Del éxito de ventas al streaming: Lecciones de Química, la novela feminista que remece la industria
Con una narrativa permeada de humor y la construcción de una protagonista deslumbrante, el debut literario de la estadounidense Bonnie Garmus irrumpió en la escena de la narrativa anglosajona con fuerza. Pasó poco tiempo para que se transformara en todo un éxito de ventas en países como Inglaterra e Italia, y pronto coronará su popularidad con una serie en Apple TV que tendrá a Brie Larson en el papel de Elizabeth Zott: la brillante química que, en plena década del sesenta, desafía los prejuicios de género. Todo, a través de un programa de cocina.
Muchas veces, el ejercicio de preparar una que otra receta culinaria en casa parece un asunto sencillo. Un trabajo cuyo éxito pareciera limitarse sólo a seguir los pasos indicados, sin pensar en todo lo que implica la creación de un plato nutritivo y contundente. Y menos aún en el rol que juega la química a la hora de llevar una alimentación que favorezca una vida realmente saludable, más allá de las dietas y ensaladas.
Es más: hasta hace no tanto tiempo, la cocina era considerada un lugar relegado a las amas de casa. Madres y esposas que, además de atender todos los quehaceres que conlleva la mantención de un hogar mínimamente funcional, debían resolver el menú para los siete días de la semana. Sin embargo, la visión de Elizabeth Zott distaba bastante de lo que a principios de la década del sesenta era socialmente aceptado para las mujeres.
Todos los aspectos de su vida parecían ir en contra de las normas. No sólo era una química brillante en una época donde las mujeres no eran consideradas parte del mundo de la ciencia. Además, era madre soltera. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando, casi por casualidad y en contra de todos los pronósticos, terminó transformándose en una verdadera estrella televisiva. La flamante conductora de Cena a las seis, el germen de una revolución que demostraría a las amas de casa que la química es cambio, y que aquel poder de cambiar estaba en sus manos. Todo, a través de recetas culinarias.
Pero no cualquier receta. “Me llamo Elizabeth Zott y esto es Cena a las seis. Tengo una noticia apasionante. Hoy estudiaremos tres tipos distintos de enlaces químicos: el iónico, el covalente y el de hidrógeno. ¿Por qué aprender de enlaces? Porque conociéndolos sabrán captar la esencia misma de la vida. No solo eso, sino que les subirán los bizcochos”. Todas las tardes, miles de mujeres armadas con un lápiz y una libreta encendían el televisor para aprender sobre química y cocina: la excusa de Zott para no apartarse de su verdadera vocación.
Esa es la historia que narra Lecciones de química, el brillante debut literario de la estadounidense Bonnie Garmus que, con un toque y una serie de personajes bien construidos, aborda la desigualdad de género que imperaba en las décadas del cincuenta y sesenta. Las vivencias de Zott fueron un éxito total. La novela -que llegó a nuestro país con la editorial Salamandra- ya alcanzó el estatus de best seller en mercados como el de Estados Unidos, Alemania, Inglaterra e Italia, y en sólo unos meses fue traducida a cerca de 40 idiomas.
Y así lo avala la crítica. Una reseña publicada en The Guardian describe el texto de Garmus en los siguientes términos: “Muy de vez en cuando, aparece una primera novela en medio de una ráfaga de exageraciones y tratos televisivos de renombre, y antes del final del primer capítulo lanzas un pequeño golpe de aire porque, por una vez, todo está completamente justificado. Lecciones de química es esa rara bestia; una historia pulida, divertida y que invita a la reflexión, que lleva su investigación a la ligera pero con confianza, y con frases tan elegantemente convertidas que es difícil creer que es un debut”. Mientras que otros medios como Sunday Express la han descrito como “una escritura brillante que es una bocanada de aire fresco”.
El éxito ha sido tal que incluso se vendieron los derechos para una nueva serie de Apple TV que tendrá a Brie Larson (La habitación, Capitana Marvel) como productora y protagonista, y que ya lanzó su primer adelanto.
El sexismo: una experiencia transversal
Para la escritora, todo lo que está sucediendo en torno a la historia de Elizabeth Zott tiene una razón fundamental: es bastante probable que la mayoría de las mujeres hayan pasado alguna vez por una situación de sexismo. En cualquier época y lugar del mundo.
“En un momento u otro de nuestras vidas, todas hemos sido ignoradas, rechazadas, apartadas y menospreciadas. No importa cuánto te esfuerces, te juzgan antes de que abras la boca. Y es algo que ocurre ya vivas en Estados Unidos, en Reino Unido o en Oriente Medio. Creo que eso es lo que ha hecho que todas conectemos”, señaló Garmus en una entrevista con La Vanguardia.
Varias de las situaciones que nutren la novela se relacionan de una forma especial con la biografía de la autora, más específicamente, con vivencias que tuvo que pasar su propia mamá. “Tenía en mente a toda la generación de mi madre cuando escribí el libro”, explicó en conversación con The Guardian. Sin embargo, aclara que su progenitora “no inspiró a Elizabeth Zott; en cambio, la creé en honor a ella y a todas las demás mujeres cuyos sueños fueron dejados de lado por una sociedad que insistía en que eran incapaces de convertirse en algo más que una ‘ama de casa promedio’”.
