Una despedida en 43 palabras, fue la que lanzó Mick Jagger apenas conocida la noticia del deceso de Tina Turner. “Estoy muy triste por el fallecimiento de mi maravillosa amiga Tina Turner -publicó en su cuenta de Twitter la legendaria voz de los Rolling Stones-. Ella era verdaderamente una intérprete y cantante de enorme talento. Era inspiradora, cálida, divertida y generosa. Ella me ayudó mucho cuando era joven y nunca la olvidaré”.
La ayuda a la que se refiere Jagger, fue crucial para potenciar su desplante en el escenario. Y es que fue gracias a Tina Turner que el cantante de los Rolling Stones ganó presencia escénica. “En sus shows, él solo se quedaba quieto sobre el escenario con la pandereta en la mano”, recordó Tina en una entrevista con People, en 1981. Y es cierto. Si se ven algunas presentaciones de la fracasada primera gira americana de los Stones, en el verano boreal de 1964, Jagger apenas se movía.
Inquieto, Jagger sentía que su performance en escena estaba al debe. Las ganas de bailar le afloraban por los poros, pero no sabía como canalizar esa energía latente. “Es algo extraño, desde la audiencia sientes una energía tremenda -detalló años más tarde-. Sientes como si trataran de decir lo que quieren de mí, como persona, como intérprete. Sientes que necesitan algo”. Y ese algo tenía que expresarlo en muchas más formas que solo canto”.
En las primeras incursiones de los Stones por EE.UU, el interés de Jagger por los intérpretes afroamericanos lo llevó a buscar alguna chance de ver algún concierto. De casualidad pudo ver en acción a James Brown, el padrino del soul, en su legendario show en el Teatro Apollo. Ahí entendió por qué le decían “Mr. Dynamite”. Y a él, apenas le daba como para mover las rodillas. Debía hacer algo.
Fue así que hacia 1966 se le abrió una chance. En su gira británica, los Stones tuvieron de número de apertura a The Yardbirds, Long John Baldry y a la sensación del r&b, el dúo Ike y Tina Turner Revue. Por entonces, los de Satisfaction acostumbraban a invitar a sus héroes afroamericanos como números de apertura para sus giras lo que permitió que su música comenzara a difundirse en Reino Unido. Y también comenzaron a generarse los lazos.
Así, entre bambalinas, Mick Jagger conoció a Tina Turner. “No sabía quiénes eran los Stones -detalló la cantante a People-. Eran solo estos chicos blancos y Mick era el que siempre estaba parado en las alas mirándonos. Era un poco tímido frente a mí, pero finalmente comenzamos a divertirnos. Traté de enseñarle algunos bailes, porque simplemente se quedaba parado en el escenario con la pandereta”.
Jagger tenía muy claro lo que quería y lo notó cuando vio la intensa performance de Tina en el escenario. “Mick quería bailar, y yo era bailarina, ¡pero nunca me dio el crédito! Dijo que su madre le enseñó a bailar -contó a Daily Mail en 2017-. Pero trabajábamos con él en el vestuario, yo y las chicas, y le enseñamos el Pony”.
La relación entre los Stones y los Turner se mantuvo con el tiempo. En su gira americana de noviembre de 1969 (aquella que terminó con la muerte de un fan apuñalado durante el show de Altamont), volvieron a invitarlos como número de apertura. Poco después, Ike & Tina grabaron una versión de Honky Tonk Women, el single de los Rolling de 1969.
El vínculo se mantuvo incluso cuando Tina ya era solista. Así, los Stones la invitaron a abrir tres de sus fechas en el tramo estadounidense de la gira promocional de Tatoo You en 1981. En un momento, protagonizaron un memorable momento al interpretar Honky Tonk Women junto a Jagger. El público, como si estuviera en el Festival de Viña, les pidió a gritos que se besaran.
Y no fue el único incidente. Durante su presentación en el legendario Festival Live Aid, Jagger le arrancó la falda a Tina Turner en el escenario. “Mick y yo nunca pudimos simplemente quedarnos allí y cantar, no éramos nosotros -recordó en sus memorias-. Teníamos que hacer algo. Me miró. Llevaba una blusa y una falda de cuero negro ajustadas y pude ver que se estaba formando una idea traviesa”.
Aunque en su estilo, Tina descartó cualquier escareo carnal con la voz de los Stones. “Mick Jagger y David Bowie fueron ‘como los hermanos que nunca tuve’. ‘Nunca dormimos juntos; y nunca se acercaron a mí, porque creo que me vieron como un modelo a seguir de alguna manera”. Pero en una entrevista con The Guardian, cuando se le preguntó qué celebridad le gustaba, no dudó en responder: “Siempre estuve enamorada de Mick Jagger -dijo con seguridad-. Me encantaba cuando salíamos de gira con los Rolling Stones”.