Columna de Daniela Lagos: High Desert: Entretenido desastre
A pesar de que la serie presenta un elenco amplio y con actores de renombre como Matt Dillon, Rupert Friend, Brad Garrett y Bernardette Peters, todo gira alrededor de la caótica vida de Peggy (Patricia Arquette), a quien de alguna forma todo parece salirle bien y mal al mismo tiempo.
El miércoles 17, Apple TV+ estrenó su más reciente título, High Desert, y como es su costumbre entregó los tres primeros episodios mientras que los otros vendrán de forma semanal. Y en esos poco más de 90 minutos que ya están disponibles, y que constituyen casi la mitad de la temporada, pasa tanto y a la vez tan poco, que el espectador corre el riesgo de quedar algo mareado, levemente entretenido, y preguntándose si es necesario volver la próxima semana por más.
Patricia Arquette es la actriz al centro de la historia interpretando a Peggy, una adicta en recuperación con un historial criminal, que acaba de perder a su muy querida madre. Esto también significa que sus hermanos quieren vender la casa donde vive y ella está obligada a conseguir un trabajo mejor que el que tiene, y decide que su mejor opción es convertirse en una especie de ayudante y socia de un investigador privado venido a menos.
A pesar de que la serie presenta un elenco amplio y con actores de renombre como Matt Dillon, Rupert Friend, Brad Garrett y Bernardette Peters, todo gira alrededor de la caótica vida de Peggy, a quien de alguna forma todo parece salirle bien y mal al mismo tiempo. Ella es un lío y así se siente también la comedia: demasiado llena de hilos conductores, con momentos de excesivo absurdo y también con otros que se alargan demasiado. Pero como buen caos, o como un accidente de tránsito, también logra que no se deje de mirar, y eso es principalmente gracias a la actuación de Arquette.
La actriz, que ha pasado los últimos años protagonizando buenos dramas televisivos (Escape from Dannemora, The Act, Severance) esta vez se pasa a la comedia y cae de pie en este rol caótico y descabellado. Logra enganchar al espectador y tiene momentos de emoción y desesperación que marcan el contrapunto de una historia que el resto del tiempo se mueve a ritmo muy rápido y en muchas direcciones.
Quedará por verse si en los episodios siguientes la serie logra tomar rumbo y avanzar tanto en trama como en la exploración de sus personajes. Mientras, Arquette es el gran argumento para darle una oportunidad a esta a ratos desconcertante comedia.
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