La renuncia de la exsubsecretaria de las Culturas, Andrea Gutiérrez, ocurrió tras un sumario ordenado por el presidente Gabriel Boric, luego de que la exautoridad le informara al equipo del Mandatario de dos convenios que firmó en su calidad de subsecretaria con la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan). En rigor, según detallan del organismo, Gutiérrez estuvo en la Dirección de la Fundación Cultural de Santiago, que a su vez es dependiente de Cordesan, justo antes de incorporarse al gobierno.
Pero la salida llega tras acumular una serie de tensiones derivadas de variadas situaciones. De allí, a que fuera un nombre en permanente cuestionamiento, incluso llegó a sonar como una de las subsecretarias que sería removida en el cambio de gabinete del pasado 10 de marzo, en que salió la exministra, Julieta Brodsky, para dar paso al actual titular, Jaime de Aguirre.
La gestión del ministerio se ha visto convulsionada por la instalación de la orgánica ministerial, pendiente desde su antigua estructura como Consejo de la Cultura. De ahí se han generado una serie de movilizaciones de los gremios de trabajadores. Ya hubo manifestaciones este verano, instalación de carteles incluido, los que se apaciguaron tras algunas conversaciones con la entonces ministra, Julieta Brodsky.
Sin embargo, entre mayo y junio, las cosas volvieron a complicar con el paro convocado durante cinco semanas, en que se volvieron a poner en la mesa las demandas derivadas del proceso de la instalación de la orgánica, así como las condiciones laborales. Con la venia de la Asamblea Nacional de la Anfucultura todo acabó el pasado 20 de junio, con la firma de un protocolo de acuerdo que incluye el desarrollo de un “Plan de Fortalecimiento Institucional” de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes. Este permitió avanzar en una hoja de ruta que apunta a mejorar el servicio y las condiciones laborales que fueron calificadas de “precarias e injustas” desde la gremial.
En esa ocasión, la subsecretaria Andrea Gutiérrez participó en las negociaciones. “Desde que asumimos el año pasado, hemos trabajado y realizado acciones que han permitido mejoras, pero sabemos que las necesidades son muchas y multidimensionales por ello, para avanzar en soluciones se ha requerido una gestión innovadora, con convicción política y mirada de futuro”, señaló.
Consultados por Culto respecto a su parecer con la salida de la subsecretaria, desde Anfucultura señalaron que se remiten al comunicado publicado el pasado 28 de julio, en que señalan: “Desde el año 2022 fuimos críticos respecto a la forma en que se estaba gestionando particularmente la Subsecretaría de las Culturas y las Artes”.
Asimismo, esperan que la salida de Gutiérrez “marque el efectivo inicio de una nueva etapa para nuestra institución que traiga consigo solamente una mejor gestión pública”. Pero, en su opinión, aquello no es suficiente. Además, exigen la salida de las jefaturas que dependían directamente de la exsubsecretaria: “También esperamos que las jefaturas, asesores y personal de confianza política de la subsecretaria Andrea Gutiérrez pongan sus cargos a disposición”.
Pero no es la única paralización que debió enfrentar la gestión de Andrea Gutiérrez. Lo más reciente es la que mantiene el elenco del Ballet Folklórico Nacional (Bafona), respecto a las demandas sobre mejoras en las condiciones de trabajo.
Pese a que se han llevado adelante mesas de negociación (y el tema ha sido tratado hasta en la Comisión de cultura de la Cámara), desde el ministerio han ofrecido incrementar de manera gradual, en 100 mil pesos al personal que gana la remuneración más baja (lo que no serían más de 10 persona), y así escalarlo de manera gradual desde el año próximo. La misma subsecretaria Gutiérrez lo explicó a este medio. “El elenco quiere un alza de remuneraciones de manera inmediata y un alza considerable de remuneraciones de manera inmediata. Y eso es imposible para nosotros asumirlo como institución, porque no está contemplado en el presupuesto que fue aprobado el año anterior”.
