Si hay un momento inolvidable de la infancia en Temuco para el comediante Diego Urrutia (28) la revelación del pasado Festival de Viña, es cuando su familia se reunía para ver a los humoristas en la televisión. “Desde chico me gustó verlos en los programas, en el Festival -cuenta a Culto-. Los veíamos así como si fuera un partido de Chile y ya después, cuando empecé en el stand up, me di cuenta que me sabía varios chistes, me sabía rutinas de memoria”.
¿Sus favoritos? “tenía varios, Coco Legrand, Dino Gordillo, Álvaro Salas, Dinamita Show, toda esa generación dorada de la comedia la llevo en el corazón”. En esos días escolares, Urrutia comenzaba a desplegar su veta histriónica con su grupo de amigos. “Era chistoso, pero entre todos los amigos eran como chistosos, es como el grupito donde son todos desordenaditos. Tiraba la talla uno, después la tiraba yo, después le responde el otro y así. Éramos desordenados, pero piola igual”.
Hasta que llegó el momento decisivo, la elección de una carrera universitaria. Pero los caminos de la vocación eran más fuertes y de inmediato, Diego enfiló hacia un atajo. “Apenas salí del colegio estudié derecho, el 2013. Estuve un año pero me salí porque lo encontré muy aburrido. De ahí estudié periodismo (NdR: en la UFRO), pero sin ganas de ejercer, solo por sacar un título. Y en medio de esa crisis vocacional, probé hacer stand up”.
Fue en esos días en que debutó en el humor. “Fue en el Pecados Bar, de Temuco, estaba atrás del mall, pero ya no existe. Fue entretenido, como cinco minutos nomás de una rutina que escribí. Fue divertido, súper divertido. Habían más comediantes ese día, todos amateur, pero a la mayoría no le fue muy bien. Ahí me dije ‘parece que le pego a esto’”. Desde ese día, la comedia se volvió su máximo interés.
Hacia 2015 vino otro paso clave, al participar en un taller con Felipe Avello. El encuentro con el “pececillo” fue otro de esos momentos decisivos para apuntalar su interés en la comedia. “Fue algo como de un día, él nos daba unos consejos. Ese día todos actuaron y a la mayoría les fue mal, menos a mí y a otro comediante, ahí pensé debía seguir intentándolo”.
Entre Los Simpson y TikTok
El entusiasmo de Diego Urrutia por el humor era tal que lo llevó un paso más allá. No solo porque hizo su práctica en el Instituto de Estudios Humorísticos de la UDP, sino que lo llevó al papel. “Mi tesis de Periodismo y Licenciatura en comunicación social, fue sobre Los Simpsons -cuenta-. El discurso humorístico en torno a la sexualidad en la serie Los Simpsons, así se llamaba”.
Urrutia cuenta que siempre fue un fan de la serie. “Sobre todo de la primeras temporadas, ahora como que le dejé de seguir la pista, de la última temporada no he visto nada, pero veía los capítulos clásicos en Canal 13, me los sé de memoria. Ver Los Simpsons conmigo es una lata porque me sé los diálogos, los repito. Me gustan los capítulos que hablan del pasado, cuando te cuentan cómo nació Lisa, cuando nació Bart, lo encuentro muy bonito, muy emocionante. Todo eso me encanta”.
¿Y qué pensaban sus padres sobre este camino? “siempre me apoyaron, mi papá por ejemplo, se compró un parlante con un micrófono. ‘Mira, puedes practicar con esto’, me decía. Cuando tenía algún show mi mamá me planchaba alguna polera, me decía ’use esta que es bonita a la noche’, cositas así que son gratas”.
Tras titularse, Urrutia se vio por un momento vestido de traje y reporteando para algún medio local, pero ahí llegó la pandemia. Eso le dio el empujón a su íntimo anhelo de volverse comediante a tiempo completo. “Tuve suerte porque le pude decir a mi mamá, ‘hay una pandemia’. Ya estaba titulado y vivía con mis papás. En ese tiempo estaba haciendo stand up, entonces empecé a hacer videos en las redes sociales”.
Allí se consolidó el nicho que lo terminó por catapultar hasta el Festival de Viña, como el número que acabó por reemplazar a Yerko Puchento. “Empecé en marzo de 2020 en TikTok con unos videos, pero no funcionaron, lo intenté de nuevo en 2021, y ahí funcionaron, y de a poco comenzó a crecer. No sé por qué funcionaron, eran chistosos nomás, uno no sabe qué es lo que funciona y lo que no. Ahí la gente me empezó a seguir, después en los reels de Intagram, ahí ya tenía un público”.
Por ello, cuando las restricciones lo permitieron, Urrutia se animó con su primer show en Santiago. “Fue en un local que se llama Doble StandUp, en agosto de 2022. Hice una hora de rutina propia, llegó gente y se llenó. Desde entonces he estado girando y todos los shows estaban agotados. Eso me permitió ir a otras ciudades. Ahí me salvé. Ahí pude dejar al periodista y ser comediante”.