En la previa, su nombre era de los aclamados de la noche cuando se le mencionaba. Una sorpresa para el gran público que probablemente no estaba familiarizado con su nombre, pero el español Rels B, tiene un alcance entre el público joven que llegó hasta la Quinta Vergara y se quedó a esperarlo, pese a que tras la rutina de Rodrigo Villegas, buena parte de la gente más adulta dejó el recinto. Eso sí, la galería se mantuvo repleta y las plateas mantuvieron buena asistencia.
El español es uno de los nombres que ha ofrecido la rica escena ibérica que ha interpretado la música urbana en clave pop. Está en otra línea respecto a nombres más capitales como Rosalía o C Tangana, pero de alguna forma ha conectado con la audiencia que llenó su presentación en Chile el año pasado, en el marco de su gira por Sudamérica que incluyó también pasos por Argentina, acaso el otro gran crisol urbano de la región.
Entró por la ventana al Festival de Viña y en un día donde no tiene al fuerte de su público. Sumado a la definición de las finales de las competencias internacional y folclórica, sumó para que al ibérico saliera de madrugada en el cierre de la cuarta noche del evento.
Pasadas las 2.00 de la mañana salió Rels B a escena, bajando por la escalera montada en la escenografía esta temporada. Un acompañamiento mínimo en escena, con DJ, un guitarrista y una cantante de apoyo, abrieron el show con el hit A mí, coreado por la galería. Mientras, un grupo de chicos intentaba en vano pasarse a los palcos, tal como ocurrió durante el show de la argentina Emilia el lunes y obligaba a cerrar el acceso.
Siguió con un set cargado a sus temas más conocidos para su público como Pa quererte. “Guau, hay muchísima gente”, señaló el oriundo de Palma de Mallorca, sorprendido por la inesperada audiencia que lo recibió en la fría madrugada viñamarina. Y tal vez, sin calibrar del todo el lugar al que llegó como última estación de una larga gira.
Con temas como Tienes el don, Sin mirar las señales, Como antes, Buenos genes, entre otros, Rels B dio cuenta de una propuesta musical pobre en matices y simple en su construcción, pero efectiva en su vocación pop. Con letras asentadas en tópicos clásicos como el desamor, el lugar mágico y la fiesta, consigue conectar sin demasiado esfuerzo. A su lado, Fito Paez, quien abrió la jornada, parece Elton John.
Pero eso hoy poco importa. El público coreaba las canciones con entusiasmo, dando cuenta, una vez más, de los caminos de la música en la era de las plataformas digitales. Así, pasadas las 2.35 de la madrugada los animadores entraron en escena para entregar los premios de rigor. El entusiasmo de la gente le entregó las Gaviotas de Plata y Oro, como punto cúlmine para una presentación que cumplió, pese a la premura con que se incluyó a la fiesta del Festival. El hit Como dormiste puso el final para una presentación que en Viña pareció un excentricidad, pero que puso en órbita una audiencia que se ha hecho sentir y que en la presentación de Polimá Westcoast y Nicki Nicole, tiene otros exponentes.
