“Estaba la mitad del cuerpo en el colchón”: el desgarrador día en que Ricardo Mollo encontró muerto a Luca Prodan
El cantante de Divididos rememoró en una entrevista radial esa jornada de 1987 en que encontró el cuerpo sin vida de su amigo en Sumo en su residencia en Buenos Aires. Llegó antes que la policía: "Fue fuertísimo", reconoce.
El guitarrista Ricardo Mollo -desde hace décadas parte del trío Divididos- fue parte fundamental de Sumo en los 80. Por tanto, ahí compartió, colaboró y trabajó con un ícono, Luca Prodan, el cantante fallecido el 22 de diciembre de 1987, a los 34 años.
Ese recuerdo vino a la cabeza de Mollo en los últimos días. El artista estuvo como invitado en Perros de la calle, el ciclo radial que en Argentina conduce el periodista Andy Kusnetzoff, y allí reveló que aquel día fatídico llegó al departamento de su amigo antes que la policía. Había sufrido un paro cardíaco atribuido a una grave hemorragia interna causada por la cirrosis hepática que padecía.
“Creo que fue una de las cosas más dolorosas que me pasaron. No pude decirle al cuerpo ‘quedate tranquilo’”, describió Mollo
El músico calificó como “muy loco” aquel día que llegó al inmueble de San Telmo, en donde vivía el músico, su amigo. “Se precipitó todo muy rápido”, aseguró quien lo encontró sin vida junto a Timmy McKern, el mánager de Sumo. “Llegamos a la casa y yo lo levanté, estaba la mitad del cuerpo en el colchón y la otra mitad en el suelo. Dormía en el piso de un colchón. Entonces, lo levanté, ya frío, el cuerpo duro, lo acomodé arriba del colchón”, continuó Mollo en su desgarrador relato.
“Sí, sí, llegamos antes que todos. Fue fuertísimo, fue desgarrador”, acotó. Luego, conmovido, remató: “Y estaba tan frío que le apoyé mis manos en el pecho para calentarlo. Fue muy fuerte, muy fuerte -repitió-, el muñeco, ¿no? Lo que había quedado de él porque ese tipo ya no estaba ahí, no estaba -dijo una vez más-, ‘acá no hay nadie’”.
Sofía Martínez Mateos, columnista de Perros de la Calle, le consultó si desde entonces, y en todos estos años, había tenido alguna conexión con su amigo y compañero de banda. “¿Seguiste conectado con él de alguna manera? ¿Lo encontrás en algún lado?”, preguntó la periodista que también escuchaba y seguía atenta el relato del músico, que no dudó ni un segundo en su respuesta: “Sí, durante mucho tiempo”.
“Sí, sentía el olor a jazmines, que era el olor que había en la habitación. Cuando me iba a un campo y caminaba solo por ahí, de pronto venía ese pensamiento y sentía el olor a jazmines”, reveló Ricardo Mollo.
A partir de 1988, Mollo decidió olvidar su calvario y se puso a trabajar en su siguiente proyecto, Divididos, junto a Diego Arnedo, el que -con distintos bateristas- los ha tenido unidos hasta hoy.
De hecho, se presentarán el 26 de mayo en el Movistar Arena de Santiago de Chile, como parte de su gira de celebración de 35 años. Entradas en Puntoticket.
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