Fue el hecho de conocer de primera mano la experiencia de los migrantes haitianos, la que motivó al trío Ariztía a trabajar en una nueva canción. Se trata del sencillo Cada domingo, lo más novedoso desde El rostro en la ciudad (2021), que marca el primer adelanto de un nuevo álbum, a poco más de 10 años de El rastro de los cinco sentidos (2012).
A diferencia del material más reconocido de su carrera, orientado a las baladas y al pop romántico, en esta nueva etapa, los hermanos José Ignacio, Rosario y Soledad Ariztía, abordan un interés social. Una reflexión que dicen, surgió hacia 2018, cuando miraron hacia atrás para aquilatar el éxito de su trabajo. “Hay algo que no hemos hecho y que tiene una repercusión en nuestro trabajo artístico -dice José Ignacio al teléfono con Culto-. Y era cómo darle un alcance mayor a nuestra música”.
Así, decidieron iniciar un trabajo de intervención socio-comunitaria a través de su fundación Sacar la Voz. La idea era desarrollar un coro comunitario formado por haitianos y chilenos que ayudara a mejorar su vida cotidiana en un momento de mucha tensión en sus barrios. “La música es lo menos amenazante que existe, y el canto menos todavía -detalla José Ignacio-. Esa es una reflexión que nosotros tenemos de chicos. Entonces, este trabajo consiste en que a través de coros comunitarios, nosotros podemos hacer que las personas digan lo que no pueden decir si no es a través del canto”.
“En el coro comunitario la gente se expresa, se emociona, se conecta, se conecta con el otro. Entonces, básicamente reunimos a un grupo de psicólogos sociales, músicos y actores, para poder desarrollar un proyecto comunitario con base en la música y el canto coral. El canto nos acerca, porque al final del día, cantar es un acto de valentía, es un acto de exposición de tus emociones, de lo que pasa dentro de ti”, agrega.
La reinvención de un fenómeno
Tras la pandemia, el trío se reactivó en 2022. De su experiencia en terreno surgió Cada domingo, sencillo que este jueves 26 de octubre llega a las plataformas digitales. “Cada domingo celebra la multiculturalidad entre chilenos y extranjeros desde la mirada del migrante. Trabajamos con un grupo no menor de haitianos y esta canción surge a partir del encuentro de los haitianos en sus iglesias los días domingos”, detalla José Ignacio.
“Cada domingo en la casa de Dios/nos vestimos en son de esperanza y color”, dicen las primeras líneas de la canción. Se trata de una composición en clave pop, de poco más de cuatro minutos, que fue trabajada por José Ignacio Ariztía junto al productor cubano-estadounidense Ricardo “Eddy” Martínez (Chayanne, Gloria Estefan), quien ha colaborado con el trío desde su segundo álbum, Sin límites (1994).
“El imaginario que tiene Cada domingo, es un poco nuestro sentir de cómo observamos el mundo hoy día en sus diferentes retos -agrega el también productor musical-. Uno de ellos, la migración para nosotros. Yo he sido migrante por 20 años, regresé a Chile hace pocos años. Y bueno, y comparto de alguna manera los retos que la migración conlleva”.
José Ignacio Ariztía vivió un largo período fuera de Chile. A a mediados de 1998 el grupo anunció un receso. Ya habían publicado tres discos (los dos primeros con rotundo éxito comercial, que les permitió hasta ser reseñados en la influyente revista Billboard), sus canciones tenían rotación radial, exposición en teleseries y hasta lograron una exitosa presentación en el Festival de Viña. Pero ahí quisieron tomar un respiro.
“Teníamos 27 años en promedio y con mis hermanas decidimos tomarnos un descanso -cuenta José Ignacio-. Después de haber trabajado para Sony como artista por casi diez años, me contrató una editorial muy grande en Estados Unidos que se llama Peer Music. Trabajé seis años entre Nueva York y Miami, en creación para proyectos de música editoriales, creación para otros artistas, etcétera. Luego vino una etapa bastante larga de casi 11 años en México, donde seguí haciendo música. Fue un proyecto también de la compañía llevarme a México para desarrollar trabajo creativo y colaborativo con autores mexicanos. En 2010, retomé mi camino en Ariztía, porque echaba mucho de menos el escenario con mis hermanas. Extrañaba el trabajo armónico que nosotros hacemos de toda la vida, desde niños”.
Todo ese interés de alguna forma se coló en esta nueva canción. “Cada domingo tiene una armonía muy particular, tiene una historia que nos gusta mucho y que refleja, yo diría acertadamente, nuestro sentir y visión de cómo se vive la migración desde nuestra mirada -apunta el segundo de los Ariztía Reyes-. Pero además tiene un componente muy importante para nosotros: es el trabajo armónico, que ha sido nuestro gran distintivo, diría yo, desde que iniciamos nuestra carrera a los 18 años. El trabajo de la armonía, que nos parece fundamental y que pensamos que desde ahí la gente conecta y se conmueve”.
El nuevo lanzamiento marca una nueva etapa para el trío. “Si bien aparecemos poco, publicamos poco, este es un camino que vamos a corregir a partir de este lanzamiento -remata José Ignacio-. Vienen varios lanzamientos de aquí a mediados del próximo año con la intención de que formen parte de un nuevo disco, el que pensamos terminar de grabar la segunda mitad del 2024 y así retomar nuevamente nuestra actividad en vivo. Nuestros conciertos son un karaoke, pero nos parece importante como músicos, no quedarnos solo en el karaoke, sino que ofrecer material nuevo. Eso va a venir el próximo año en un nuevo disco, que va a tener este tinte, esta observación que proviene desde una fuente de inspiración importante como es nuestra fundación y el trabajo creativo que vaya surgiendo a partir de eso”.