Era una de las visitas más esperadas de la temporada, pero finalmente se frustró. Paul McCartney (81) acaso el guardián del patrimonio Beatle y uno de los pocos músicos de su generación que todavía están activos sin mayores problemas de salud, anunció una nueva visita a Sudamérica entre fines de noviembre y principios de diciembre. Esta se concentrará principalmente en Brasil, dejando fuera del itinerario a Santiago, para decepción de la fanaticada chilena.
Y aunque una productora local gestionó desde hace un tiempo la presentación del ex Beatle, una serie de variables lo echaron por tierra, al menos para este año. El alto precio que cobraba por su espectáculo, obligaba a montar el espectáculo en un recinto con un aforo amplio, superior a las 60 mil personas, lo que solo tiene el Estadio Nacional.
Una razón similar se esgrimió para descartar la visita de la estrella del pop, Taylor Swift, quien pasará por la región en noviembre. Aunque Chile no estuvo considerado en el itinerario, fue efectivamente la relación entre el alto costo y la falta de un recinto que permitiera una presentación rentable, lo que acabó por frustrar la visita de la cantante, y dejó a una oleada de “swifties” comprando tickets para verla en el Estadio Monumental de Núñez.
Como se sabe, el coliseo de Ñuñoa no estará disponible para los conciertos de alta convocatoria por un buen tiempo. Todo debido a una serie de refacciones de cara a los Juegos Panamericanos 2023, los que se desarrollarán entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre. A estos les siguen los Parapanamericanos que arrancarán el 17 de noviembre, hasta finalizar el día 26 del mismo mes.
Otras alternativas como el estadio Monumental fueron descartadas para albergar el show de McCartney, debido a su capacidad inferior (40 mil personas en cancha), pese a que una productora local tiene en agenda una serie de conciertos en el recinto de Pedreros.
La oferta de estadios en Santiago es acotada. Tras el Monumental se salta a recintos de menor capacidad, como el Estadio Bicentenario de La Florida en que se montaron los shows de artistas como Harry Styles y Dua Lipa en 2022, o el Estadio Santa Laura Universidad-Sek, los que pueden albergar espectáculos de 25.000 a 30.000 personas, respectivamente. Le sigue el Movistar Arena, con capacidad de 16.000 personas. Pero son recintos diseñados para el ámbito deportivo, más que para los recitales, lo que denota, una vez más la acuciosa falta de este tipo de espacios en el país.
Basta comparar con un país vecino. Aunque es un mercado mayor en población, y pese a lo golpeada de su economía con hiperinflación y un caótico mercado cambiario, Argentina cuenta en Buenos Aires con a lo menos dos grandes recintos: el Monumental de Núñez y el José Amalfitani del Club Vélez Sarsfield. A estos se les han sumado recintos como el Campo Argentino de Polo o el Hipódromo de Palermo. También se han albergado shows importantes en otros recintos fuera de la Capital Federal como el Estadio único de La Plata, con capacidad para conciertos de 53.000 espectadores.
Es decir, situaciones como la de McCartney, no se han replicado hasta ahora allende los Andes. “La verdad que algo así no ha sucedido al menos en el pasado reciente. En estos momentos son muchos los estadios activos para conciertos en Buenos Aires”, dice Sebastián Espósito, subeditor de Espectáculos de La Nación de Buenos Aires.
Desde la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (AGEPEC), su gerente general, Jorge Ramírez asegura que “la deuda del estado de Chile es muy grande a nivel de recintos, y no solo con el Estadio Nacional”. Recuerda que desde fines de los 80′s “ha sido el sector el que le ha hecho accesos, mejoras, lo que ha permitido convertirlo en un recinto multipropósito, es más fue este sector el que propició un cubrepiso para el Estadio”.
Ramírez asegura que en el asunto hay un problema de fondo. “Nos llama la atención, en toda la planificación de los Panamericanos que alguno de los recintos no hubiese quedado multipropósito porque la pregunta es ¿qué va a pasar con esos recintos después? entonces lo del Estadio Nacional es un signo de una cuestión mayor. Sería muy esperable que la autoridad converse con el sector para sus políticas públicas”.
El productor Marcel Dupin, quien ha gestionado shows en Chile de Memphis la Bluesera o Víctor Heredia dice que la falta de recintos es un tema latente en la industria. “Lo hemos conversado muchas veces con los artistas, con otros productores, con las tiqueteras, incluso con los mismos dueños y administradores de las salas. Espacios como el Movistar o el Caupolicán, son hechos para deportes y después fueron habilitados. En Chile, las salas habilitada para espectáculo, son las chicas como la sala SCD, y luego los Teatros Regionales que no tienen la convocatoria que las de Santiago. O sea saltas de la SCD de 200 personas a los Teatros como el Nescafé o el Oriente y después al Caupolicán o al Movistar. No tenemos un estadio grande para hacer espectáculos, porque los que hay, como son deportivos, no tienen la acústica para hacer eso”.
Para Dupin la falta de un recinto adecuado es un problema que debiera abordarse a nivel país. “Creo que hay una debería haber una preocupación por parte del estado por mantener vivo el arte y la cultura, también podría gestionarse la participación de los privados, pero no puede ser que dependamos solo de un espacio, o sea, no está el Nacional y peligramos con todo. O sea, deporte tiene que haber, pero una cosa no quita a la otra”.