Diana Krall: “Lo importante es conectar con la gente y estaremos ahí para eso”
La cantante y pianista canadiense Diana Krall, ganadora en dos ocasiones de los premios Grammy, vuelve a presentarse en el país este 20 de noviembre en el Teatro Caupolicán. En entrevista con Culto, explica lo inspirador que es para ella generar una conexión real con su público.
Desde sus comienzos, el jazz siempre se ha cimentado en la química entre los músicos. La reinterpretación de standards tiene su anclaje en la identidad que cada ensamble pone en juego y en cómo cada momento y lugar definen de igual forma la intención y la cualidad única e irrepetible de una grabación y de una puesta en escena. Para Diana Krall (58), la celebrada pianista y cantante dos veces ganadora del Grammy -y ocho veces ganadora de los premios Juno de su natal Canadá- que regresa a Chile este 20 de noviembre con un show en teatro Caupolicán, no es secreto que la dinámica entre ella y su banda es clave.
“Creo que he llegado a un punto en mi estadía en esta tierra en que tengo un grupo de músicos donde todos amamos diferentes tipos de músicos y todos simplemente sacamos cosas de donde queramos. Lo más importante es interpretar en un entorno colaborativo, lo que significa que el público es tan importante como los músicos, especialmente para mí, que he estado tocando por tanto tiempo”, asegura en conversación con Culto.
No es un cliché que el receso en las presentaciones producido durante la pandemia fue un golpe bajo para la salud mental de artistas alrededor del mundo. Para la artista, que lleva en el escenario desde hace más de cuatro décadas, no fue la excepción. “En la pandemia toqué mucho el piano sola y extrañaba esto, el contacto con la gente en el escenario, tras bambalinas, con la comunidad. Eso fue muy duro. Todos tenemos un rol, especialmente estando de gira. La alegría que se siente en el escenario tiene que ver con la gente. Por eso yo trabajo de forma intuitiva, ya que todo se trata de sentir la energía del público y devolverles eso, ese amor de vuelta, que sientan algo bello, grandioso, eso es importante”.
Sentir que interactúa con su público a un nivel casi personal es la intención de Krall. “En todo lo que hacemos ponemos nuestro corazón y nuestra alma, es una experiencia emotiva y llena de alegría la que compartimos y eso se siente. Ese es el punto de hacer esto, el conectarse”. En esa línea, una experiencia que resuena en ella fue haber podido asistir a un show de The Rolling Stones en un club con solo 600 personas. “Verlos en primera fila en este pequeño lugar fue increíble, cara a cara. Me hicieron sentir una tormenta de emociones. Para mí incluso es complejo llegar a describirlo, porque no soy buena para eso. Fue algo grandioso, entretenido, absolutamente sensacional (risas)”.
Del mismo modo, trabajar con Tony Bennett (con quien grabó el álbum Love is here to stay en 2018), Paul McCartney (a quien acompañó en 2012 en una presentación online de su disco Kisses on the bottom) y su relación de trabajo con el eximio productor Tommy Lipuma que se extendió desde 2009 hasta su fallecimiento en 2017, han sido hitos que refuerzan su convicción en la importancia de generar conexiones significativas.
“Tony me dio muchas oportunidades desde joven, hice giras con él y lo teloneé varias veces, y trabajar con Paul McCartney fue un trabajo mucho más personal. Son grandes experiencias como lo fue trabajar con Tommi Lapuma, yo comencé como pianista y la mejor experiencia para mí ha sido trabajar con grandes músicos. Son cosas que se quedarán en mi mente por siempre. La confianza, el respeto...he sido muy afortunada de todas esas experiencias y me ha reafirmado lo importante y lo clave que es la comunicación, poder escucharse unos a otros”.
Juntos por la vida
Nacida en 1964, en el pequeño pueblo de Nanaimo en British Columbia, Krall comenzó a tocar el piano a los cuatro años. ”Estaba lejos de la música y de la gente que la creaba. Hoy soy madre de dos hijos adolescentes y siempre comparto con ellos la música. Es importante escuchar a tus hijos y ponerle oído a lo que ellos escuchan, a su interés por el arte, que es tan importante como cualquier otra área. El otro día conversábamos sobre Pablo Neruda, porque estábamos hablando de unas pinturas y llegamos a él; o hablamos de Claudia Acuña, que vino a Nueva York”, explica, enfatizando su interés en generar conexiones.
“Todo es un viaje de descubrimiento y de poder darse cuenta de cómo todo se conecta. Ese es probablemente el punto, el cómo todos nos conectamos entre sí, cómo todos encontramos algo que nos habla directamente. Por ello escuchar lo que les habla directamente a tus hijos es importante, eso los valida. Todos hablamos y tenemos una oportunidad para expresarnos. Lo más importante para mí cuando pequeña era cuando alguien me regalaba un disco (risas), cuando me regalaron un disco de Sérgio Mendes, por ejemplo. Aún me regalan discos y cuando me comparten una canción por streaming diciéndome ‘escucha esto’ yo le pongo atención. Es importante la curiosidad, que algo te haga pensar”.
Al momento de trabajar en un disco o de esbozar un setlist, es fundamental para Krall escoger piezas que cuenten una historia. “Donde cada uno pueda encontrar la suya propia. Tú tienes que ser quien la cuente, con la música. De eso, Bob Dylan es un muy buen ejemplo y pienso en cómo él cuenta historias diferentes y como, durante tantos años, se ha movido por formas diferentes de contarlas también, en cada disco. Y está aparte su forma de interpretar canciones del Gran cancionero norteamericano (como en el álbum Triplicate). Pienso en su viaje, en los músicos con quienes toca y en la confianza que se tienen. Me ocurre eso con los músicos que yo admiro. Mi esposo (Elvis Costello) va de un lado para otro siempre encontrándose con diferente personas, y diferentes personas a su vez interpretaron su disco My aim is true en varios idiomas, gente creativa que se une, ese el propósito de todo, generar algo colaborativo”.
Entre los muchos artistas que Krall admira, está también su compatriota Joni Mitchell, con quien señala tener una amistad compositiva. “Pude ir a un show secreto de Joni, y creo que ella es una de las mejores. En Chile, espero tocar una canción de ella, una de Neil Young, una de Gershwin, vamos a hacer lo que queramos. Lo importante es conectar con la gente y estaremos ahí para eso. No somos gente que solamente se para en un escenario. Quiero que sientan que estamos ahí, en ese momento, para ellos, con música real, generando una sensación de comunidad”.
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