Ante todo, Lana del Rey es una artista del misterio. Acaso como uno de esos personajes subvalorados de la cultura pop, a lo David Lynch, que parece esquiva a cualquier aburrida actividad propia a los códigos de la industria. La promoción discográfica, las entrevistas, a menudo son instancias que ella las trata a su modo. Así ocurrió, por ejemplo con el lanzamiento de Did you know there’s a tunnel under Ocean Blvd.
La artista había anunciado su noveno álbum de estudio en diciembre de 2022, con una publicación en su estilo, en que compartió la canción que da nombre al trabajo, a la vez que bromeó con la fecha de lanzamiento del mismo. Se trata de una composición midtempo, cargada con su habitual mood emotivo, con la voz de Del Rey tan etérea y lejana como siempre.
En octubre pasado, la artista había comentado en las redes que había perdido parte del material de sus proyectos futuros. Según su versión, sufrió un robo en su automóvil (la segunda vez en un año), del que se llevaron una mochila. “Dentro estaba mi computadora y mis tres videocámaras y mis discos duros”, señaló.
Pero en su regreso discográfico, tras lanzar dos trabajos en 2021 (Chemtrails Over The Country Club y el más improvisado Blue Banisters), la artista se vuelca sobre su realidad. “El núcleo de Ocean Blvd es Del Rey tratando de mirarse más de cerca, cambiando la historia a medida que hemos llegado a entender (y tal vez incluso mal ) sobre lo que está tratando de decirnos. A través de historias de su familia, una relación fallida, su deseo conflictivo de ser vista y oculta, Del Rey expone más que solo quién es ella, pero también por qué es quien es”, señaló la reseña de Brittany Spanos para Rolling Stone.
En el estudio, el equipo de producción incluyó al cineasta (y exnovio) Mike Hermosa, además de Jack Antonoff, Drew Erickson y otros tantos. Todos aportaron para un álbum en que la artista gira sobre sí misma. Las relaciones familiares, las historias cotidianas, pasan sobre arreglos musicales tan fluidos como la cantada de la artista; las pistas sostenidas solo en la nobleza acústica de piano y voz, se mezclan con beats de estudio y ensambles corales que se escuchan desde la primera pista.
De hecho, el túnel bajo el Ocean Boulevard realmente existe. Está en el centro de Long Beach en Los Ángeles y en rigor se llama Jergins Tunnel. Un túnel abandonado y cerrado al público desde los sesentas, que en su momento se usó como una vía para que los veraneantes accedieran a la playa. Cuando Rolling Stone le preguntó a la artista sobre el título, ella señaló que no deseaba ser demasiado literal ya que “sería un concepto preocupante para ser encajonado y sellado con todas estas cosas hermosas adentro sin que nadie pueda acceder excepto ¿quizás familia?”. Es más bien, una metáfora. La apertura hacia un lugar que no conoces. Un secreto compartido como canción.
En The Grants, el tercer sencillo promocional del disco, la artista se explaya sobre la familia, usando su apellido real para el título. Aunque en rigor, es una canción en que el hablante le expresa su inquietud a un misterioso amante. “Mi pastor me dijo: ‘Cuando te vas, todo lo que te llevas son tus recuerdos. Y me llevaré el mío tuyo conmigo”, dice en la letra. En su introducción se escucha a las coristas Melodye Perry, Pattie Howard y Shikena Jones grabando sus partes. Se equivocan, se detienen y luego siguen. Un ejercicio intertextual en el estudio de grabación propio de su espíritu aventurero. Un error puede ser parte de una canción y no pasa nada.
”En ‘... Ocean Blvd’, (Lana) se abre a su vida ahora, reflexionando sobre las grandes preguntas y contemplando la familia, el hogar y su futuro. Las canciones hacen referencias cruzadas entre sí, regresando a pensamientos y sentimientos anteriores, haciéndote sentir como si estuvieras con ella en su día a día mientras reflexiona sobre estos temas importantes”, detalla la reseña de Rhian Dely para el señero NME, que calificó el disco con 4 estrellas de 5 posibles.
A sus 37 años, la cantante ha señalado que la idea de indagar en su vida personal comenzó a tomar forma durante los días de Blue Banisters. Pero solo al tiempo después, se sintió lista para profundizar. “Al principio me sentía muy incómoda. Entonces, por la gracia de Dios, me sentí completamente descargada”, le dijo a Billboard.
En eso mucho tiene que ver la técnica que empleó para la creación. Como detalló Billboard, Del Rey simplemente comenzaba a cantar lo que le surgiera mientras escuchaba las pistas. Nada más dejaba fluir melodías y letras, hacia donde le dijera su intuición. Palabras, ideas, imágenes, recuerdos. Su infancia en Nueva York. La familia. Los veranos. Luego editaba y trabajaba sobre el material, para así comenzar a dar forma a las canciones. Intensidad pura.
A tono con una tendencia de su carrera, el álbum ya se encamina a sumar un número uno en Reino Unido. Nada mal, considerando que salió a los escaparates el mismo día que Memento Mori, el excelente nuevo trabajo de Depeche Mode, tras la muerte de Andy Fletcher. El último single exitoso de Lana data de 2014, pero una cosa distinta son sus discos; Ultraviolence (2014) y Lust for life (2017) encabezaron el Billboard 200, y además ostenta el récord de números uno en el Top Alternative Albums del mismo ranking (seis, incluyendo a los dos de 2021). En Reino Unido ha tenido más repercusión, con seis de sus discos en el número uno. Un dato revelador y que explica buena parte de las decisiones de una cantautora que ha privilegiado su visión estética por sobre la búsqueda de rendimiento comercial. No es una estrella pop. Es una artista del misterio.
¿Posible visita a Chile? la cantante confirmó una presentación en Brasil para mayo como headliner del Mita Festival. No se explayó sobre más conciertos en la región. En Chile se presentó en el Indie Fun Festival de 2013, y en Lollapalooza 2018.