“Mi madre había sido enfermera antes de tener a sus cuatro hijos. Hablaba de eso constantemente, y obviamente lo extrañaba. Cuando todos crecimos, renovó su licencia de enfermería y volvió a trabajar, ganando el reconocimiento a enfermera del año a pesar de que había estado fuera de la fuerza laboral durante décadas. También era una costurera experta, habría sido una gran cirujana”, confesó sobre aquellos elementos que la ligan a su escritura.
Sin embargo, igualmente hay algo de su propia experiencia dentro de las peripecias de Zott. “Un día estaba presentando conceptos para una gran campaña en una reunión de trabajo con una docena de hombres y, al acabar, nadie comentó nada. El vicepresidente de la compañía tomó entonces la palabra y repitió mis ideas como si fueran suyas. Dejé la reunión, volví a mi sitio y, en vez de trabajar, escribí el siguiente capítulo de Lecciones de química. Convertí el enfado en algo constructivo. Y no volví a trabajar para ellos”, confidenció a El País.
Todo esto hace que el personaje de Zott adquiera un cariz especial para ella. “Elizabeth es la persona que a mí me encantaría ser. Mi modelo. Una mujer racional, con ideas claras y con mucho coraje. Decidió estudiar en unos tiempos en los que no era tan común que una mujer asistiera a la universidad. Y mucho menos que luego desarrollara su carrera como química. Además, pese a las trabas que se encuentra en el camino, siempre se levanta. Un ejemplo claro de resiliencia”.
En The Guardian, la autora también dio algunas luces sobre la importancia de incorporar una cuota de humor dentro de esta historia: “Creo que cada vez que un escritor quiere abordar un tema difícil sin sonar didáctico, el humor realmente ayuda. El sexismo es degradante, deprimente, exasperante, aburrido, ineficiente, estúpido, repugnante y completamente anticientífico; en otras palabras, no es divertido. Pero las personas revelan tanto sus fortalezas como sus debilidades cuando intentan lidiar con eso, o no, y ahí radica el potencial del humor”.
En todas las conversaciones que la escritora ha sostenido con los medios, hay una pregunta que se repite con urgencia: ¿Han mejorado las cosas el género? Y, en todas, la respuesta de Garmus prefiere la honestidad a la condescendencia. “Es cierto que las cosas han cambiado desde los cincuenta y que ya no es necesario que un hombre firme un cheque o dé permiso para usar una tarjeta de crédito. También ahora una mujer embarazada puede trabajar. ¿Pero hemos logrado la igualdad? Es evidente que no. Estamos lejos de ello. No hace falta más que echar un vistazo a los puestos de poder de la mayoría de las empresas, dominados por hombres”, compartió en La Vanguardia.
El panorama tampoco resulta demasiado auspicioso en el rubro de la ciencia. “Por desgracia las científicas en todo el mundo me dicen que la situación no ha mejorado en absoluto. Eso me ha sorprendido y preocupado, pero también me devuelve la fe en las personas, porque están luchando y la batalla continúa (…) Ahora las cosas han mejorado, sí, puedes firmar tus cheques y trabajar embarazada, pero luego tienes que cuidar al bebé, y buena parte del trabajo de ser madre reposa en ellas. En E.E.U.U además hemos retrocedido en el aborto y es una decepción. Tenemos un largo camino por delante”.
La apuesta de Apple TV
Aunque la noticia ya circulaba hace un tiempo, fue el pasado 20 de abril que la plataforma compartió el primer vistazo de lo que será la adaptación de Lecciones de química, y que se espera que arribe en Apple TV para el otoño norteamericano. Aún no se conocen demasiados detalles sobre la serie que le dará vida televisiva a la novela de Garmus. Sin embargo, el equipo que estará a cargo del proyecto bastó para despertar las expectativas.
La actriz escogida para encarnar a Elizabeth Zott fue Brie Larson, quien ya deslumbró en los 44 segundos del tráiler compartido por la compañía. Además, figura como una de las productoras ejecutivas de la serie. Ya hay otros personajes relevantes para la trama que tienen a sus actores confirmados: Lewis Pullman interpretará a Calvin Evans, mientras que Aja Naomi King será Harriet Slone, Stephanie Koenig hará de Fran Frask, Patrick Walker de Wakely y Derek Cecil como el Dr. Robert Donatti.
El equipo técnico detrás de la ficción también tiene varios nombres relevantes para la industria: el seis veces nominado al premio Emmy, Lee Eisenberg, figura como el showrunner; mientras que en la producción ejecutiva están Susannah Grant, Jason Bateman y Michael Costigan.
Según manifiesta uno de los comunicados oficiales difundidos por Penguin House, Larson y Grant (nominada al Oscar a Mejor guion original por su trabajo en Erin Brockovich) jugaron un rol fundamental a la hora de que Apple TV pudiera hacerse de los derechos para la adaptación, pues Garmus aceptó la propuesta sólo al enterarse de que ambas mujeres estaban involucradas en el proyecto.
Por ahora, sólo queda esperar más noticias por parte de la compañía.
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La edición de Lecciones de química de la editorial Salamandra ya está disponible en librerías chilenas.
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