La primera vez que el periodista y escritor Phillip Norman (80) pudo entrevistar a Mick Jagger, el dinámico cantante de los Rolling Stones, escribía para un pequeño diario vespertino. “Fue en 1965, los Stones andaban en el norte de Inglaterra. Pensé que todos serían unos cavernícolas gruñendo, porque así los retrató la prensa. Pero, por supuesto, no lo eran. Eran perfectamente agradables”, cuenta al teléfono con Culto desde Reino Unido.

En aquella ocasión, como cuenta en su monumental biografía sobre Jagger, se sentaron a conversar en las frías escaleras de la parte posterior del cine ABC de Stockton-on-Tees, donde se iba a presentar el grupo. Y ya desde entonces, el cantante se mostraba como una estrella. “Jagger seguía siendo muy Jagger -recuerda Norman-. Hablaba conmigo, pero miraba a una mujer por encima de mi hombro, detrás de mí, y se llevaba una botella de Coca Cola a la boca de forma rebelde. Incluso podía hacer que una botella de Coca Cola pareciera rebelde. Pero la persona más elocuente era Brian Jones, quien era realmente el líder en aquellos días y fue el que inició el grupo”.

Mick Jagger

A diferencia de los dramas de superación que marcan la trayectoria vital de variadas figuras del espectáculo, la de Mick Jagger es la historia de un estrellato impensado. Nacido en el seno de una familia de clase media de Dartford, durante el verano boreal de 1943, el músico celebrará el próximo 26 de julio sus bien vividos ochenta años como uno de los íconos de la generación del rock and roll sesentero. Creció en un hogar regido por Joe, un taciturno profesor de educación física, y Eva, una ama de cama con desarrolladas habilidades sociales. Es decir, un entorno estable y de reglas claras.

“Lo gracioso era que en su familia, incluso cuando era famoso, el favorito de su madre era el hermano pequeño de Mick, Chris, que era un personaje bastante insignificante -apunta Norman-. Su madre siempre prefirió a Chris Jagger antes que a Mick Jagger. Pero su padre, Basil Jagger, que antes era conocido como Joe Jagger, influyó mucho para que los dos hermanos siguieran un régimen de ejercicio y deporte porque era profesor de gimnasia en la escuela”.

Antes de Mick, el apabullante frontman de los Stones, estuvo Mike Jagger, un desgarbado y flacucho joven que había desarrollado una sincera admiración por el r&b, de hecho el primer show de rock al que asistió en su vida fue a uno de Buddy Holly en marzo de 1958, durante su única gira por Reino Unido. Ya entrados los 60′s al reunirse con su antiguo compañero Keith Richards y con el prodigio musical, Brian Jones, se originó la combinación que dio forma a los Rolling Stones. Aunque en principio, su repertorio era muy diferente.

“Los Stones originalmente no pretendían ser una banda de rock -apunta Norman-. Eran una banda de blues. Y Mick sentía lo mismo que los demás, querían llevar el blues a un público más amplio. Pero eso cambió, por supuesto, porque empezaron a hacer discos pop con un toque sexual. Pero tenían toda su lealtad a cantantes de blues como B. B. King, Willie Dixon, gente así, siempre mantuvieron ese sentimiento de autenticidad”.

The Rolling Stones en 1964. De izquierda a derecha: Mick Jagger, Charlie Watts, Bill Wyman, Keith Richards y Brian Jones

La lealtad de los Stones a los viejos estándar de r&b se puede escuchar en versiones para temas como Little red rooster, I just want to make love to you, además, por cierto de la conocida historia de que tomaron su nombre de una canción de Muddy Waters. Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando entró en escena el joven Andrew Oldham, quien se hizo cargo del grupo como mánager y les dio un impulso definitivo hacia el pop. Según Norman, esa es la persona clave en la vida del joven cantante. La que cambió definitivamente su vida. “Él inventó a Mick Jagger -dice Norman-. Porque él solía llamarse Mike Jagger y era un joven bastante ordinario, bastante inteligente. Y este manager adolescente le dijo: ‘Tú serás Mick en vez de Mike, fingirás ser malvado y así harás una fortuna. Y Mick dijo: ‘Ok, lo haré’. Y ha estado fingiendo ser malvado desde entonces. No es realmente malvado en absoluto”.

