álbum de [su] vida”.
De hecho, aprovechando la vuelta a los shows tras la pandemia, Morrissey ha presentado parte del material del nuevo álbum en los conciertos de su tour por EE.UU., Reino Unido e Irlanda. Además de la ya mencionada, también ha interpretado cortes como Sure Enough, The Phone Rings, I Live In Oblivion y Kerouac’s Crack.
El álbum, producido por Andrew Watt (quien estuvo a cargo del regreso de Britney Spears, en su versión de Tiny Dancer junto a Elton John) es un proyecto ambicioso para una carrera que en los últimos años ha estado marcada por las controversias y las críticas mixtas hacia sus lanzamientos discográficos, y sus incursiones en otros géneros, como la autobiografía y la novela; de hecho, el ya lejano You’re the quarry (2004) es considerado su último gran trabajo gracias a potentes sencillos como First of the gang to die y Let me kiss you. Una marca no muy honorífica, considerando que en los albores de su carrera solista publicó discos de buena factura como Viva Hate (1988) y Your Arsenal (1992).
A tono con la época, se había anunciado una sorprendente lista de invitados que incluía a Chad Smith y Flea de Red Hot Chili Peppers (en Rebels Without Applause), Iggy Pop, además de Miley Cyrus. Sin embargo, con esta última las cosas se enfriaron y al parecer no estará incluida en el disco, tal como lo detalló una publicación del 24 de diciembre en el sitio web oficial de Moz. “Miley Cyrus ahora quiere que la quiten de la canción I Am Veronica para la cual se ofreció como voluntaria como corista hace casi dos años”, sin añadir mayor explicación.
La aciaga navidad de Morrissey sumó otra vela, al detallarse que el artista se separó de la discográfica Capital Records, la que iba a publicar el nuevo álbum. Una dificultad que se arrastra desde la intempestiva salida de BMG (con el que grabó sus últimos tres discos), en noviembre de 2020. “El nuevo Ejecutivo de BMG ha anunciado nuevos planes para la ‘diversidad’ dentro de la lista de artistas de BMG, y todos los lanzamientos/reediciones proyectados de BMG Morrissey han sido descartados”, señaló el comunicado oficial.
Tiempo después, el inglés señaló que Bonfire of Teenagers, quedaría para “el mejor postor”, y ese, hasta ahora, parecía ser Capitol. Así, el lanzamiento del disco, fechado originalmente para febrero, se ha pospuesto de forma indefinida. “Morrissey se separó voluntariamente de la gerencia de Maverick/Quest. Morrissey también se ha retirado voluntariamente de cualquier asociación con Capitol Records (Los Ángeles)”, detalló una entrada en su sitio web, del pasado 23 de diciembre. Un buen regalo para Navidad para Moz hubiese sido un contrato discográfico.
Mientras se resuelve la situación de Bonfire of Teenagers, Morrissey anunció a comienzos de diciembre que ya tiene reservado estudio en enero y febrero del 2023 para grabar un nuevo álbum, titulado Without music, the world dies. “Las canciones, por supuesto, son magníficas, e incluso las implacables dificultades que hemos experimentado recientemente no son suficientes para matarnos”, señaló el ex The Smiths.
“La grabación será el quinto álbum de Morrissey producido por el ganador de diez premios Grammy Joe Chiccarelli, y la banda sigue siendo Jesse Tobias, Gustavo Manzur, Alain Whyte, Juan Galeano y Brendan Buckley. Las 12 canciones fueron escritas por Morrissey con Alain Whyte, Jesse Tobias, Gustavo Manzur. Todavía no hay un sello discográfico para el proyecto, y se están investigando formas de lograr una distribución global”, detalló el comunicado en el sitio web oficial.
Y a tono con sus polémicas, Morrissey también arremetió contra las discográficas en su más reciente entrevista en cámara desde el London Palladium (no ofrecía una desde 2015). Allí, no se guardó nada. “Ellos [los jefes de sellos discográficos] hablan de, ‘Oh, debemos tener diversidad, diversidad, diversidad’, que es diversidad de personas que no conoces”, señaló. “Y solo significa, es solo otra palabra para conformidad. Es la nueva forma de decir conformidad, diversidad. De todos modos, no ves nada diverso, todo es conformidad”.
Esta es nada más la suma de variadas declaraciones acumuladas en la última década, en que incluso se ha acercado a posturas extremas. En 2010, a tono con su habitual veganismo y crítica hacia el consumo de carne, declaró que en China la situación de los derechos de los animales es “absolutamente horrible. No puedes evitar sentir que los chinos son una subespecie”. También ha sido particularmente crítico con la inmigración. “Con el tema de la inmigración es muy difícil porque, aunque no tengo nada en contra de la gente de otros países, cuanto mayor es la afluencia a Inglaterra más desaparece la identidad británica”, declaró a NME en 2007, cuando se le preguntó si estaba considerando regresar a Reino Unido. El cantante alegó que fue sacado de contexto, pero en 2019, no dudó en lucir un pin de For Britain, un movimiento nacionalista británico de extrema derecha. Pese a ello, ha negado cualquier vínculo racista. “No creo que la palabra ‘racista’ tenga algún significado, más que decir ‘no estás de acuerdo conmigo, entonces eres un racista’. La gente puede ser completamente, completamente estúpida”.