Taylor Swift, todo está bien: la estrella que seguirá reluciendo

TAYLOR SWIFT

El anuncio de su vuelta a las giras, en el mismo período en que obtuvo una nominación a los Oscar y prepara su debut como directora de largometrajes, marcan el horizonte de la artista. Un camino que sigue su ambición creativa, sostenida en su capacidad de contar historias y conectar con su fanaticada a través de una sorprendente cercanía. Acá, las claves para entender a la mayor figura pop del momento.


“Definitivamente me siento más libre para crear ahora”, reconoció a mediados de diciembre la cantautora Taylor Swift, en charla con el dramaturgo Martin McDonagh como parte de la serie anual Directors on Directors del afamado medio especializado Variety. No exagera. A sus 33 años, la artista vive un período de expansión creativa en que ha logrado consolidar su nombre como la estrella pop del momento, pese a la presencia de varias que podrían reclamar ese título (desde Dua Lipa a Rosalía).

Tras dos años sin publicar material inédito, la cantautora lanzó el 21 de octubre su nuevo álbum, Midnights, compuesto por “historias de 13 noches de insomnio”, como señaló en la previa. Este, el décimo de su carrera, consiguió apreciaciones muy favorables, de hecho el crítico de Rolling Stone, Mark Sutherland, le dio cuatro estrellas de cinco posibles y señaló que es “una especie de grandes éxitos compuestos por canciones que nunca antes habías escuchado”. Más aún, pese a que salió con el año ya muy avanzado, igualmente se coló en varios listados de los mejores largaduración de la temporada.

Taylor Swift durante los MTV Video Music Awards 2022 en el Prudential Center, New Jersey. Foto: BauerGriffin/INSTARimages.com/Cover Images

Asimismo, el disco tuvo una exitosa recepción de audiencia. En el medidor clave de nuestros días, fue el más escuchado en un solo día en la plataforma Spotify, con 184.6 millones de reproducciones, y todavía figura entre los primeros cinco puestos del Top 50 Global; solo le ganan SOS de SZA y el fenómeno de la temporada 2022, Un verano sin ti, de Bad Bunny. Además, se sumó a la lista de discos que en solo una semana lograron vender un millón de copias en el mercado de EE.UU.

El regreso en el disco tuvo además el anuncio de una nueva gira, The Eras Tour, la primera de la artista desde 2018, ya que no pudo salir a la carretera para apoyar sus lanzamientos de 2020, Folklore y Evermore, por la pandemia. Como reza su nombre, es una revisión a su extensa trayectoria y sus variados momentos, acaso como para celebrar su pulsión creativa.

Allí quedó claro el alcance de su fanaticada; la venta de los tickets para 52 de sus fechas en las ciudades grandes de Estados Unidos derivó en un bullado escándalo, debido al fracaso en la gestión de las entradas por parte de Ticketmaster, quienes tenían la exclusividad; se cuestionaron los altos precios y el colapso de su sistema de venta en línea ante la alta demanda por boletos, pese a que había gente inscrita para la preventa. Todo acabó en caos y en una convocatoria a una audiencia de la comisión antimonopolio del Congreso. Una manera indirecta, pero suficientemente clara, en que la estrella se hizo notar.

Una estrella diferente

La acción de las/los llamada/os “swfites”, la militante fanaticada de la artista (que ha sumado hasta al presidente Gabriel Boric), da cuenta de cómo se ha procesado su figura. Si bien, eso se ha visto desde la Beatlemanía, en este caso hay algo de fondo. “El fanático de hoy busca otro tipo de estrella -dice Macarena Hansen, conductora de Radio Rock&Pop-. Una con la que puedan sentirse identificados y reflejados. Que te emocione con su música, pero que también suba fotos de sus gatos en Instagram. Un ícono arriba del escenario, pero que facilmente podría ser tu amiga, aunque sea solo una ilusión”.