De allí, Jagger se consolidó como una de las voces imprescindibles del rock and roll. Un proceso en que se ha mantenido en constante movimiento, de hecho, se sabe que la misma Tina Turner le enseñó pasos de baile y que con los años fue mejorando su performance en el escenario hasta convertirse en un showman en toda norma. Basta comparar los shows de la primera gira americana de los Stones, en el verano boreal de 1964, en que Jagger apenas se movía, con el desplante que mantiene con aplomo hasta nuestros días.

No es solo rock and roll

Si hay un país del cono sur americano en que la música de los Stones ha impactado, ese es Argentina. No solo por su influencia evidente en bandas de rock locales, sino por las insólitas 15 presentaciones que suman los ingleses en ese país. El periodista trasandino Diego Perri, quien publicó el libro República Stone, ha presenciado una centena de shows del grupo en varios puntos del globo (EE.UU, Canadá, Brasil, Europa) y ha tenido la chance de asistir a conferencias de prensa, e incluso, hasta a pruebas de sonido. En su carrera ha entrevistado a varios de sus actuales y antiguos integrantes como Ron Wood, Charlie Watts, Bill Wyman y Mick Taylor. Además ha tenido encuentros con Keith Richards y Mick Jagger. Tratar con este último, dice, es otra cosa.

“Siempre fueron todos muy amables, aunque a diferencia del resto, Mick deja a las claras que es la gran estrella de rock and roll -explica a Culto-. Mantiene distancia. Siempre requiere mayor operativo de seguridad para salidas y entradas al hotel. Es claramente el más inaccesible por lo general y no casualmente el más buscado. Es la cara, la imagen más popular de los Stones”.

The Rolling Stones en Chile, 2016. Foto: Patricio Fuentes/La Tercera

El también periodista Sergio Marchi, biógrafo de figuras fundamentales del rock trasandino como Charly García, Gustavo Cerati y Luis Aberto Spinetta, vio a los Stones en sus primeros cinco shows en el Monumental de River en 1995 (la misma gira que los trajo a Chile con un show en el Estadio Nacional), así como los de 1998, 2006 y hasta en su show en el Centenario de Montevideo, Uruguay, en 2016. “Mick Jagger me dejó una gran impresión por su corporalidad, su entrega constante y, algo que no se dice a menudo, porque canta muy bien e inventó un estilo que muchos copiaron pero que pocos dominaron”, recuerda.

De hecho, es sabido que antes de salir al escenario Jagger suele hacer activación física y que incluso durante sus vacaciones se lleva pistas con música de los Stones para cantar y mantener su voz en actividad. “Así es como Mick se ha mantenido en esta increíble forma física porque en el escenario, cuando todo el mundo pensaba que todo era sexo, drogas y rock and roll, él solía hacer flexiones, calentar, mantenerse en forma -detalla Phillip Norman-. Y así es como podía seguir y aún puede seguir durante dos horas en el escenario. Estaba y sigue estando increíblemente en forma”.

Y no solo se convirtió en un consumado frontman, sino que tiene algunas facetas que no suelen ser públicas (más allá de que le acusen de traer mala suerte al equipo de futbol que apoye). “Mick posee una enorme cultura general y geopolítica -apunta Diego Perri-. Su rol empresarial es fundamental para el camino trazado por la banda al punto de involucrarse en los diseños de los escenarios y hasta en los artículos de merchandising. Tiene gran afición por la lectura, por el cine, por la moda, como así también por los deportes. Su cabeza empresarial y su marketing estratégico es neurálgico, con el gran acierto y avidez de saber reinventarse a través de las décadas sin abandonar la esencia”.

