La semilla de Isabel Parra brota con reedición y la nueva casa para Violeta
La cantautora alista una serie de novedades. Junto a Ediciones UC se va a reeditar Canto para una semilla, una de las obras fundamentales de la Nueva Canción Chilena, que incluye nuevos relatos en la voz de la cantante Nydia Caro. También asegura que ya esta “a punto de terminarse” la nueva Casa Violeta Parra, en el Campus Oriente de la universidad y que abriría sus puertas en octubre. En ese mismo mes, se lanzará un nuevo cancionero sobre su obra, el que incluye una presentación escrita por Silvio Rodríguez.
No importaron los años de experiencia en el escenario, esa noche en Ciudad de México, Isabel Parra estaba nerviosa. Junto a otros músicos presentaba la obra Canto para una semilla, una de las piezas en formato cantata propias de la Nueva Canción Chilena. Tal como en la Cantata Santa María de Iquique de Quilapayún, el álbum contenía piezas musicales y relatos de un narrador. Una función que en en las presentaciones en vivo solía realizar alguna actriz. Esa noche en México, lo iba a hacer Orietta Escámez, pero a pocos minutos de la función, se dieron cuenta que no iba a llegar.
“El teatro estaba lleno, pero lleno de que la gente ya golpeaba los pies en el suelo y no llegaba a la Orietta -recuerda la cantautora-. Ahí llegó una comisión a tocarme la puerta del camarín y no quedó más alternativa que lo hiciera yo. Casi me morí de nervios porque estaba preocupada de no meter la pata. Tuve que aceptarlo con el corazón latiendo a mil, pero bueno, cuando uno se tiene que tirar al agua, se tira el agua nomás. Lo hice y salió súper bien”.
El Canto para una semilla es de las piezas fundamentales de aquella generación. Reunió el talento de Luis Advis, quien trabajó sobre las décimas de Violeta Parra, además de la interpretación de Inti Illimani e Isabel Parra. La reputada actriz Carmen Bunster estuvo a cargo de las narraciones en su primer versión, lanzada en 1972 por la discográfica DICAP.
“El Luis nos preguntó a mi hermano (Ángel) y a mí si nos gustaría pasarle algunas décimas para hacer una obra musical con la historia de la Violeta. Por supuesto nosotros le dijimos que sí y él creó la música. El Canto para una semilla cuenta una historia de mi mamá del nacimiento a la muerte. Tiene música y el relato de una persona que se supone que es la Violeta que va contando su vida”, recuerda Isabel.
A pesar de que reunía artistas que tenían carreras propias, el álbum se pudo mostrar en vivo en los convulsos días de comienzos de los setentas. “Alcanzamos a estrenarlo en Santiago, en el Teatro Gran Palace, el Teatro Antonio Varas y en la UNCTAD, en ese teatro inmenso, que estaba lleno, por supuesto. Y luego vino el golpe, es decir en ese momento la semilla tuvo una vida muy breve”, recuerda Parra.
El exilio posterior de casi todos los artistas involucrados en el trabajo y la destrucción de buena parte del material de Dicap, sacó al LP de circulación. Según Isabel Parra, ello fue decisivo en el desconocimiento general sobre la obra. “La semilla no se conoce acá. Se conoce la Cantata Santa María y se conoce malamente. Cuando volvimos del exilio, de repente cantamos el Canto para una semilla, lo hicimos hace unos años en el Teatro Municipal. La gente, sobre todo lo que somos viejos, me preguntan ‘¿qué pasa, Isabel, cuándo van a cantar la semilla?’ No tengo idea, les digo”.
Pero la semilla ha germinado. El álbum vuelve a los estantes de las disquerías en una nueva reedición en vinilo impulsada por Ediciones UC. La casa de estudios es la que mantiene buena parte del legado de Violeta Parra con un comodato a 25 años, y además, se interesó en volver a poner en circulación la obra a poco más de medio siglo. La clave estuvo en que la Fundación Violeta Parra, presidida por Isabel, logró obtener la cinta máster de una versión grabada en Italia por Inti Illimani en 1978, durante sus años en el exilio.
“La Fundación Violeta Parra recibió de parte de Inti Illimani el derecho a usar esa versión que grabamos en Italia donde ellos tocan y cantan -explica Isabel Parra-. Entonces yo les pedí a ellos que nos regalaran ese máster a la Fundación, ellos aceptaron e hicieron esa entrega”.
Solo hubo que salvar un detalle; en la versión de 1978 los relatos fueron grabados en italiano por la actriz Edmonda Aldini. En esta versión el trabajo fue grabado por la afamada cantante y actriz Nydia Caro. El vínculo se forjó casi de casualidad. “Ella venía a Chile y me escribió un correo. Quería conocerme y hablar conmigo, porque tenía la idea de grabar un disco con canciones de Violeta Parra. La ayudé, le di unas sugerencias y me invitó a cantar a su recital en el Teatro Municipal de Las Condes. Ya estaba a punto de irse y yo, sabiendo que es buena actriz, le pedí que hiciera el relato del Canto para una semilla, que estaba suspendido en el espacio. Me dijo que sí, entonces me la llevé a un estudio, le conté la historia, le pasé los textos y ella hizo un relato que me parece maravilloso”.
La fabricación del LP fue de Selknam, empresa nacional de vinilos que ha elaborado discos del catálogo de Los Prisioneros, Joe Vasconcellos, entre otros. La portada original se reemplazó por un cuadro pintado por Violeta Parra, que en rigor, estaba en la colección de Nicanor, el antipoeta. “Aparte que es precioso, el cuadro incluye una pequeña figura que para mí es la Violeta. Ella está ahí”, explica Isabel Parra.
