En la esquina superior izquierda del mapa de España, en la verde y montañosa región de Galicia donde nacieron Francisco Franco y el premio Nobel Camilo José Cela, vive Antoine (Denis Ménochet) y su esposa Olga (Marina Foïs). Ambos son franceses y a él le dicen precisamente así, el francés. No siempre de muy buena manera, sino que más bien enrostrando su origen foráneo.
Esta pareja de cincuentones con ambiciones de una vida tranquila y eco-amigable cultiva sus propias hortalizas y viene de vuelta de todo. Dejaron una hija y un nieto en Francia y, a estas alturas, pretenden pasar el resto de sus existencias en armonía con el mundo. El problema es que este entorno cercano no viene de vuelta de nada y no examina la vida con el mismo cristal. En particular, los hermanos Xan (Luis Zahera) y Lorenzo Anta (Diego Anido), quienes resienten que “el francés” haya convencido a una parte del pueblo para no vender de común acuerdo el terreno a una empresa de energía eólica.
Ese inesperado capital les habría servido a los Anta para comprarse un taxi y largarse a vivir a la ciudad, lejos de una ruralidad que para ellos es miseria y no se parece a la bucólica experiencia que aprecian Antoine y Olga. El conflicto entre los extranjeros y los locales está totalmente servido cuando entendemos que el civilizado Antoine no sólo es un bienintencionado amante de la naturaleza, sino que un testarudo irredimible, siempre dispuesto a defraudar los llamados a la prudencia de su paciente y más racional esposa.
No lo amilanan las amenazas y hostilidad de los Anta. Cuando éstos le envenenan sus tomates, los encara. Cuando los encuentra armados en el camino, hace como si no existieran. Cuando es evidente que lo quieren eliminar, los graba con una cámara de video para tratar de asustarlos.
Las Bestias, o As Bestas (la película es hablada en gran parte en gallego), se encuentra en salas de cine y luego pasará a la plataforma Mubi. Es una gran noticia tratándose de uno de los mejores estrenos del 2023 y poseedor de una intensidad que crece hasta el último segundo. Hay al menos tres actuaciones de primer orden (Denis Ménochet, Marina Foïs y el actor gallego Luis Zahera) y asistir a la colisión de sus intereses es como ver un choque de trenes entre civilización y barbarie.
Hay que decir que en la plataforma Prime está el documental Santoalla (2016), sobre el caso real que inspiró el filme, aunque es probable que una ficción como Las Bestias abarque incluso más aristas, desde la masculinidad autodestructiva de Antoine o Xan hasta la femineidad intuitiva de Olga, un personaje que podría cambiar el rumbo de las cosas cuando nadie lo espera. En fin, el filme del español Rodrigo Sorogoyen (El Reino, Madre) tiene tantos vértices que da hasta para ensayar hipotéticas fantasías electorales: los embrutecidos y pobres hermanos Anta votarían a Vox y tal vez alguna vez fueron carne del PC español, mientras que el educado y progresista Antoine tiene todo resuelto en la vida y apoyaría al PSOE o a minoritarios partidos ecologistas.
Pero volviendo otra vez a la tierra, Las Bestias es antes que nada un demoledor retrato de la mezquindad de moros y cristianos viviendo bajo el mismo cielo.