Amoríos con mujeres, una paliza en la cárcel y una canción inédita: así es la serie de Cecilia la incomparable

Un feroz puñetazo propinado por un gendarme en el rostro, abre el arco dramático del primer capítulo de Cecilia, la incomparable: bravura plateada, la serie que en dos capítulos aborda la vida de la fallecida estrella de la canción popular chilena. El golpe, que destroza la mandíbula de la cantante, marca su entrada a la cárcel de mujeres en 1986 por una supuesta estafa. Pronto recibe la solidaridad de las presidiarias, quienes la acogen y la protegen mientras intentan en vano pedirle que cante.

Pero Cecilia no puede cantar. No solo por la paliza. La trama del primer episodio narra las peripecias de una vida difícil. El golpe en el rostro -el que además explica su característica forma de hablar en sus años finales- es también un doloroso impacto en el ánimo de una artista que lucha por recuperarse y volver a cantar. Allí comienzan los saltos en el tiempo, los que permiten comprender la compleja personalidad de La Incomparable.

Cecilia, la incomparable: bravura plateada, es una miniserie dirigida por Vane Miller y producida por Hugo Miller Producciones, con apoyo del CNTV. Se estrena este jueves 5 de octubre a las 22.40 por TVN y Prime Video. En el protagónico están las actrices Daniela Benítez y Amaya Forch, quienes interpretan a la cantante en la juventud y adultez, respectivamente. “Para mí fue muy emocionante interpretarla. Lo anhelaba hacía años. Era un sueño que veía muy lejano de poder cumplirse. Fue un regalo que acepté con todo mi cariño, admiración y respeto a Cecilia”, dice Forch en declaraciones compartidas a Culto.

La trama está armada de forma no lineal. En el primer capítulo, se mueve entre tres momentos: los inicios de la cantante en su Tomé natal, los años de excesos mientras sobrevivía cantando en boites a mediados de la década de los setenta y la estadía en la cárcel en 1986. También hay algunos saltos hacia los días en que estuvo internada por una crisis derivada de su EPOC, en el año 2018.

En rigor, se trata de una estructura de viaje del héroe, pero con saltos temporales. Se ve a la joven Cecilia cuando es una desfachatada adolescente en 1959 y comienza a mostrar su inclinación por la música. Y también por las mujeres. Desliza su interés por una amiga (interpretada por Steffi Méndez), con la que tendrá algún acercamiento, beso incluido. Pero el conservadurismo de la época pesa y finalmente no será correspondida.

Mejor le va al mostrar su talento para el canto. Con ocasión de la fiesta de la Primavera es integrada como vocalista a un trío formado por los hermanos González, quienes, a regañadientes la aceptan. Pero el desplante y su capacidad como intérprete acaban por convencerlos y hacerse notar como una estrella en ciernes. Allí recibirá una invitación para ir a cantar a la radio, la gran plataforma de la época. Hasta ahí, la historia deja a Cecilia a muy poco de convertirse en La Incomparable.

Por supuesto, el camino de la música no es fácil. La decisión genera el resquemor de la aprensiva madre (interpretada por Antonia Zegers), quién le cuestiona también su decisión de llevar el cabello corto. No será el único momento de tensión. La historia se mueve hacia 1972, cuando Cecilia debe cantar en boites para mantenerse. En ese punto, su estrella ha declinado y su proyecto de un sello propio se hundió. Para colmo, la dictadura hará más difícil mantenerse. Ahí se le muestra en una relación con una mujer a cargo de una boite, la que aprovechará su nombre para involucrarla en una serie de acrobacias financieras que de alguna forma permiten conectar el posterior paso por la cárcel. Son años duros, cargados de excesos y búsqueda de afecto.

En una serie sobre una cantante no puede faltar la música. Durante la secuencia en la cárcel hay espacio para Jauría de mujeres, la canción escrita por la Incomparable durante sus días a la sombra, la que cuenta con la interpretación de Mon Laferte. Todo en una suerte de clip con guiños a la secuencia de la película Jailhouse Rock, protagonizada por Elvis. Durante todo el capítulo hay espacio para varias canciones de la discografía de la cantante. Algunas de las que pasan: Tú y yo, Serénate, Me voy (versionada por Francisca Valenzuela), La cita, Baño de mar a medianoche, Aleluya, Los amantes, Sonríeme, entre muchas otras.