En la contraportada se incluye un texto escrito por Luis Advis, además de tres fotografías; una en que se ve a los Inti Illimani junto a la cantautora durante los días en que ensayaron la obra en su casa de Ñuñoa; otra tomada en los shows de presentación, además de una instantánea de Violeta Parra en la carpa de La Reina. El título que figura en las cubiertas, en una pulcra letra manuscrita, es del puño de la misma Isabel. “Tengo muy buena letra”, asegura.
La reedición del Canto para una semilla será presentada el próximo 11 de octubre en el Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica ubicado en la casa Central (Av. Libertador Bernardo O’Higgins 340), con presencia del rector Ignacio Sánchez. Sin embargo, Parra descarta volver a montar la obra. “Por el momento no lo vamos a montar, porque no está programado de esa forma. Vamos a ir lentamente, pero se puede montar inclusive con coros de la de la Universidad Católica, se pueden hacer miles de cosas. Además los dos grupos han cantado la semilla con otras señoritas por aquí y por allá, así que eso no sería nada nuevo”.
La nueva casa abre sus puertas
La semilla germina con un nuevo brote. Por fin se avisora la entrega de la nueva Casa Violeta Parra en el Campus Oriente de la UC, el que originalmente iba a abrir en mayo de este año. Se trata del recinto que alberga el legado de la legendaria cantautora que antes exhibía el museo de Avenida Vicuña Mackenna, incendiado durante el estallido social.
“La Casa de Violeta ya está lista y en condiciones de recibir toda su obra en el Campus Oriente de la UC, esperamos inaugurar con una primera exposición en octubre. Hasta ahora, hemos organizado ya dos exposiciones, y en línea con su condición de ‘andariega’, su obra que ha llegado a la universidad ha estado realizando itinerancias por diferentes lugares de Santiago y del país. Violeta llegó para quedarse en la UC y desde aquí viajar a Chile y el mundo”, confirma a Culto el propio rector de la Pontificia, Ignacio Sánchez.
“Violeta Parra es una artista esencial en nuestra cultura nacional. Su música, sus pinturas, sus arpilleras, su poesía, su literatura y su trayectoria de vida han sido un gran aporte a nuestra sociedad. Para la universidad recibir su obra ha sido un gran honor y una responsabilidad de proyectarla. Esperamos concretar la última etapa de la donación que lamentablemente, se ha demorado en exceso en el ministerio de las Culturas”, agrega el rector Sánchez.
Isabel Parra aterriza la situación. “La Casa Violeta Parra se construyó en el Campus Oriente, en el lugar más maravilloso que pueda imaginarse uno. Y está a punto de terminarse, estamos en las finales. Y ahí empezará el momento de expansión de la Violeta y el momento de la paz para todos nosotros, porque desde que hicimos el museo, hasta que se quemó, lo único que pasó con nosotros fue pasarlo mal”.
A pesar de que no desea ahondar en el conflicto con el anterior Museo, Isabel Parra reflexiona sobre ese frustrado proyecto. “Cuando uno no conoce cómo son las cosas, mete la pata muy fuertemente. Mi hermano y yo nos equivocamos mucho en el proceso de creación, entonces fuimos muy maltratados desde el inicio. Esa es la verdad. Ese maltrato a mí me hartó y nos fuimos después de los cuatro incendios. Ahora vienen vientos nuevos con la Universidad Católica, viene gente generosa que nos ha acompañado y ha valorado realmente a Violeta Parra. Eso es conmovedor, porque nunca la Violeta nunca ha tenido un lugar como ese en Chile”.
Un cancionero presentado por Silvio
El mes de octubre vendrá con otra novedad, la publicación, también por Ediciones UC, de un cancionero que recopila buena parte de la obra de Isabel Parra. Una idea que deseaba concretar desde hace algún tiempo, incluso con dos postulaciones frustradas al Fondo de la música. “El jurado no me aprobó por dos puntos, dijeron que faltaba no sé qué cosa”, dice la artista.
Según Parra, se trata de un ejercicio de memoria. “Nosotros con mi hermano cometimos el error de nunca haber filmado la peña. No tenemos ninguna filmación de la peña y eso que teníamos amigos cineastas, lo que a mí me parece terrible. No teníamos esa preocupación por el futuro, de que había que filmarlo todo. Con esa misma distancia, cuando hacía una canción nunca me preocupé de tener un cancionero. Entonces estamos haciendo esto con la Universidad Católica”.
El cancionero, que será presentado en el marco del Festival de Autores de Santiago en octubre próximo, está compuesto por partituras, trabajadas por Tita, la hija de Isabel Parra, e ilustraciones de la artista visual Danitza Pavlovic. También incluye una presentación redactada por un cercano, Silvio Rodríguez, a quien la cantautora conoce desde comienzos de los setentas, de hecho él mismo también había escrito un prólogo para el cancionero Virtud de los elementos, lanzado en 1993 y dedicado a la obra de Violeta Parra. “Hay un grupo de gente que ha trabajado en eso, porque yo no sé música, yo trabajaba con grabadora hasta hace algunos años después ya trabajo con el celular, pero yo hago mis cantos con papel y lápiz y en una grabadora. Lo mismo que mi mamá, la diferencia que ella tenía una grabadora más grande. Entonces, la Tita con un grupo de músicos, hicieron las partituras de este cancionero y también esperamos reeditar el de mi mamá, los dos son presentados por la misma persona, este cubano maravilloso que es Silvio Rodríguez. Es una coincidencia preciosa”.
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