“Tal vez esta es la rama de olivo que podemos necesitar para terminar con las injusticias que se cometieron con New Order al final”, fue la reacción de Peter Hook, el histórico bajista del grupo de Manchester, ante la noticia de que ellos, y su encarnación anterior como Joy División, están considerados de manera conjunta para el Salón de la Fama del Rock & Roll este año.

Un reconocimiento, en que también fueron incorporados nombres como The White Stripes, George Michael, Kate Bush, Rage Against the machine, entre otros. Pero que en las palabras de Hook destilan un conflicto que ha desangrado al grupo desde el nuevo milenio, pero que tiene algunas claves algo más profundas.

Hook, hizo carrera junto a Bernard Sumner, Ian Curtis y Stephen Morris como Joy Division, acaso una de los nombres claves del postpuk y el dark posterior. Tras el suicidio de Curtis en 1980, siguieron adelante bajo el nombre de New Order, integrando a la pareja de Morris, Gillian Gilbert, en el puesto de tecladista-guitarrista. Juntos crearon un sonido particular de vocación pistera y pop, en base a sintetizadores, baterías electrónicas y las líneas de bajo melódico de Hook, destilados en discos como el imprescindible Power, corruption & lies (1983), Low-life (1985), el hedonista y discotequero Technique (1989), entre otros.

Peter Hook

Desde entonces, el grupo trabajó de forma ininterrumpida hasta una primera pausa en 1993, con algunos de sus integrantes emprendiendo proyectos paralelos. Por ejemplo, en 1991, Sumner lanzó el álbum debut de Electronic, el proyecto que levantó junto al ex guitarrista de The Smiths, Johnny Marr, en una sociedad que se extendió por tres discos.

Según Peter Hook, ese tipo de movimientos son los que hay que mirar para entender la historia posterior. “En mi opinión, Bernard nos separó en 1991 cuando se fue con Johnny Marr [para formar Electronic]”, le dijo a NME en 2009, dos años después de salir del grupo. La tensión, eso sí, todavía estaba latente.

Una renuncia y una demanda

El grupo se volvió a reunir en 1998, y mantuvo un régimen de lanzamientos discográficos y presentaciones en vivo, ya convertido en un referente del pop de sintetizadores. Pero la interna estaba revuelta. Hook, luchaba contra su adicción al alcohol y las crecientes tensiones con Sumner. Mucho tenía que ver la divergencia en la mirada sobre los sets de las presentaciones, los que según Hook hacían poca justicia a la historia del grupo y los días con Curtis. “Estaba tan enojado porque New Order había tocado tan pocas canciones de nuestro increíble catálogo. Pero tampoco habíamos celebrado nada relacionado con Joy Division, lo cual fue desgarrador”, dijo a The Sydney Morning Herald, en noviembre de 2022.

El bajista incluso entró en rehabilitación, pero las cosas no mejoraron. En sus memorias New Order, Joy Division y yo, Sumner relata que todo acabó por estallar en un hotel en Tokio, durante un viaje para presentarse en el Festival de Fuji, en 2005. “Hooky me lanzó toda una diatriba, apuntándome con el dedo, acusándome de joderle el pasado, de pretender joderle el futuro, y diciendo que yo era responsable de todo lo que había ido mal en New Order”, detalló.

New Order, de izquierda a derecha: Gillian Gilbert, Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris

Al año siguiente, antes de un show en Buenos Aires, Hook le dijo al periódico Página/12 : “Este podría ser nuestro último concierto”. Así, de forma unilateral le daba una palada a la historia del grupo. Pero Sumner y Morris no lo secundaron y reaccionaron en un comunicado. “Estamos muy decepcionados de que Hooky haya decidido ir a la prensa y anunciar unilateralmente que New Order se ha separado. Habríamos esperado que él pudiera haberse acercado a nosotros personalmente primero. Él no habla por toda la banda, por lo tanto, solo podemos asumir que ya no quiere ser parte de New Order”. La historia ya no tenía vuelta atrás y Hook dejó al grupo.

Tras una pausa de cuatro años, New Order se reagrupó para tocar en una serie de shows a beneficio, esta vez sin Hook. Cuando se enteró, el bajista fue duro. “¡La primera vez que escuché sobre esto fue el lunes y me tomó completamente por sorpresa! ¡Todos saben que NEW ORDER sin PETER HOOK es como QUEEN sin FREDDIE MERCURY, U2 sin THE EDGE, SOOTY sin SWEEP! Hablando más en serio, no entiendo la decisión que han tomado LOS OTROS TRES. Ojalá se hubieran acercado a mí primero”, escribió en MySpace. Fue en ese período en que la banda pasó por Chile, con una recordada presentación en Lollapalooza Chile 2014.

Pero la reunión trajo coletazos. El bajista demandó a sus compañeros por la situación de sus regalías, y además comenzó su proyecto Peter Hook & The Light, en que interpreta en vivo discos completos de New Order y Joy Division. Con este se presentó por primera vez en Chile en 2013 en un accidentado show en el Club Amanda. Tras una dura e intrincada batalla legal, finalmente en 2017 llegaron a un acuerdo. Pero la fricción ya asoma total y definitiva.

“Las disputas se basaron en el uso de Hook de varios activos de New Order y Joy Division en merchandising y en la promoción de espectáculos de su nueva banda, y la cantidad de dinero que recibe por el uso del nombre New Order por parte de sus antiguos colegas desde 2011″, detalló el comunicado oficial de New Order. Por su lado, Hook detalló que no hay chance de juntarse siquiera a conversar con Sumner. “Deberíamos haberlo hecho, pero está en curso, y lo que hicieron al reducir mi participación del 25 por ciento en New Order al uno por ciento es imperdonable”, le dijo a NME ese año.

Por su lado, Sumner se refirió al tema en 2015, en pleno proceso de promoción del álbum Music Complete, de New Order. “Es una verdadera lástima -le comentó a Rolling Stone-. Mi corazón sangra por él. Dejó la banda y luego se quejó de dejar la banda. Pero le deseo buena suerte y que siga con lo que ha elegido hacer en lugar de llamarme todo tipo de nombres. Está tan enojado. Si eliges tomar un camino en la vida, no culpes a otras personas por el camino que elegiste tomar... Debe ser un poco aburrido para la gente”.

Sigue leyendo en Culto