La asquerosa escena de Trainspotting que Ewan McGregor solía mostrarle a sus hijos

TRAINSPOTTING
Trainspotting

En el marco del Festival de Cine de Karlovy Vary, el actor detalló que al momento en que sus retoños comenzaron a ver las películas en que él actuaba, solía mostrarles la mítica escena de su personaje Renton en el retrete.


El actor Ewan McGregor (52) detalló que solía mostrarle a sus hijos una de las escenas más repugnantes de la película Trainspotting (1996).

Se trata de la escena en que Mark Renton, el joven drogadicto interpretado por McGregor introduce sus manos en un retrete rebosante en heces para buscar unos supositorios que defecó. Entonces, delirando por su estado alterado debido a las drogas, fantasea con que se sumerge en él. Mientras, suena de fondo Deep blue day, de Brian Eno.

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El actor comentó la situación en el marco del Festival de Cine de Karlovy Var, en particular al rememorar como su hija Clara, también actriz, ha visto sus interpretaciones. “Yo no estaba allí cuando [mi hija] Clara vio Trainspotting por primera vez. Pero solía mostrarles a mis hijos ‘la escena del baño’. Solo por una risa. Es una situación única, tal vez, que un padre pueda mostrarles a sus hijos imágenes de él yendo al baño”, le dijo al medio especializado Variety.

No es el única. “También recuerdo ponerle Moulin Rouge a Clara. Creo que tenía nueve años. La puse y después de un rato la escuché llorando y sollozando. Corriendo le pregunté si debía quitarla y me dijo: ‘¡Nooooo!’.

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En 2019, el director Danny Boyle le dijo a Entertainment Weekly, que esa escena se realizó de una forma muy particular. Las “heces” de aquel baño, en realidad se hicieron de chocolate. “El set de rodaje olía muy bien — era delicioso, en realidad. Una especie de confitería. Podrías haber chupado el chocolate directamente de la taza,” comentaba el cineasta.

“Las películas británicas siempre tienen escenas en baños, ¿verdad? Muchas otras culturas ni se preocupan por ellas, pero los británicos sí. Estamos obsesionados con ellos, creo”, añadió.

“[En este caso] para hacerlo utilizamos medio retrete y, para que se deslizase, había un tobogán en el otro lado -detalló-. Fue muy divertido. Cuando te encuentras con algo tan asqueroso siempre quieres convertirlo en algo bello enseguida.”

Mira la escena a continuación

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