Desde el elenco movilizado del Bafona, sin embargo, fueron enfáticos en pedir su salida de la subsecretaría. Directamente la acusaban de ser la “piedra de tope” del proceso. Señalan que en reiteradas ocasiones no les escuchaba e incluso enviaba a las negociaciones a la jefa del departamento de Ciudadanía y Cultura, Marianela Riquelme, muy cuestionada también por la gente del Ballet Folklórico, debido a que se le acusa de maltrato laboral.
De hecho, el pasado viernes 28 de julio, el Bafona convocó a una manifestación frente a las oficinas del ministerio, en Ahumada 048, en la que se exigió la salida de Gutiérrez. Además, la movilización llegó tras realizar acciones legales; se interpuso un recurso de protección, ante la Corte de Apelaciones, el cual fue desestimado. A este se le suma una denuncia en Fiscalía, debido a presuntas amenazas a los trabajadores “a través de sus jefaturas directas, por encontrarse en paro”, según acusan. Esta aún se encuentra en trámite.
Respecto a la salida de Gutiérrez, desde el Bafona señalaron a Culto, que están “conformes, pero al igual que el gremio Anfucultura del ministerio, estamos pidiendo como Bafona en paro, que se pongan a disposición los cargos de confianza”, señaló Evelyn Hernández, vocera del Ballet Folklórico. En concreto, piden la renuncia de Marianela Riquelme.
La sucesión “tiene que tener experiencia”
Otra tensión que marcó el paso de Andrea Gutiérrez fue la confección de la lista de autoras y autores invitados a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FILBA), donde Chile era el convidado de honor. Una nómina que recibió críticas de algunas voces autorizadas en la materia por ser considerado ideológicamente homogénea y sin variedad.
El mundo del libro ha ido uno de los que ha sumado tensiones con la subsecretaría, no solo por criticado paso de Chile por la Feria de Buenos Aires, el que dejó un sabor amargo entre varios de los escritores, editores y organismos convocados para la cita, sino por la situación del Consejo del Libro, hoy con Claudia Toro como Secretaria Ejecutiva, pero que aún, a más de un año de instalado el gobierno, mantiene cuatro de sus seis programas con jefaturas interinas.
Desde la Sociedad de las Letras (Sadel), entidad de gestión que vela por los derechos de autor de la cadena del libro, su directora, Vivian Lavín, se refiere a la salida de Gutiérrez.
“Es una salida triste desde todos los puntos de vista, porque acá nosotros no podemos juzgar a las personas por las intenciones, sino que por los hechos, y lamentablemente ella cometió un error que todavía no sabemos si recayó en ilegalidad, eso lo va a tener que definir el sumario. Es triste porque lo que hace es ralentizar. Cuesta esfuerzo ingresar a un ministerio y entender qué significan las tareas, planificar, todo eso tiene una curva que en este minuto se va a perder porque ya ya se perdió con la salida de la anterior ministra y el ingreso de Jaime de Aguirre. La salida de la Andrea le daba una continuidad de trabajo, y ahora eso se tendrá que trabajar de nuevo”.
Respecto al perfil que debiera tener la persona que asuma la subsecretaría, Lavín detalla: “Tiene que tener fuelle, tiene que tener experiencia. Que sepa cómo funciona el estómago del estado, que tiene otras lógicas completamente diferente de la empresa privada. Justamente por eso es que el ministro (Luis Cordero, de Justicia) dijo que hay que hacer como un curso y tiene razón, porque de repente hay gente buenísima, pero en este país se funcionario público no es como una carrera como lo era hace 50 años atrás. Eso pasó hasta en el gobierno de Piñera”.
Desde el mundo audiovisual se explaya César Cuadra, Director general de la Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisuales de Chike (ATN). “En nuestra perspectiva, lo que sucede en ese Ministerio es muy delicado para los creadores, que ven con mucha preocupación lo que allí sucede. La salida de Andrea Gutiérrez sin duda es parte de una crisis profunda, no sólo de lo que pasa en esa cartera, sino también en otras”.
Consultado sobre las expectativas del próximo nombramiento, Cuadra detalla: “Lo que todos esperamos es que el Ministerio de las Culturas responda de una vez por todas a los verdaderos desafíos de la comunidad, que erradique las malas prácticas que le afectan y que actúe con el nivel de seriedad y excelencia que todos esperamos de esa cartera”.