Illapu y el Candombe para José: historia de un hit folclórico (y cómo su éxito los puso en la mira)
Publicado en 1976, el popular tema fue una adaptación de un hit del norte argentino en clave andina. Le dio un nuevo impulso a la carrera de Illapu, que debió sortear los difíciles primeros años de la dictadura. Pero a su vez, la visibilidad los puso en la mira por su vínculo con la temprana oposición al régimen, lo que les hizo más difícil conseguir lugares para tocar. "La expulsión nuestra es el resultado de toda esta persecución que comienza a fines del 76′", dice Roberto Márquez.
“El Candombe para José se hizo muy popular en el año 76′, pero muy popular. Sonaba tanto como el Despacito hace algunos años”, recuerda Roberto Márquez, el líder de Illapu. De alguna forma, el grupo de hermanos Márquez, se había logrado colar en los ránkings gracias a un hit folclórico. Nada menor en los primeros años de la dictadura, cuando las quenas, el charango y el pelo largo eran mirados con recelo.
Illapu había tenido que sumergirse. El golpe los sorprendió en Santiago, donde apenas llevaban instalados unos meses tras viajar desde su natal Antofagasta. “La música se apagó absolutamente. Nos enteramos de lo que le sucedió a Víctor Jara, los amigos que estaban detenidos en el Estadio Nacional, lo que le pasó al Ángel Parra”, dice Márquez.
“Nosotros empezamos a salir a cantar en algunos boliches, hacíamos huaynos, hasta cantábamos boleros para subsistir -agrega-. Incluso nos juntamos con integrantes del grupo Quilmay e hicimos canciones para contar lo que estaba pasando, las grabamos con una grabadora de buena calidad que se consiguió mi compañera, la Juanita. La idea era contar en canciones lo que estábamos viviendo, desde el 73′ mismo. Nunca supimos supimos el fin que tuvieron, pero entendemos que sí salieron de Chile y que en algún momento pasaron por las ondas radiales que llegaban de Europa, de la radio Moscú”.
Pero ante la falta de los escenarios, Roberto regresó a Antofagasta. Ahí se volvió a organizar la alineación de Illapu, con el resto de los hermanos Márquez; Jaime, José Miguel y Andrés, quienes completaban el grupo junto a Eric Maluenda. “Después me fui a Antofagasta, me reuní con mis hermanos y ahí reiniciamos la actividad. Empezamos a volver a sonar a fines del 74′”. Aplicados, pronto tuvieron material para grabar un nuevo álbum, Chungará (1975), el primero que publicaron con el sello Arena. “Obviamente hubo una persecución a todo lo que oliera a la Unidad Popular. La música andina y los instrumentos andinos, los ponchos, los pelos largos, todo esto se quedó tácitamente prohibido. Pero el charango y la zampoña empezaron a resurgir con el barroco andino, ahí se comenzó a legitimar nuevamente los instrumentos. Volvimos para Santiago con el grupo de la Universidad del Norte y ahí ya retomamos la actividad”.
Pero con la dictadura y el cierre de la escena nocturna. Hubo que empezar a buscar nuevas posibilidades. Antes, Los Jaivas habían emigrado hacia Argentina, un país con una activa vida nocturna. “En octubre del 75′, nos vamos a Argentina para ampliar nuestro radio de acción y sobre todo a conocer. Vamos a Salta, Jujuy. Ahí en Salta es donde conocemos el Candombe para José, que lo tocaban todos los grupos en las peñas. Lo que hacemos nosotros es tomar es la canción, ponerle quenas y el charango. Le dimos un sonido más andino, porque la canción que se conocía era al estilo de los Tucu Tucu”.
Original del músico salteño Roberto Ternán, el Candombe para José, fue escrita y compuesta a comienzos de los setentas a partir de un gozador de carne y hueso. El Negro José era un joven uruguayo que gozaba del candombe. Dejaba la suela bailando toda la noche en un pequeño club del barrio Buceo de Montevideo, mientras bajaba alguna copa de vino además de tocar en bongó. Por eso “es muy feliz candombeando dichoso él”. La canción se hizo conocida en Argentina por la versión grabada, efectivamente por Los Tucu Tucu, un importante conjunto oriundo de Tucumán, que la interpretó con rimo sinuoso del Río de la Plata.
Illapu había tejido un hit. “Traemos la canción a Chile, la ponemos en el disco Despedida del pueblo (1976), el segundo que hicimos con Arena, y se hace popular. Es nuestra versión del Candombe la que hace que la canción se haga muy conocida”, dice Roberto Márquez.
Y ahí llegó ese momento siempre definitivo para los grupos; enfrentarse al éxito. Y eso los terminó de hacer colisionar con la Dictadura. “El Candombe nos hace muy populares y empezamos a cantar en festivales, vamos a la televisión, incluso a programas de Canal 7. Pero a fines de ese año empieza nuevamente la mordaza, cuando ven que el grupo además ser muy popular a nivel radial y a nivel discográfico, es un grupo que tiene también una fuerte raigambre popular”.
Además de los teatros y los sets de TV, Illapu tenía una agenda social. “Empezamos a tocar en comedores infantiles, en bolsas de cesantes, nos vinculamos a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, a la organización que estaba en una lucha subterránea en contra de la dictadura. Entonces eso hace que de a poco el régimen nos empiece a perseguir, a cortar en los medios, nos sacan de la televisión, les prohíben a los alcaldes contratarnos para los festivales”.
Nuevamente decidieron buscar nuevas oportunidades y salir de Chile, esta vez a Europa. “La idea era estar estar saliendo de Chile para actuar y poder mantenernos, porque acá ya era bastante más complicado. Nos prohibían en muchos lugares o para poder hacer un concierto nos dilataban mucho los permisos. Eso hacía que los conciertos nuestros fracasaran muchas veces económicamente”, cuenta Márquez.
“El año 78 hacemos una gira a Europa bastante buena -detalla el músico-. Pero el año 79′ es una persecución bastante bastante fuerte. Incluso en nuestros conciertos se detiene gente, nos allanan los camarines con el motivo de que había un aviso de bomba en el Caupolicán. Pasó muchas veces. Y ahí viene la expulsión del año 81. El 7 de octubre veníamos llegando de nuestra segunda gira a Europa, en el aeropuerto nos detienen y nos expulsan. En el fondo, la expulsión nuestra es el resultado de toda esta persecución que comienza a fines del año 76′”.
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