Así, el vínculo se ha asentado en el ágora de nuestros tiempos; las redes sociales. “Taylor Swift es quizás la artista moderna que mejor entiende la industria musical como un negocio de la interacción -sigue Macarena Hansen-. Una de las mujeres más inteligentes en el pop a nivel empresarial, cuya promesa va más allá que solo la experiencia musical. Es también una relación activa con una fanaticada que mantiene a bordo con pistas y significados ocultos en su música”.

Taylor Swift

El crecimiento de la fama de Taylor, también responde a cómo ha logrado empoderarse y transmitir una genuina confianza en sí misma. Ha privilegiado su iniciativa y visión creativa ante todo. Por ejemplo, un antiguo conflicto con la discográfica Big Machine por los derechos de sus 6 primeros discos, la llevó a tomar la tangente; regrabarlos, nota a nota, en nuevas versiones. De momento, lleva dos (Fearless y Red).

Nacida y criada en Pensilvania, la artista se inició en los escenarios de Nashville como una prodigio del country. Desde allí se ha sabido mover hacia el pop, sazonado entre la electrónica, y los ritmos bailables; de hecho sus fans tienden a hablar de las “eras” de la cantante, un poco como si fuera Bowie moviéndose de Ziggy Stardust a los días de Station to Station y Berlín.

El salto vino con el sonido más intimista y adulto de Folklore (2020) y Evermore (2020), sus celebrados discos de pandemia que le permitieron ampliar su audiencia. Allí ha contado con un socio; si Billie Eilish tiene a su hermano Finneas, Taylor tiene a su amigo y productor Jack Antonoff. Un nuevo episodio para las sociedades creativas claves de la música moderna, de Leiber/Stoller, hasta Nick Cave/Warren Ellis.

Allí hay otra clave para comprender su popularidad. El crítico musical de La Tercera, Marcelo Contreras, señala la obra de Swift como un factor que la diferenció de otras estrellas pop del momento. “Yo creo que tiene que ver con el tema autoral, el hecho que sea una cantautora y esté muy involucrada en la producción de sus discos, a pesar de que cuenta con este tándem con Jack Antonoff que ha definido de forma insoslayable su sonido”.

Taylor Swift
Taylor Swift

También el hecho de que buena parte de sus canciones tenga un contenido testimonial. Hay referencias a su propia historia, sus temores y frustraciones. “Un factor es el hecho que sepamos que su material tiene que ver con su propia vida y existencia, eso no pasaba con Madonna, probablemente el gran referente femenino musical de todos los tiempos. Pero en el caso de Taylor Swift, todo tiene que ver con su vida amorosa, con lo que a ella le sucede”, detalla Marcelo Contreras.

El interés por contar historias explica la expansión hacia la dirección audiovisual. El debut lo marcó con All too well, una pieza regrabada del álbum Red (Taylor’s version) convertida en un dramático cortometraje de 14 minutos, el que detalla la historia de altibajos de una pareja que tiene diferencia de edad, por supuesto, basada en un romance que ella vivió a los 21 años con una persona mayor (incluyendo la bufanda olvidada, por cierto). “Esto no es un video musical, abordamos todo de manera diferente”, explicó durante la promoción. El corto sorprendió con la cita a la línea “Es tan corto el amor y tan largo el olvido”, de Pablo Neruda ¿estará al tanto de los cuestionamientos hacia el vate? como sea, la idea no empañó la producción.

El trabajo la hizo ganar un VMA y su ambición fue tal, que hasta se proyectó en el Festival de Cine de Tribeca y en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Aunque no consiguió entrar entre los 15 candidatos a definir la categoría de Mejor cortometraje de los Oscar, fue incluida en la prenómina de Mejor canción original, por Carolina, su tema para La chica salvaje. Una carrera que la pone en competencia con figuras como The Weeknd, Rihanna y Lady Gaga, pero que le ha dado nueva visibilidad.

Más allá de un pequeño rol en Amsterdam la temporada pasada, la pantalla llama a Taylor Swift. La artista debutará como directora en largometraje escrito por ella, en alianza con Searchlight Pictures, la misma tras producciones como Nomadland y La forma del agua. Una nueva expansión en el que parece ser el mejor momento de su carrera. Uno en que es una estrella del pop en sus propios términos.

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