Pasadas las 2.30 de la madrugada salió a escena Paloma Mami. Un horario en que la Quinta Vergara esta habitualmente desocupada y con buena parte del público retirado. Sin embargo, en su debut en el Festival de Viña, la chilena tuvo a casi toda la audiencia que llegó a ver a Karol G, con las populares repletas y prácticamente toda la platea ocupada.
La cantante contaba con la ventaja de tener una audiencia receptiva y favorable. Cuando en la previa sonó en la Quinta Vergara el mix con musicalizaciones de varios artistas que se presentarán en esta edición, el coro de No te enamores sonó atronador por parte de las “bichotas” de Karol G. Un público centennial que congeniaba con la programación cargada a la mirada femenina y que desde el primer momento se hizo notar. Acaso como confirmando la irrupción del nuevo “Monstruo” juvenil, impaciente y claro en sus códigos.
Con una ambiciosa puesta en escena que tuvo cuerpo de baile, banda en vivo y escenografía con sabor a la cultura urbana neoyorquina, la artista abrió con Mami, seguida por Goteo. Dos sencillos conocidos, pero no masivos. Por ello no generaron gran reacción del respetable. Un detalle que marcó la noche al evidenciar que si bien, Paloma Mami tiene canciones populares y un mejor show en vivo que hace algún tiempo, aún no tiene un repertorio suficientemente amplio.
En abril pasado, durante su presentación en el Festival Ritual, la artista mostró un espectáculo que de alguna forma mostraba su ambición por darle a su directo una fibra internacional, con cuerpo de baile y diseños escénicos específicos para cada canción. Un relato que rimara con sus giras por el extranjero y su origen estadounidense. En Viña, optó por jugar con la escenografía, y presentar un show de grandes éxitos, como manda el manual. Un espectáculo diseñado con cuidado en apenas dos meses y que contó con el apoyo de Maitén Montenegro. El rodaje, el tiempo en la carretera y el apoyo, fueron claves para mostrar a Paloma Mami más consolidada en el escenario.
Pero llegó un momento de prueba. “No me escucho”, señaló al poner en evidencia un problema con el sistema in ear que le permite escuchar el sonido de escenario. Ello la obligó a detener el show por unos minutos, y manejó el asunto con naturalidad. Acaso para salir rápido del asunto, lanzó al ruedo el hit No te enamores de mi, seguida por el público con entusiasmo, aunque el cansancio ya mermaba los ánimos. El coro sonó fuerte con apoyo del respetable, pese a un nuevo problema con los auriculares.
El show se enrieló definitivamente con el hit Fingías, coreada por las “bichotas” que se mantenían en la Quinta pese a lo avanzado de la madrugada y el frío que se hacía sentir a esa hora. Le sumó el detalle de un saludo grabado de Ricky Martin, antes de interpretar Qué rico fuera, el tema lanzado juntos, en el empeño de presentar a la cantante como figura de la música latina. “Esto es un sueño cumplido”, señaló.
Luego apostó por su participación en el remix de Ultra Solo, y entonó el tema más popular del 2022, seguido con fervor por el público, en especial la línea “Ultra sola, ultra rica”. El detalle volvió a evidenciar el cariz juvenil y centennial del regreso de Viña.. Por ello, el público comenzó a hacer el habitual gesto de la Gaviota para premiar el show. Recibió las de Plata y Oro. Emocionada, agradeció a su familia presente en la Quinta, abuela incluida.
Tras su fulgurante irrupción en 2018 y un caótico debut en Lollapalooza, Paloma Mami tenía que dar el salto que le permitiera consolidar su carrera. Una serie de lanzamientos posteriores y el álbum Sueños de Dalí (2021), le dieron algo de densidad, pero faltaba un hito mayor.Viña, era el paso clave sorteado con un show intenso y rápido. El coreado final con Not Steady, el tema que la lanzó a la fama cerró una noche que salvo sus baches, mostró un espectáculo mejor diseñado que en otras ocasiones apoyado por un público que la apoya. Pero denotó que todavía no cuenta con un repertorio suficientemente amplio como para un escenario como el de Viña.