Cuenta regresiva para el retorno de Roger Waters a Chile. El hombre de Pink Floyd, uno de los creadores más inquietos y controversiales de las últimas décadas, se presentará este 25 y 26 de noviembre en el Estadio Monumental como parte de su gira This is not a drill, antecedida eso sí en su actual tramo latinoamericano por una serie de polémicas.
La más áspera de ellas guarda relación con varios hoteles que en Montevideo, Buenos Aires y Bogotá le habrían cancelado sus reservas para alojarse en la previa a sus shows debido a una serie de declaraciones donde criticaba al gobierno de Israel, las que fueron calificadas de “antisemitas” por varias organizaciones judías locales.
“Estoy furioso”, contó Waters en una entrevista concedida a Página 12. “Me han cerrado la ciudad de Montevideo, no tengo ningún lugar donde parar”, agregó.
Como se quedó sin alojamiento en la capital uruguaya, tuvo que prolongar su estadía en un hotel de São Paulo, Brasil, la escala previa de su periplo. Desde esa ciudad se vio obligado a volar el mismo 17 de noviembre para llevar a cabo su recital en Montevideo, para retornar la misma noche después del espectáculo.
Si bien el hotel le dijo a Waters que la causa de la cancelación fue porque no había disponibilidad de habitaciones, él hace referencia directa a Roby Schindler, presidente del Comité Central Israelita del Uruguay.
De acuerdo al medio argentino, Schindler habría mandado una carta al Hotel Sofitel para alertar sobre el compositor y pedir que no le dieran alojamiento. “Al recibirlo, usted será, aunque no lo quiera, propagador del odio que este señor destila y estará contribuyendo a aumentar la judeofobia”, decía la misiva.
En Buenos Aires, Waters se presenta hoy martes 21 y mañana miércoles 22 en el estadio River Plate, aún en completo hermetismo con respecto a su estadía.
En Chile, hasta ahora, la situación no es tan compleja. Según pudo averiguar Culto, el británico ya tiene un hotel donde alojarse en el sector oriente de Santiago, sin que hasta ahora existan vetos o cancelaciones de ningún tipo.
Debido a su problemática visita a Argentina, el cantautor tendría presupuestado volar en su avión privado inmediatamente después del final de su concierto en Buenos Aires, pactado para este miércoles. O sea, llegaría el jueves en la madrugada. Como aquí en Santiago no le han presentado problemas, su estadía será más larga.
Eso sí, ante cualquier eventualidad, se ha decidido reforzar su seguridad. Uno de los puntos que se analiza, por ejemplo, es la facilitación de autos blindados para su traslado por la ciudad. También se analiza reforzar su cuidado en el hotel.
Un complejo tramo sudamericano
El tramo sudamericano de la gira This is not a drill ha estado marcado por las tensiones en en el Rio de la Plata. Así, Waters calificó la decisión de los hoteles de Buenos Aires y Montevideo como “absurda”. “Yo sé muy bien lo que siento en el corazón, y no he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que condeno es lo que hace el gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal, y estuvo mal desde el comienzo”, declaró a Página 12 de Argentina. “Lo más fácil es señalarme como antisemita, y es porque no tienen un compás moral, no pueden tener un argumento sólido desde el lado israelí de la cuestión. Están cometiendo asesinato, están cometiendo genocidio, están oprimiendo a otro pueblo”
A sus habituales críticas al goberno israelí, Waters le ha sumado declaraciones sobre el conflicto que sacude oriente medio entre Israel y Hamas. Y no se ha quedado corto. Ha señalado que Israel exageró la magnitud de la masacre “al inventar historias sobre la decapitación de bebés”. También, que hasta ahora no se conoce totalmente lo ocurrido y deslizó la tesis conspirativa de un posible ataque de falsa bandera como casus belli. “Lo que sabemos es que, sea una operación de bandera falsa o no, o lo que sea que haya sucedido, y la historia que lleguemos a conocer... no sabemos si alguna vez conoceremos gran parte de la historia real. Siempre es difícil saber lo que realmente ocurrió”, señalo en una charla con el periodista Glenn Greenwald.
Por ello es que la previa a los shows ha estado sazonada por la polémica. En Buenos Aires los hoteles Faena y Alvear decidieron no recibirlo. Decisión similar a la del Hotel Sofitel de Montevideo, en la antesala de su show del viernes 17 en la capital de la banda oriental. “Me han cerrado la ciudad de Montevideo, no tengo ningún lugar donde parar”, dijo el inglés a Página 12.
La decisión golpeó además su calendario de actividades, como una reunión que tenía prevista con el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica. “No puedo ir, no puedo tener mi cena con Mujica porque el lobby israelí y lo que sea que se llamen a sí mismos me han cancelado”, relató el músico.
Por ello, es que Waters debió alargar su reservación en São Paulo, Brasil. “La gente aquí es amorosa, hicimos dos shows sold out en San Pablo que tuvieron fantásticas reseñas, todos amaron el show, nosotros lo amamos, estuvieron entre los mejores shows que hicimos, el público la pasó bárbaro. Y de algún modo estos idiotas del lobby israelí consiguieron cooptar a todos los hoteles en Buenos Aires y Montevideo y organizaron este boicot extraordinario basado en mentiras maliciosas que vienen contando sobre mí”, señaló a Página 12.
En Buenos Aires el asunto escaló algo más allá. Waters fue denunciado ante la justicia por delitos de discriminación, apología del delito e incitación a la violencia colectiva. Una acción legal presentada por los abogadis Sergio y Carlos Zigelbaum. “Históricamente, el Sr. Roger Waters es conocido por ser un recalcitrante antisemita”, señala la denuncia.
El escrito agrega: “Además de sus innumerables declaraciones públicas (donde con especial ahínco denosta a personas judías atribuyéndoles características prototípicas del ideario antisemita como ser ‘avaros’, ‘banqueros’ que controlan el mundo, etc.), se ensaña con un odio alarmante contra el Estado de Israel (no criticando políticas del mismo, sino comparándolo con la Alemania Nazi)”.
Pero Waters recibió una inesperada ayuda. En los últimos días, la CLATE (Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales) le ofreció alojar en los hoteles sindicales de la capital argentina. “CLATE pone a disposición sus hoteles sindicales para el músico y su banda, fiel a su compromiso de solidaridad internacionalista, en defensa de los Derechos Humanos”, señala el comunicado. Sin embargo, se espera que el músico inglés arribe a Buenos Aires durante el día.