Reseña de libros: de Cornelia Funke a Juana Inés Casas
El tercer volumen de la saga El Jinete del Dragón, de la célebre novelista alemana; el nuevo libro de cuentos de la escritora argentina, Segundo Idioma, y un libro ilustrado en torno a las emociones de un niño que crece y descubre la vida, en las lecturas de la semana.
El Jinete del Dragón. La Maldición de Aurelia, de Cornelia Funke (FCE)
En el Linde del Cielo, el valle de los Himalaya donde se refugian los dragones, nacieron nuevas crías. Trece dragones que mueven alegremente sus alas nuevas. “Una cría de dragón era más de lo que un corazón humano podía soportar”, piensa Ben, el joven jinete de dragones, en la cueva donde nacieron los cachorros. Todo es alegría allí, cuando Barnabas, su padre, llega con noticias. Según cuenta una antigua leyenda, cada mil años, en tiempos de necesidad, una criatura extraordinaria emerge desde el mar, con cuatro cápsulas que contienen nuevos seres fantásticos. Su llegada será anunciada en cuatro puntos distantes de la Tierra, donde bandadas de pájaros dibujarán sobre el mar la silueta de una flor. El fenómeno ocurrió en Nueva Zelanda, Kamchatka y las costas de Chile. Y todo indica que Aurelia, la criatura fantástica, aparecerá en las costas de California. Barnabas, Ben, el dragón Lung y sus amigos parten entonces a recibir a Aurelia. La leyenda dice que trae semillas de bondad y sanación, pero si se siente amenazada puede acabar con todas las criaturas fantásticas. Y un viejo enemigo de Barnabas, conocedor de la leyenda, planea vengarse y acabar con ellas. La maldición de Aurelia es el tercer volumen de El jinete del dragón, la saga creada por la escritora alemana Cornelia Funke en 1997. La novela trae de vuelta a los carismáticos protagonistas en una aventura más difícil: el mundo atraviesa una sombría crisis y ellos deben salvar la magia.
Segundo Idioma, de Juana Inés Casas (Montacerdos)
De niñas aprendieron a andar en bicicleta, a fumar a escondidas y evitar calles oscuras. “Todos saben que hay una geografía prohibida y que se necesita aprender un segundo idioma para esquivar los peligros. Un abecedario hecho de terrenos baldíos, obras en construcción, minifaldas, bares al amanecer y autos”, dice la protagonista de Segundo idioma, el cuento que da título al nuevo libro de relatos de la escritora argentina Juana Inés Casas. “Somos animales en peligro. Pero las niñas sabemos escabullirnos en nuestras bicicletas, escondernos en los zaguanes, reírnos durante la siesta. Y un día nos vamos”, agrega. Crecer es aprender otra lengua, una gramática con normas propias, una segunda lengua para sobrevivir. De algún modo, los personajes que habitan estos cuentos son sobrevivientes y están conociendo esos códigos. Tragedias familiares, pérdidas, sueños desvanecidos, violencias solapadas, relaciones rotas, temores profundos atraviesan estos cuentos en voz baja, llenos de silencios y de escenas cotidianas, de imágenes domésticas, de pequeños detalles que hablan o disparan recuerdos y emociones. A menudo las historias transcurren en pueblos o en barrios que parecen pueblos, en patios y jardines familiares, en fiestas o sobremesas donde ocurren o se revelan heridas y tristezas. Con una escritura transparente y sensible, la autora logra un universo propio, auténtico, con momentos de gran belleza y atravesado de melancolía.
Niño de Agua, de Ana María Delgado (Azulillo)
El pequeño Tomás abre los ojos, sale del sueño, comienza a descubrir el mundo y a conocer sus emociones. Juega con su hermano en el jardín y juntos arman una fiesta de agua y barro. “Veo a papá, a mamá/ y a mi hermano Vicente./ Nos miramos/ y las sonrisas alzan vuelo./ Somos alegría de tierra y sol”. Tomás puede molestarse con sus amigos, pero su enojo no es para siempre y pronto se puede desenojar. “Un juego cada día,/ un tropezón,/ un paso a la alegría/ y levantar la cara al sol”. A Tomás le gusta ir a la escuela, disfruta del recreo, estar en la naturaleza y pasar tiempo con su papá cuando vuelve del trabajo: “¿Qué arreglaremos hoy?/ ¿Qué inventaremos hoy?”, se pregunta. “Soy un niño de agua./ Escucho el silencio,/ las burbujas,/ los latidos de mi corazón/ y a lo lejos…/ la voz de mamá y papá”. Pero un día papá enfermó, cerró los ojos y ya no pudo despertar. Los días pasan como un invierno, mamá está triste y Tomás es un pequeño volcán contenido: tiene rabia y miedo. Pero la mano de mamá calma su corazón: “Es un encantamiento./ Mi corazón y la mano de mamá/ pueden hablar./ No sé lo que se dicen,/ yo solo los dejo conversar”. Ana María Delgado le da voz a este libro bello y conmovedor, poblado de sensaciones e imágenes poéticas, que describe el crec imiento y el viaje emocional de un niño, de la alegría al dolor, abrazado al amor de sus padres. Una edición cuidada y delicadamente ilustrada por Leonor Pérez.
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