La multitud de jóvenes que se congregó en el Costanera Center Stage marcó el primer momento de interés masivo de Lollapalooza 2023. La presentación de Pailita, uno de los referentes de la música urbana chilena, arrancó puntual a las 14 15, frente a una fanaticada que fue creciendo con el paso del show.

Acompañado de un cuerpo de baile mixto, y vestido de blanco, el artista despachó un show concentrado en sus éxitos como Dime tú, Me arrepentí (aunque sin AK420 ni Cris MJ en escena) coreados por el juvenil respetable.

Visiblemente emocionado, el artista hizo notar su rápido ascenso en el último año, que lo tuvo como número estelar en el Festival de Las Condes y como invitado de Polimá en Viña (aunque con un bullado episodio en el show de Fabrizio Copano). “Hace un año estuve en Lollapalooza cantando como invitado y ahora estoy con show completo”, señaló antes de presentar a Marcianeke, el que precisamente lo había invitado en 2022. Juntos despacharon el hit Dímelo ma, lanzado en 2019 y que cambió sus vidas. Fue uno de los momentos álgidos, precisamente recordando el masivo y explosivo show del “marciano” el año pasado.

En escena, Pailita sabe que lo suyo es su marca y su carisma. Sin arriesgar en demasía ni despachar grandes movimientos de baile, al magallánico le basta con su batería de canciones para ganarse rápidamente a un público que lo esperaba.

A tono con el espíritu colaborativo del trap chileno, también pasó Young Cister como invitado, uno que también tendrá show propio en Lollapalooza a propósito de un 2022 que en su caso también fue positivo, tras llenar dos Movistar Arena, además de presentarse en el Festival del Huaso de Olmúe. Juntos hicieron los hits Llámame bebé y Par de veces, para el delirio del respetable. El final llegó con los hits Ultra Solo, Na na na y Parcera, provocando la ovación del público ante un show de ritmo alto que confirmó las expectativas.

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