El ajetreado jueves 19 de enero, fue el paso decisivo de la carrera internacional del comediante chileno, Fabrizio Copano (33). Su histórica presentación en el Late de James Corden, conocido por la sección Carpool Karaoke, de alguna forma fue un punto que visibilizó la actividad del ex Club de la Comedia en el gigante del norte. Parte de esa carrera es la que se podrá ver este 23 de febrero en su presentación en el Festival de Viña, escenario al que vuelve tras su debut en 2017.

Una presentación que marcó su carrera. Poco después de aquella experiencia, Fabrizio decidió probar suerte en el extranjero. A la fecha lleva siete años de residencia; uno en México, y luego 6 en Estados Unidos (4 en Los Ángeles y 2 en Nueva York, respectivamente).

Hoy reside en Nueva York y se presenta semanalmente en bares y escenarios de comedia en Manhattan. Pero la consolidación no fue fácil. “Primero me fui a ciudad de México sólo y ahí hice algunas redes -detalla a Culto-. Me fui quedando mas y más, hasta que conocí una manager que me motivó a irme a Los Angeles. Luego me mudé a California con mi polola, actual esposa. Y ahí arrendamos una casa de un ambiente, cerca de West Hollywood. El año pasado recién nos fuimos a NY. Lo más peludo de la instalación fue la Visa y esos papeleos”.

Fabrizio Copano. Fotografía de Val Palavecino

“Ha sido complejo, pero a la vez tan entretenido que me resulta difícil decir que ha sido un martirio -agrega-. De cierta forma, es vivir un sueño estar en esos bares, con esos comediantes, caminando por Nueva York en el frío. Todo muy romántico. Es lo que alguna vez dije que haría con mi vida a los 13 años y ahora esta sucediendo. Lo más complicado, es primero pasar la barrera del lenguaje real. Uno puede saber inglés, pero luego entender los detalles que pueden hacer funcionar un chiste, eso es mas desafiante”.

De allí venía un paso más complejo. “Luego está entender el sistema, cómo obtener shows, cómo pedir estar en los line up, qué circuitos hay y en cuáles mi humor funciona mejor, etc, etc. Luego está lo económico: NY es una ciudad terriblemente cara entonces siempre uno llega ahí mas o menos. Pero cada año se hace más fácil”.

-En comparación con el público chileno ¿de qué se ríen los estadounidenses?¿qué tan distinto es hacer que tu humor funcione en otro contexto?

Es difícil decir: este es el humor de los gringos. Incluso te diría que lo que nos llega a nosotros es una fracción de lo que ellos consumen. Hay todo un universo de comediantes más populares, de los que jamás sabremos. Porque es tanta, tanta, tanta, gente y también súper distinta. O sea estar en Alabama y en Brooklyn es nada que ver. Son muchos países, culturalmente hablando. Ahora creo que si uno es sincero, expone sus propias contradicciones y busca la originalidad, funciona en cualquier parte. El problema es que encontrar esa voz es el trabajo largo.

-¿Qué fue lo que más te chocó de EE.UU cuando llegaste?

Yo diría que en general nosotros los latinos estamos acostumbrados a pedir permiso. Decir disculpe, pedir las cosas con diminutivos. Entonces como los gringos son mas directos, me parecían todos súper mal educados. Y eso me chocaba. Hasta que caché, que no es que sean mal educados, es que no están todo el tiempo pidiendo permiso, disculpa, etc. No está en su cultura, ni en su lenguaje. Yo decía: ¿por qué son tan pesados conmigo en los clubes de comedia? uno llegaba y decía: disculpa, ¿a qué hora me presento yo? porque tengo unos minutitos... y ellos: a las 8. Pero claro, no era mala onda, es como son.

Foto: Dedvi Missene.

-¿Sentiste discriminación por ser latino?

Nah, en general los circuitos que yo me muevo (Los Angeles, San Francisco, NY, Washington DC) son muy progresistas. Y luego Texas, donde también voy harto, son todos latinos, pero no lo saben. Además, el chileno es un latino tan poco latino, que no saben ni como discriminarnos.

-¿Cómo fue que pudiste comenzar a presentarte en bares de Manhattan?

Durante la pandemia, caché que Los Angeles casi no tenía shows pero en Nueva York había toda una escena de comedia en techos y parques. Entonces, encontré las cuentas de Instagram de los que organizaban y les mandé mensajes, con un pequeño curriculum y un video mío en un club de L.A, para llamar mas su atención. Ahí me empezaron a dar fechas y cada vez que hacía un show, algún comediante me veía y me invitaba a otro y a otro. Luego me invitaron a presentarme en algunos clubes y de 5 de ellos me pasaron como regular. Esto significa que te dan fechas todos los meses y, por decirlo de una forma, ahí entré a la escena.

Esa actividad regular le permitió a Fabrizio visibilizar su trabajo y, por cierto, generar ingresos. “Depende del lugar. Algunas de ellos (te pueden pagar) 20 dólares, otros 100 dólares. Si son fuera de la ciudad, 300 dólares más gasolina, cosas así. Lo bueno es que en una ciudad como NY uno puede hacer 3 o 4 shows por noche. Entonces no es que uno se forra, ni mucho menos, pero se logra algo”.

-¿Entonces tienes otros trabajos?

Sí, de pronto ser asesor de una serie. También fui guionista de un gringo que quería hacer shows en español, también trabajé con Meta (Instagram) en una incubadora de contenidos de comedia, cosas así.

-¿Mantienes vínculo con tus excompañeros del Club de la comedia? ¿alguno te comentó algo por lo del regreso a Viña?

Sí, muy cercano con Freire y Ruminot sobre todo. A ellos les cuento todo antes que suceda, así que ya cachaban. Nada, muy contentos, nosotros en general nos ayudamos en todo así que de seguro les enviaré el guión antes del show por si se les ocurre algo.

Fabrizio Copano en el late de James Corden

-¿Hay chances de alguna reunión del Club o parte del mismo? aunque sea en show en vivo

No creo que sea necesario, no veo a nadie pidiéndolo y a cada uno le ha ido super por separado

-Tienes un especial en Netflix y en general varios comediantes han trabajado especiales con plataformas ¿hay proyectos a futuro en esa línea?

Tengo una oferta y la estoy evaluando. Lo que sí, quiero ir con algo muy distinto. No quiero que sea un especial más, con el teatro y el formato que ya se ha visto. Así que estoy inventando por dónde ir. Ahora, tengo la cabeza en grabar para algún lado (aunque sea para YouTube) mi primera hora en inglés. La voy a presentar por primera vez en Brooklyn el 9 de Marzo, entonces eso también me tiene super motivado.