“Nunca me hubiera imaginado que mis días de gira hubieran terminado de esta manera”, escribió Ozzy Osbourne (74) en un sentido comunicado revelado esta jornada. El llamado Príncipe de las Tinieblas, uno de los nombres capitales del heavy metal, anunció su retiro definitivo de los escenarios, en una decisión que esta vez asoma como irreversible.
En el comunicado, el inglés detalló que sus complicaciones de salud fueron la causal de su decisión. “Me he dado cuenta de que no soy físicamente capaz de hacer mi próxima gira por Europa/Reino Unido. Fechas, ya que sé que no podía hacer frente a los viajes requeridos”. Por ello, la que parecía su última vuelta antes del retiro finalmente se acaba con un final tan accidentado como su situación en los últimos años.
La gira No more tour 2, se había retrasado varias veces, forzada por la pandemia y la endeble salud del ícono del rock. En noviembre pasado se anunció que el tramo europeo, que incluía pasos por Reino Unido y a los legendarios Judas Priest como número de apoyo, se había postergado para mayo de este año. Pero el anuncio dejó en claro que no hay vuelta atrás.
Ozzy había planeado su vuelta a los escenarios, acompañado de su nuevo álbum, Patient Number 9, el que en general tuvo buenas críticas (NME por ejemplo, le dio 4 de 5 estrellas posibles) e incluso le valió cuatro nominaciones a los Grammy. En rigor su primera aparición pública ocurrió en julio del año pasado, con ocasión de la Comic Con. Allí se refirió a la riesgosa cirugía en la zona del cuello a consecuencia de un accidente doméstico que sufrió en el baño de su casa en 2019. Una intervención que según su esposa, Sharon “determinaría el resto de su vida”. Palabras que resultaron proféticas.
En esa ocasión, Ozzy charló brevemente con Entertainment Tonight. “Es genial, es genial -señaló-. Me gusta ver a la gente, ya sabes. Eso ha sido lo más difícil de los últimos años, porque he estado tratando de recuperarme de mi cirugía. Estoy llegando. Es una subida lenta de regreso, ¿sabes?”.
En el último tiempo, Osbourne también ha conectado con algunos hitos del pasado. En agosto pasado, se reencontró en el escenario con Tony Iommi, su eléctrica media naranja de Black Sabbath. Ocurrió en el cierre de los juegos de la Commonwealth, en Birmingham, la ciudad natal de la banda. Fue una pequeña reunión del grupo, sin el bajista Geezer Butler, en que interpretaron el clásico sencillo Paranoid. “Acabamos de terminar los Juegos de la Commonwealth juntos. Es realmente agradable ser amigable con alguien que solía intimidarme”, señaló Ozzy.
Además de su presentación en Birmingham, Iommi figura como invitado en dos canciones (Degradation Rules y No Escape From Now) de Patient Number 9.
Pero en los últimos meses, ya había pistas de que algo no andaba bien. En noviembre detalló que la recuperación de su cirugía no parecía ir como esperaba, lo que complicaba sus chances para salir de gira. “Es tan jodidamente difícil porque, quiero decir, quiero estar ahí afuera. Quiero estar haciéndolo. Esta maldita cirugía que hizo este tipo. Maldita sea, no tienes idea”, dijo a Yahoo.
Por ello, remarcó que la situación lo tenía muy molesto. “No puedo empezar a decirte lo jodidamente frustrante que se ha vuelto la vida”, detalló. “Es increíble cómo te va la vida y una estupidez puede estropearlo todo durante mucho tiempo. Nunca he estado enfermo tanto tiempo en mi vida”.
Un accidente maldito
Fue una caída en el baño de su casa en 2019, en la que perdió el equilibrio y se impactó de lleno en la cabeza, la que marcó el presente y los días futuros de Ozzy. Para su mala suerte, aquella desgracia sucedió en un año particularmente difícil. Este ocurrió mientras se recuperaba de un cuadro de influenza por el que debió ser hospitalizado.
“Osbourne ha sido diagnosticado con una infección severa en la parte superior del sistema respiratorio que el médico considera que podría convertirse en neumonía, dado el carácter físico de las actuaciones en vivo y un extenso programa de viaje en Europa en condiciones invernales extremas”, señaló el comunicado en su momento.
Por ello, el accidente solo complicó aún más su salud. “Sufro de un dolor increíble”, reveló él mismo en una entrevista con Good Morning America. Peor aún, como hace años no consume drogas, debió ingerir medicamentos mucho menos potentes para su organismo, por ello, apenas le hicieron efecto. “Tengo que tomar todos estos calmantes para el dolor, pero me muero por todos esos opioides [drogas] que no puedo tomar”.
Y además, tras someterse a una operación por el accidente, ha sufrido de dolores en el cuerpo. “Se me adormeció este brazo por la cirugía, mis piernas siguen enfriándose. No sé si ese es el Parkinson o qué, pero ese es el problema. Cuando me hicieron la cirugía me cortaron los nervios. Hasta ese momento nunca había oído hablar de dolor en los nervios”,
Ello se suma a los achaques que ya sufría tras un accidente en quad el año 2003. “No puedo caminar bien estos días. Tengo fisioterapia todas las mañanas. Estoy algo mejor, pero no tanto como quiero estar para volver a la carretera”, contó en 2021 a la revista especializada Metal Hammer.
Peor aún. En el año 2020, Ozzy reveló que padece del mal de Parkinson. Un diagnóstico que recuerda al del síndrome del Parkin que le fue revelado en 2005, el que se vinculaba con los temblores que sufría, atribuidos a sus excesos con el alcohol y las drogas durante su juventud.
“Es Parkin 2, que es una forma de Parkinson. Esta enfermedad se manifiesta de diferentes maneras, y en cualquier caso no se trata de una sentencia de muerte. Sí que afecta a los nervios, entonces hay días buenos, otros no tan buenos y después uno francamente malo”, detalló su esposa Sharon Osbourne, quien realizó el anuncio en una entrevista que ofreció junto a su marido a Good Morning America. El músico simplemente no pudo hablar.
Y por si faltara algo, en abril pasado el legendario cantante se contagió de Covid-19. Fue su primera infección, pese a que el virus ya lo habían padecido su mujer, Sharon, y sus hijos. “Hablé con él y está bien”, señaló Sharon a la cadena británica Talk TV. “Estoy muy preocupado por Ozzy en este momento. Hemos pasado dos años sin que él se contagie de Covid, y es solo la suerte de Ozzy que lo contraiga ahora”.
Pese al esfuerzo, el desgaste de los tratamientos médicos y la suma de complicaciones finalmente gatillaron la decisión conocida esta jornada. “Mi único propósito durante este tiempo ha sido volver al escenario. Mi voz para cantar está bien. Sin embargo, después de tres operaciones, tratamientos con células madre, interminables sesiones de fisioterapia y, más recientemente, el innovador tratamiento Cybernics (HAL), mi cuerpo todavía es físicamente débil”.