Un genio de la informática singular y nuclear: quién es el protagonista de la nueva novela de Benjamín Labatut
El húngaro-estadounidense John von Neumann inspiró al aplaudido autor chileno a escribir The Maniac, su anunciada y esperada nueva novela en inglés. De alguna forma, el chileno retoma su interés en las vidas de científicos, en este caso, el padre de la computación y autor de la teoría de juegos. El volumen estará a la venta el segundo semestre.
Se llamaba John von Neumann, y aunque su nombre suene más a idioma anglosajón, era húngaro. Nacido como Neumann János Lajos el 28 de diciembre de 1903, en Budapest, Hungría, fue uno de los grandes genios del siglo XX; y su contribución tecnológica se ve hasta el día de hoy. Seguro no lo pensó, pero su vida de novela ha sido efectivamente llevada a una novela.
The maniac, es el nombre del libro, y el autor es el chileno Benjamín Labatut. El escritor nacional más reconocido en el extranjero en los últimos años. Destacado por el mismísimo Barack Obama, candidato al prestigioso Booker Prize, en 2021 (aunque finalmente perdió), y al National Book Award en EE.UU. En Chile, obtuvo el siempre importante Premio Municipal de Santiago. Todo por su aplaudido (e inclasificable) Un verdor terrible (Anagrama, 2020).
Por ahora, solo se conoce la portada del volumen, puesto que saldrá a la venta recién en el segundo semestre, al menos en idioma inglés: el 7 de septiembre en Reino Unido y el 3 de octubre en Estados Unidos ¿En idioma castellano? Fuentes consultadas por Culto aseguran que, por ahora, no hay plazos definidos.
Eso sí, y como suele ocurrir con las traducciones, el título del libro en nuestra lengua no será exactamente el mismo. Se llamará MANIAC. Sí, así: en mayúsculas y sin el artículo “the”.
Lo cierto es que con la vida de Neumann, Labatut continúa con un proyecto narrativo propio y original, donde se interna en los recovecos mismos de las atormentadas vidas de genios del mundo moderno. Así, en Un verdor terrible exploró las vidas, por ejemplo, del químico Fritz Haber, quien creó un pesticida, el Zyklon A, el que fue usado por los nazis (modificado como Zyklon B) para el exterminio masivo de judíos , entre los cuales estaban sus propios parientes; la de Karl Schwarzschild, quien dio con la solución de las ecuaciones de la teoría de la relatividad de Einstein en medio del barro y las trincheras de la Primera Guerra Mundial; o el matemático Alexander Grothendieck, quien decidió aislarse del mundo y renunciar a su vida científica luego de haber sido considerado un genio.
No solo lo biográfico ha sido un punto crucial en su narrativa. Labatut también ha explorado en los rincones mismos de la mente. En su último título, La piedra de la locura (Anagrama, 2021), aborda la locura como una forma de respuesta adecuada a la realidad. “Sin importar nuestras creencias, hoy todos desconfiamos del orden, de cualquier tipo de orden, e incluso aquellos que tienen fe han comenzado a temer que quizás Dios mismo no sea la entidad omnisciente, todopoderosa y llena de amor que nos prometieron cuando niños, sino una deidad enajenada que descarga su furia contra un mundo que no puede gobernar, aunque lo haya creado”.
Un genio
Pero volvamos a John von Neumann. “La persona más lista del siglo XX”, según se repite en diversos lugares de la web, fue hijo de unos banqueros judíos, y desde niño mostró sus dotes para la ciencia y las matemáticas. De hecho, poco después del fin de la Primera Guerra Mundial, entró a estudiar matemáticas en la Universidad de Budapest, y en solo cinco años no solo logró terminar la carrera, sino también sacar un doctorado. Aunque en simultáneo, e impulsado por su padre, quien no veía las matemáticas como una carrera para ganarse la vida, cursó ingeniería química en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
Gracias al doctorado, logró instalarse en la Universidad de Gotinga, Alemania, como discípulo de David Hilbert, una de las eminencias de su tiempo. Sin embargo, el auge del nazismo, y su condición de judío, hicieron que, como otros científicos, optara por emigrar a los Estados Unidos. Ahí se asentó en la Universidad de Princeton que lo contrató como parte del staff de su recién inaugurado Instituto de Estudios Avanzados.
En Estados Unidos se nacionalizó y dio pie a los proyectos más destacados de su vida: inventó la teoría de juegos, la primera computadora programable. Fue pionero en la Inteligencia Artificial, la vida digital y los autómatas celulares. De hecho, propuso la llamada Arquitectura de von Neumann, en que están inspirados los ordenadores actuales. La base es la utilización de una unidad central de procesamiento o CPU, que contiene una unidad aritmética lógica capaz de llevar a cabo cálculos matemáticos sencillos. Ello echa a andar el andamiaje.
De hecho, von Neumann participó en 1945 en el desarrollo de ENIAC, el primer ordenador completo, que ya tenía los rasgos básicos de nuestras actuales computadoras, aunque con una capacidad de almacenamiento limitada. Sentó las bases teóricas de los virus informáticos, al desarrollar en 1949 el concepto de autómatas capaces de reproducirse, siguiendo procesos como los que luego se vieron en organismos vivos al descubrirse la estructura del ADN.
También creó la llamada Teoría de juegos, que durante la guerra fría tuvo una aplicación en la estrategia militar. En nuestros días se convirtió en un espacio de la ciencia económica destinado a comprender la reacción humana ante la toma de decisiones.
Además, participó en el Proyecto Manhattan, iniciativa de Estados Unidos destinada a la producción de armas nucleares. Ahí su principal contribución fue el concepto y el diseño de los explosivos de contacto necesarios para comprimir el núcleo de plutonio, y causar una detonación. Ese fue el concepto que se utilizó en la primera detonación nuclear de la historia, la prueba Trinity, y en la bomba lanzada sobre Nagasaki, el 9 de agosto de 1945.
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