Ronnie Wood, Keith Richards y Mick Jagger en 2022. (AP Photo/Michael Sohn)

Acaso por esa posición de poder en la industria del rock and roll, en alguna ocasión Phillip Norman señaló que Jagger “solo siente adoración por sí mismo”. El mismo autor explica sus palabras. “Es verdad. Es un narcisista supremo. Pero claro, ese narcisismo viene de la inseguridad. La gente que realmente es segura como persona no tiene que adorarse a sí misma tan públicamente como lo hace él. Pero también desde los 19 años le han dicho todos los días que es maravilloso, adorable y sexy y todo eso va a tener un efecto. Eso es una vanidad más que cualquier instrumento en la tierra podría medir”.

Aunque ha tenido algunos tropiezos. En 1984, lanzó She’s the boss, su primer álbum como solista en que destacó el sencillo Just another night, el más exitoso de una carrera de cuatro discos que no lograron la misma repercusión que la carrera de los Stones. “El problema es que cuando hace discos en solitario suena como los Stones, excepto que no vende tanto como los discos de los Stones -explica Norman-. Siempre estuvo celoso de Bill Wyman porque este fue el primero en hacer un álbum en solitario desde dentro de la banda y fue el único que tuvo un single de éxito. Mick nunca ha hecho eso y siempre le ha molestado. Creo que por eso Bill Wyman, uno de los Stones originales en 1962, quedó fuera de la reciente serie documental (NdR: Mi vida como un Rolling Stone, 2022) y debería haber estado. Creo que eso fue muy mezquino y obviamente eso fue Mick”.

Perri matiza al ponderar la incursión en solitario de Jagger. “Los Stones tienen otro público más rockero. Jagger tiene trabajos solistas excelentes, con su pico quizás en Wandering Spirit, su tercer álbum en solitario, pero que son discos más variados y con un tinte más pop. Además, salvo el segundo álbum, el resto no fue apoyado con giras de conciertos, como sí suele hacer con cada nuevo disco de la banda”.

Como sea, a sus 80 años, Jagger sigue activo ¿es posible considerarlo el arquetipo del cantante de rock and roll? los consultados fijan sus posiciones. “Sí, porque fue el primer frontman de verdad, con una banda de rock, que no tocaba la armónica, pero normalmente lo hacía -dice Phillip Norman-. Era su lenguaje corporal tanto como su canto, lo que era parte del atractivo de los Stones y como el arquetípico frontman, fue el primero. Aunque los otros que le siguieron eran todos machistas, pero Mick, desde el principio, era muy afeminado, o más bien mordaz, sexual. Esa era la diferencia”.

Mick Jagger (Photo by Kamil Krzaczynski / AFP)

Por su lado, Diego Perri no duda. “Sin dudas, es el frontman número 1 de la banda de rock and roll más grande de la historia. Una leyenda viva que sigue marcando el camino. Hay un antes y un después desde la aparición de Mick sobre los escenarios y de los Stones. La banda que patentó los shows en grandes estadios. Como dijo Bob Dylan, son ‘la mejor banda de rock and roll del mundo y siempre lo serán. Todo lo que vino después de ellos, el metal, rap, punk, new wave, pop-rock, lo que sea, proviene de los Rolling Stones. Fueron los primeros y serán los últimos’”.

Desde su costado, apunta Sergio Marchi. “Sin dudas es uno de los arquetipos. El rock es muy amplio para reducirlo a uno solo, pero Mick Jagger está entre los mejores. Sorprende también verlo a los 80 años arriba de un escenario con la vitalidad que probablemente un jovencito de la mitad de su edad no tendría. Eso no es solo entrenamiento, sino también disciplina y profesionalismo. Recuerdo una anécdota en la que fue a lo de un empresario argentino a comer un asado y le ofrecieron una copa de vino, pero dijo que no porque al día siguiente tenía show. Que quizás cuando pasaran los shows podría ser. Y es alguien que en los 60 se tomaba hasta el agua de los floreros. Me gusta este fenómeno del rock en la tercera edad: territorio desconocido al que muchos no llegan”.

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