“Afortunadamente se volvió a una buena idea”, es lo primero que comenta el señero pianista Valentín Trujillo (89) cuando se le pregunta por la decisión de revertir la exclusión de la tradicional orquesta del Festival de Viña del show presencial, lo que generó una áspera polémica.
La idea original, dejar a la orquesta trabajando desde Santiago y enviar las pistas grabadas al evento a propósito de ajustes de presupuesto por parte de la organización, había sido cuestionada de forma tajante por variados actores de la industria; desde la SCD, hasta algunos de sus miembros históricos e incluso su antiguo director, hasta 2010, Horacio Saavedra.
A ellos se sumó Trujillo a través de una carta publicada en las redes sociales. Allí fue particularmente duro con la decisión inicial, la que incluso motejó como musicidio calificado. “Están matando la profesión de las y los músicos con ferocidad, por lucro y codicia. Justificar la no contratación de músicos para la orquesta del Festival de Viña, aduciendo que así se ‘ahorran” dinero importante, es por decir lo menos, penoso y vergonzoso”.
“¿Prefieren gastar en arriendo de alfombras rojas para fiestas que sólo disfrutarán unos pocos y no en música que llegará a millones?”, agregó.
Para Valentín Trujillo, el revuelo mediático fue clave en revertir la decisión. “Yo creo que pesó la presión de los músicos y la opinión pública. Eso pesó mucho para volver a colocar lo que nunca debió ser aceptado siquiera como una idea, y así mantener la orquesta del Festival en un Festival de canciones”, detalla al atender la llamada de Culto.
Con una larga carrera en que ha sido director orquestal (debutó en 1969 junto a Saúl San Martín) y competidor, Valentín Trujillo ha estado ligado al evento por décadas. “Tengo una historia larguísima, cuando el Festival no era tan grande y se hacían dos funciones diarias; lo he dirigido, he actuado, he competido, en fin, una historia muy larga”, cierra.