Cuentos Romanos, de Jhumpa Lahiri (Lumen)

En La frontera, una jovencita prepara la casa campestre, en las afueras de Roma, para la llegada de una familia. Ella cumple las tareas domésticas mientras los visitantes disfrutan de días de descanso. “Mi madre no soporta este lugar, este país. Viene, como mi padre, de más lejos aún que cualquiera que venga aquí de vacaciones”, dice. Hasta hace poco ella y su familia vivían en la ciudad, pero tuvieron que trasladarse después de un episodio de violencia que sufrió su padre. En Casa luminosa, otra familia de extranjeros es víctima de los miedos que se incuban con la llegada de los migrantes; los vecinos se le asemejan a cuervos que los asedian, incluso a sus hijos. Un ciudadano romano al ver a una mujer cubierta con un velo, dice: “Dentro de veinte años serán todas así”. La escritora Jhumpa Lahiri, ganadora del Pulitzer por El intérprete del dolor, publica este volumen de cuentos que hace un homenaje a Alberto Moravia y que es una declaración de amor a Roma. Nacida en Londres de padres bengalíes y formada en Estados Unidos, hace 10 años Lahiri se convirtió en vecina romana y adoptó el italiano como lengua. Estos cuentos fueron originalmente escritos en ese idioma y en ellos convive la grandeza del pasado, la belleza de la ciudad, con las dificultades y violencia de la Roma actual. De un modo u otro, todos los personajes son extranjeros. Escrito con elegancia y sensibilidad, el libro es un conjunto de relatos que exploran en el desarraigo, la identidad o la xenofobia, y que transmiten emociones delicadas y dolorosas. Con todo, como dice una de las mujeres del libro, Roma “sigue siendo el único lugar donde me siento como en casa”.

Luna, de José Maza (Planeta)

La noche del 20 de julio de 1969 José Maza y su amigo Sergio Menares estaban frente a un televisor de 21 pulgadas en una residencia universitaria. Ex compañeros en el INBA, ambos estudiaban en Beauchef: Maza terminaba sus estudios de astronomía y su amigo cursaba ingeniería en la Universidad de Chile. Esa noche ellos y media docena de estudiantes vieron en esa salita de la residencia cómo Neil Armstrong ponía un pie en la Luna. “Lo que habíamos presenciado en la tele era como haber entrado por un portal a otro mundo”, escribe ahora, más de 50 años después en su libro Luna: el origen, la historia y los mitos que orbitan el satélite terrestre. Como lo indica su título, el libro revisa los aspectos astronómicos del satélite que se formó hace 4.500 millones de años y que describe una órbita elíptica en torno a a la Tierra, a una distancia promedio de 384 mil 400 kilómetros. No solo eso; el Premio Nacional de Ciencias analiza también sus contornos míticos y sus resonancias culturales: rastrea su presencia en los mitos griegos; en los pueblos precolombinos, desde los mayas a los mapuche; también hace eco de las supersticiones en torno a la Luna y del modo en que esta estimuló la imaginación literaria. Desde la misión Apolo de 1969  no se ha vuelto a la Luna; ahora la Nasa prepara una exploración llamada Artemisa que tiene por objetivo instalar una base científica permanente, cuenta el autor. “Este no es un libro escrito para astrónomos aficionados ni para lectores del hemisferio norte”, dice. Así, todas sus observaciones están hechas desde el sur, mirando al norte, con la Luna saliendo por la derecha y poniéndose hacia la izquierda del cielo.

Cautiva, de Luis Peña Álvarez (Pozo de Arena)

La primera imagen es la de una casa antigua y oscura, acaso abandonada, rodeada de árboles que proyectan sombras y bajo un cielo vagamente amenazante. Es una hora imprecisa, tal vez ese momento del amanecer cuando aún el día no abandona del todo las penumbras. Las siguientes escenas conducen al interior de la casa, a un pasillo sin luz y a una celda bajo el nivel del suelo donde permanece una bella joven encadenada. Desde la oscuridad de su encierro y a través de los barrotes de una pequeña ventana, ella llama a los pájaros que revolotean entre los árboles. El relato se traslada 100 años atrás y nos cuenta la historia de un padre y su hija y un secreto que ella oculta. Cercado por un río y rodeado de bosques, el pueblo se ve estremecido por el misterioso asesinato de una joven, cuyo cuerpo sin vida es hallado en la calle cubierto de sangre. Los pobladores quieren hacer justicia y el padre atraviesa la noche en su caballo para llevar a su hija lejos del pueblo, a una casa abandonada en medio del bosque, donde la encierra y la cuida, mientras ella espera algún día recuperar su libertad. Con el mínimo de palabras y un gran lenguaje visual, rico en atmósferas y texturas, Luis Peña construye un relato estremecedor y emotivo; una historia de amor y muerte que dialoga con lo sobrenatural y que evoca el terror gótico de Edgard Allan Poe. En un medio que a menudo opta por narrativas simplificadoras o didácticas, el autor de La familia M confía en el poder comunicativo del arte y entrega un relato cautivante, sugerente y misterioso, bellamente editado por el sello Pozo de Arena.